✰Garras Infinitas✰ {Saint Seiya}

Cap 2. Mitsumasa Kido, Amigos y Comenzar De Nuevo

Tsume había despertado en una habitación de un hospital, recordó lo que paso, se preocupo al momento por que quería saber donde estaba Tsubasa pero no la vió por ningún lado, se levantó de la cama y salió de la habitación buscando a Tsubasa.

— ¿Señora Tsubasa?...¿Señora Tsubasa? — La llamó estando en el pasillo de ese hospital, buscando a Tsubasa en las habitaciones hasta que la encontró, estaba acostada en una cama con muchos aparatos conectados — Señora Tsubasa...

Tsume miró con tristeza a la mujer que cuidó de ella, sintió enojó al no haber podido ayudarla desde antes, pero de pronto alguien entró llamando la atención de la niña.

— Pequeña, no puedes estar aquí, la paciente debe descansar al igual que tu — Le habló amablemente una enfermera.

— ¿Que le paso? — Preguntó Tsume para saber la situación médica de Tsubasa.

— La Señora Tsubasa Yamazaki esta inconsciente aún, el golpe en la cabeza fue muy fuerte dependiendo que el material con el que la golpearon y esperamos ver si despierta ya que ha pasado 3 días pero nos preocupamos por ver que despierte...¿Tu eres su hija?

— Emm...yo — Tsume iba a responder pero fue interrumpida ya que apareció un tipo, un hombre millonario conocido y dueño del hospital, Mitsumasa Kido.

— Disculpe ¿Donde esta la niña que venia con la señora Yamazaki? — Preguntó el hombre.

— Oh, es ella — Dijo la enfermera refiriéndose a Tsume — Justo ahora la llevo a su habitación.

— ¿Quien es usted? — Preguntó Tsume haciendo que Mitsumasa la mirará, el hombre pudo ver que era la niña que estaba buscando desde hace años.

— Soy Mitsumasa Kido — Se presentó, había esperado mucho por encontrar a la pelirroja que tenía en frente — Vine por tí.

— ¿Por mi? — Cuestionó Tsume y el sujeto volvió a hablar.

— Me contaron que la señora Yamazaki estaba a cargo de ti pero ella no esta en condiciones de cuidarte, tú vendrás conmigo pero debo de hacer unas cosas antes así que irás al orfanato de la fundación Kido — Dijo el hombre.

— Bueno...esta bien — Tsume regreso a su habitación mientras Mitsumasa Kido hablaba con un doctor para saber si le darían de alta a Tsume.

(...)

Cuando dieron de alta a Tsume, Mitsumasa Kido la llevo al orfanato mientras arregló unos papeles de adopción para adoptarla ya que él sabia algunas cosas que Tsume desconocía demasiado.

Estaba en ese lugar que estaba lleno de niños y niñas, Tsume desconocía mucho el lugar donde estaba ya que no recuerda mucho sobre sí misma, estaba sentada bajo un árbol apartada del resto hasta que un niño de cabello castaño y moreno la sacó de sus pensamientos.

— Hola — Saludó el niño con una sonrisa.

— ¿Hola? — Respondió ella confundida.

— ¿Cual es tu nombre? — Preguntó el castaño.

— Tsume... — Respondió.

— Yo soy Seiya — Dijo el niño.

Era extraño para Tsume, por un segundo creyó haber visto a ese niño antes, en esos recuerdos borrosos de una vida pasada, de pronto dos niñas se acercaron a ellos.

— Seiya — Llamó una peliazul al niño de cabello castaño.

— ¿Seiya...quien es ella? — Preguntó la hermana mayor del niño.

— Ella es Tsume, es la recién llegada — Dijo Seiya.

— Hola Tsume, yo soy Miho y ella es Seika, la hermana de Seiya — La peliazul presentó amablemente.

— Mucho gusto, Tsume — Dijo Seika amablemente.

— Igualmente Seika y Miho — Dijo Tsume amable también.

— ¿Quieres jugar con nosotros? — Preguntó Miho.

—...Si...esta bien — Se levantó junto con Seiya y fue a jugar con ellos pero no tenía ni idea de como jugar pero después ya supo como seguirles el juego.

(...)

Había pasado como una semana, fue agradable para Tsume estar allí, aún que no pensó que Mitsumasa vendría tan pronto  por ella y...por Seiya.

— ¡No! ¡No me lleven! ¡Seika! — El niño fue llevado por unos hombres al servicio de Mitsumasa.

— ¡Seiya! — Gritó Seika desesperada, no quería que la separarán de su hermano menor.

Tsume no opuso resistencia cuando fue llevada ya que sabia que ese señor Mitsumasa vendría por ella pero...

¿Por qué Seiya también? Se preguntó.

Una vez que llegaron a la mansión Kido apareció un tipo calvo llamado Tatsumi que los llevó con otro montón de niños a unas habitaciones donde dormirían, despues de instalarlos los mando llamar a todos para reunirnos.

— ¡Silencio! ¡Pongan atención al amo Mitsumasa! — Ordenó Tatsumi.

— Ustedes están aquí por una razón muy especial...— Dijo Mitsumasa mirando a esos niños.

Los explicó que los adoptó para entrenarlos y así convertirlos en caballeros para proteger a la diosa Athena quien reencarnó en este siglo, pero lo que no dijo es donde estaba Athena pero eso lo descubrió Tsume mucho después.

Fue cuando Tsume estaba buscando al Señor Mitsumasa para hablar con él pero escuchó la conversación de él con Tatsumi, resultó que esa niña Saori Kido la nieta del Señor Mitsumasa Kido era Athena, es difícil creer que alguien como ella sea la diosa Athena pero Tsume decidió no decir nada sobre eso, después de que Tatsumi y el señor Mitsumasa cambiaran de tema, Tsume entró a la habitación.

— ¿Que se te ofrece Tsume? — Preguntó Mitsumasa, solo con la pelirroja tenía ciertas consideraciones.

— Quisiera pedirle un favor...bueno dos favores — Habló un poco segura de sus palabras.

— ¿De que se trata? — Preguntó el señor Kido.

— Solo quiero saber de donde provengo, no recuerdo de donde vine y si tengo familia en algún lado — Dijo Tsume un poco esperanzada en que Mitsumasa supiera algo.

— Averiguaré lo que pueda pero sabes lo que debes hacer a cambio — Fue lo único que respondió Mitsumasa.

— Y sabe que lo haré, no se preocupe — Dijo Tsume afirmando la aceptación de la condición.

— ¿Y cual es el otro favor? — Preguntó Kido.

— Quería saber...como esta la Señora Tsubasa — Eso último lo dijo un poco triste.

— Ella despertó hace días con un poco de amnesia ya fue llevada a su casa pero no recordo nada sobre ti...lo siento Tsume — Aunque costaba creerlo, Tsubasa no recordó a Tsume, el golpe en la cabeza le afectó pero eso era lo mejor.

— No hay problema — Respondió aguantando las ganas de llorar — Solo quería saber si esta bien y ahora ya lo se, con su permiso me retiro — Tsume se fue para ir a su habitación.

La verdad le hizo sentir mal que Tsubasa no recordó nada de ella pero así es mejor, no quería que se preocupe tanto por ella ahora que estaría en casa de los Kido.

Tsume ahora tenía otra meta, entrenar para ser caballero de Athena, la idea sonó muy loca al principio para ella pero después de haber liberado ese poder de ella para atacar a esos ladrones supo que eso tenía que ver con Athena.

No le importaba el riesgo, quería respuestas y estaba dispuesta a buscarlas si era necesario, no importaba si tenía que hablar con la misma Athena o Zeus para que le dijeran lo que quería saber pero por el momento tendría que conformarse con esforzarse y lograrlo por sí misma.

Y no solo eso, la idea de ser caballero de Athena fue algo que hizo "click" en su mente como si supera de que se trataba ello pero poco a poco eso le desenvolvería algunos enigmas de su existencia.