Capítulo 2

339 31 2
                                    

Entré a la clase de historia justamente a las 8 en punto, el profesor no había llegado todavía así que pude pasar sin problemas, me senté en mi banca, al lado de la ventana en el puesto 4 de adelante hacia atrás. Saqué los auriculares de mi mochila, tomé mi teléfono y reproduje una buena canción, 21 guns de Green Day para ser exactos. Subí todo el volumen, odiaba los gritos escandalosos de los idiotas del salón y las pláticas sin sentido de todas las chicas de piernas largas. Sin duda era algo que me estresaba.

Saqué también un libro, me encantaba leer. Me gustaba leer novelas, aunque libros como 50 sobras de Grey, o el Infierno de Gabriel, no me llamaban mucho la atención, tal vez porque si mis padres se enteraban de lo que leía... bueno, no me gustaría imaginarme qué pasaría.

Vislumbre en la parte de atrás a una pareja de chicos besándose, movían sus lenguas y labios de una forma extraña, era tan asqueroso. Además se separaban por un segundo para decirse cosas ridículas, como: te amo, eres lo mejor que me ha pasado.

Sé que no tendría por que interesarme en los más mínimo, pero ¿qué tan enamorados podrían estar esos dos como para decirse que se aman?
Ridículo totalmente.
Era algo extraño pero me burlaba del "amor" que las personas decían tener por sus parejas; pero leía libros para creer en él, o al menos darme una idea de cómo era realmente. Solo en los libros el amor no me parecía ridículo.

Epezaba a leer Ladrona de libros un libro que una tía me había regalado cuando nos visitó desde Washington. Ya estaba algo adentrada y concentrada en la historia, cuando un idiota se estampó contra mí, haciendo que soltara mi libro y posteriormente éste cayera al suelo.

Sus amigos, que al parecer eran los culpables de que él estuviera sobre mi butaca, reían a carcajadas. El chico se llamaba Cody Byrne, creo. Cuando levantó la vista, se topó con mi ceño fruncido y mis ojos achinados.
El chico tenía ojos castaños, su pelo era como uno de esos tipos de One Direction, una pequeña espinilla se le azomaba apenas en la frente. Sonrió avergonzado y se quitó de mi butaca.

-Disculpa, ¿te lastimé?

Lo fulminé instantáneamente con la mirada para después voltear a ver el libro que yacía en el piso con las hojas contra el suelo.

-Si mi libro está manchado, roto o algo -Sentencié -Juro que dormirán con los peces.

Ellos rieron, incluyendo Cody, y se apresuró a recogerlo del suelo.

-Bueno, -Lo inspeccionó- no está ni roto, ni manchado ni nada. Supongo que por esta vez no nos mandarás a dormir con los peces. -Dijo extendiendo el libro hacia mí.

-Por esta vez. -Repetí sus palabras mientras lo tomaba y le daba al chico una sonrisa falsa al estilo corre o te mato.

Él sonrió ampliamente y regresó con sus amigos riéndo.

-Estúpidos. -Susurré para mí cerciorándome de que mi libro no tuviera ningún daño.

Mi vida en el colegio no era nada interesante, no tenía amigos, bueno, solo uno, pero vivía lejos de donde yo. Solíamos ser vecinos, antes de que su madre se los llevara a él y a su pequeño hermano a vivir a Chicago, su nombre era Richard, mi mejor amigo desde el preescolar, lo conocía hace unos 12 años. Aparte de él no había nadie.

Al final de la escuela mis tareas eran:

1) Un ensayo de un libro sacado de la biblioteca acerca de las membranas de las células... ¿por qué demonios no podía ser de algún libro que yo quisiera?
2) Resolver 5 ecuaciones extrañas que por cierto no tenía idea de cómo hacerlas.

Al salir de la escuela caminé hasta la terminal de autobuses.

Verán yo vivía en un pueblo llamado Newhall, un tanto alejado de Westbrook ubicado en el estado de Maine, no es que no hubiera una secundaria en Newhall, pero la de Westbrook era mejor, y muchos chicos de Newhall asistían a la misma escuela. También conocía a otros chicos que vivían en el mismo pueblo que yo. Así que éramos varios los que nos íbamos en autobús. Eran al menos 25 minutos los que me tomaba el viajar hasta casa. Mamá no podía recogerme porque estaba en el trabajo y mi papá también.
Pero desde la escuela tenía que caminar al menos 10 minutos hasta llegar a la terminal de autobuses.

PacienciaWo Geschichten leben. Entdecke jetzt