✰Garras Infinitas✰ {Saint Seiya}

Cap 89. Tsume Vuelve A Ser Caballero Femenino De Athena

Tsume había entrado a la casa de Piscis miro que habían muchas rosas alrededor y se quiso acercar a las rojas pero prefirió ir con las rosas azules.

— Elegiste bien, esas rosas rojas son venenosas — Dijo el caballero de piscis.

— ¿Eh? No lo sabia — Respondió Tsume un poco asustada.

— Tranquila — Afrodita tomó una rosa azul y se la dió a Tsume.

— Gracias — Dijo amablemente la pelirroja.

— Tal vez no me recuerdas pero soy el caballero más hermoso que resplandece en el cielo y en la tierra soy Afrodita, caballero dorado de Piscis — Se presentó de manera elegante.

— Mucho gusto — Dijo Tsume amable cómo en las demás ocasiones.

— Y a mi me da gusto verte otra vez, Tsume — Dijo Afrodita mientras sonreía.

— Bueno, quería saber si puedo pasar por tu casa.

— Claro que si, corazón tú puedes pasar por mi casa ñ.

— Muchas gracias Afrodita — Ella abrazó a Afrodita y salió para subir las escaleras hasta los aposentos del patriarca una vez que llego entró a dicho lugar.

— Así que tú eres Tsume — Ella observó al hombre que estaba sentado en el trono del patriarca.

Le vino un pensamiento a la mente pero en vez de el sujeto que estaba en el trono era Saga en su lugar y ahí recordó gran parte de algo.

— ¿Usted es el Patriarca Shion, no es así? — Recordó parte de la historia en un punto exacto.

— Así es, no tuvimos el gusto de conocernos por lo que paso con Hades y por qué antes de que fueras enviada aquí yo ya había muerto — Dijo el ariano peliverde.

— Si, ya recordé parte de eso, un gusto en conocerlo — Se inclinó haciendo reverencia ante Shion en forma de respeto hacia su ilustrísima — Había escuchado sobre usted hace años, antes de saber que Saga...

— Lo sé — Dijo Shion mirando atento a la pelirroja. Le recordó tanto a otra pelirroja que estuvo en el mundo hace más de  doscientos años.

— Es idéntica a Natsume — Pensó Shion recordando cosas buenas y malas que pasó con la anterior Aquiles.

— ¿Pasa algo, patriarca Shion? — Preguntó Tsume notando que él se quedó serio unos momentos.

— No, no pasa nada, Tsume — Negó con la cabeza tratando de ignorar por un momento sus recuerdos — ¿Vienes a ver a Athena?

— ¿A-Athena? — Preguntó Tsume confundida.

Y de las puertas de la habitación de Athena salió Saori con una corona y su báculo en mano, asombrando a Tsume, en ese momento Tsume recordó aún más recordó que supo antes que Saori es Athena y recordó cuando uso su armadura de tigre.

— ¡¿Saori?!... — Dijo Tsume estando en shock — ¡Oh si, es verdad ya lo recuerdo!

— ¿Ya recuerdas algo? — Se acercó Saori a ella.

— Solo que...eres Athena, que Saga fue patriarca y que él — Dijo refiriéndose a Shion — Es el patriarca Shion de Aries por lo que Mū me dijo hace tiempo y que yo porte esa armadura hecha pedazos que estaba en la casa de Aries...— Dijo divagando en sus recuerdos que ya casi no eran tan borrosos como antes.

— Bueno pues te tengo un regalo Tsume — Dijo Saori — Tal vez lo recuerdes, tú la portaste para ir a salvarme.

Athena se hizo a un lado dejando ver la caja de Pandora que estaba detrás de ella, donde estaba la armadura de Aquiles.

— Esa armadura...— Dijo Tsume asombrada.

— Te traje aquí a Grecia para ver si ya podrías recordar más cosas — Le dijo Saori a Tsume quien la miró asombrada — Y por lo que veo, mientras pasaste por las doce casas parece que hice bien en traerte y quiero saber si quieres volver a ser un caballero femenino de Athena, Tsume.

Athena en realidad sabía que Tsume no podía descuidar su misión, aunque en el fondo no quería comprometer a la pelirroja en arriesgar su vida pero el santuario necesita de Aquiles.

Aunque Saori planeaba hacer que Tsume fuera una Kido viviendo una vida normal como la que siempre quiso darle desde hace tiempo pero sabía que era imposible.

Tsume solo lo pensó y después sonrío poniéndose de pie, la caja donde estaba la armadura de Aquiles comenzó a brillar saliendo de la caja colocándose nuevamente en Tsume.

— Aún debo cumplir con mi promesa, Saori — Sonrió confiada, esa sonrisa que siempre mostraba a todos con gran orgullo.

— Así es Tsume — Dijo Saori felíz, sabía que no importaba lo que pasara, Tsume siempre estaba ahí para proteger a todos.

(...)

Después de explicarle algunas cosas a Tsume ella salió para ir a la casa de Escorpión.

— ¡Maestro Milo! — Dijo Tsume entrando rápidamente — ¡A estrenar!

El caballero dorado estaba feliz y emocionado, reviviera viejos tiempos de los que a él siempre fueron los mejores.

— Debo recordar mis habilidades otra vez — Dijo Tsume tomando enserio en volver a ser una caballero de Athena.

— ¡Vamos y se exactamente donde entrenar!

Tsume y Milo habían ido al lugar donde comenzó su entrenamiento, en la Isla Milo.

Tsume estaba felíz ya que ese era un comienzo, recordando una gran parte de su vida, era como en el inicio, sin saber quién era y de dónde provenía.

Pero si sabía una cosa, ella vino al mundo a proteger a sus seres queridos que hacía con el tiempo al estar en la tierra.

Aunque...le faltaban más detalles que recordar aún.