Cap 90. Conociendo Y Pateando Traseros

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Ya había pasado unas semanas desde que Tsume volvió a entrenar con Milo, pocas cosas volverán en su mente pero aún divagaba la sombra de un caballero pero aun no lograba recordarlo.

Pero ahora estaba con Aldebaran en Rodorio para comprar algunas cosas para preparar comida.

— ¿Que vamos a comprar? — Pregunta Tsume mientras caminaban por Rodorio.

— Tengo una lista — Dijo Aldebaran — Necesito pasta, tomates, carne entre otras cosas Tsume.

— De acuerdo — Dijo Tsume animadamente, a ella le gustaba ayudarle al caballero de Tauro a cocinar, además de que Aldebaran le enseñó a cocinar otra vez.

Mientras tanto en el santuario, le llegó una noticia al caballero de Sagitario de que en Rodorio habían unos tipos que estaban robando y estaba por ir a Rodorio pero se topó a su hermano.

— ¿A donde vas, Aioros? — Preguntó Aioria.

— A Rodorio — Avisó el castaño mayor — Hay unos ladrones causando problemas en ese lugar.

— ¿En Rodorio? ¡Tsume fue a ese lugar! ¡Yo te acompaño! — Dijo preocupado creyendo que atacarían a la pelirroja.

A veces Aioria olvidaba que Tsume sabía patear traseros fácilmente.

— Vamos — Dijo Aioros aceptando que lo acompañe.

(...)

Mientras tanto el caballero de Tauro y Tsume estaban en un puesto en Rodorio comprando y frente a ellos estaba una chica de cabellos rubios ojos azules muy hermosa llamada Kazumi que se hizo amiga de Tsume.

— Así que ustedes son del Santuario de Athena — Dijo Kazumi — Eso es increíble.

— Así es — Dijo Tsume.

— Gracias por acompañarnos en nuestras compras señorita Kazumi — Comentó Aldebaran.

— No hace falta ser formar puede decirme solo Kazumi — Le dijo la rubia al caballero.

— De acuerdo Kazumi — Respondió Aldebaran.

— ¿Oigan que está pasando en ese lugar? — Preguntó Tsume viendo que a lo lejos se veían unos tipos saqueando una tienda de una pareja mayor.

Tsume no toleró esa injusticia y fue a enfrentar a esos sujetos.

— ¡Oigan detenganse! — Dijo Tsume con enojo.

— ¿Y crees que nos detendrá una niña tonta? — Dijo uno de los sujetos con burla en sus palabras.

— Ella no esta sola — Los tipos se sintieron intimidados por Aldebaran pero aún así no dieron marcha atrás.

Comenzaron a atacar a Tsume y Aldebaran pero uno de ellos intento atacar a Kazumi pero alguien se atravesó para defenderla.

— ¿¡Eh!? — Exclamó Kazumi al ver que fue salvada.

— ¿Estás bien? — Dijo Aioros quien fue el que salvó a la joven rubia.

— Si, estoy bien gracias — Kazumi se cautivo al ver al caballero dorado de sagitario en frente de ella, el cual la protegió de ese tipo que ahora estaba en el suelo ya que Aioros lo había golpeado.

— ¡Plasma Relámpago!

— ¿Aioria? — Tsume notó a un sujeto a sus espaldas en el suelo, el tipo iba a atacarla por la espalda a traición pero el león dorado la protegió al momento.

— ¿Estás bien? — Preguntó Aioria un poco preocupado por ella.

— Si — Respondió Tsume un poco asombrada.

Siempre que tenía la oportunidad de ver al caballero dorado de leo sentía una sensación extraña, era nostálgica, cálida y eso causaba una sonrisa en su rostro con solo verlo.

Ella no sabía por qué se sentía felíz de verlo.

(...)

Después de eso los tipos fueron encerrados y acabados por los caballeros dorados.

— Me alegra que estén bien — Dijo Aioros.

— Gracias por la ayuda — Dijo Aldebaran que llevaba las cosas que compró en Rodorio.

— Desde hace días esos tipos han causado problemas aquí — Comentó la rubia que venía con ellos.

— ¿Disculpe, cual es su nombre señorita? — Preguntó Aioros mirando a la rubia, desde que la salvó se sentía cautivado por ella.

— Soy Kazumi, mucho gusto — Dijo ella con una sonrisa amable.

— Yo soy Aioros, caballero dorado de Sagitario — Él tomo su mano y la beso de forma caballerosa causando un tierno sonrojo en Kazumi.

— Me había preocupado mucho Tsume — Dijo Aioria.

— Ya te dije que estoy bien Aioria — Tsume sonrío de forma tierna.

A Aioria le pareció hermosa esa sonrisa pero luego se puso a pensar que exageraba en ser algo sobreprotector.

No podía evitarlo, aunque odiara reconocerlo, Tsume ya casi no lo tomaba en cuenta como antes.

Siempre veía a la pelirroja que pasaba más tiempo con los otros, con los de bronce, Athena, Izumi, con Aldebaran y Milo.

Pero con él, ella solo pocas veces lo veía y eso le entristecía.

Y Aldebaran vió a ambos caballeros con ambas damas y sonrío tiernamente al ver esa escena.

— Debemos regresar al santuario — Dijo Aioria.

— Si — Dijo Aldebaran — Ya que tengo que llevar lo que compre a la casa de Tauro para hacer la cena.

— Es cierto...— Dijo Tsume.

— Me alegro mucho conocerlos — Dijo la rubia despidiéndose.

— Igualmente Kazumi — Le dijo Tsume amablemente.

— Yo les ayudo a llevar las cosas — Dijo Aioria tomando las cosas que Tsume llevaba consigo de lo que compraron en Rodorio.

— Gracias Aioria — Le dijo Tsume a Aioria y luego miró a Kazumi — Nos vemos Kazumi.

— Adiós Chicos — Se despidió ella con una sonrisa.

Aldebaran, Aioria y Tsume se adelantaron a irse pero el caballero de sagitario se quedó un momento.

— Espero verte otra vez Kazumi — Dijo Aioros.

— Lo mismo digo Aioros — Aioros le regalo una sonrisa a Kazumi, volvió a besar su mano acariciando la misma, causando un hermoso sonrojo en el rostro de Kazumi.

Y después se fue mientras miraba de reojo a Kazumi quién se alejaba para ir a su casa mientras Aioros trataba de alcanzar a Aldebaran, Tsume y Aioria para ir al santuario.

✰Garras Infinitas✰ {Saint Seiya} Donde viven las historias. Descúbrelo ahora