✰Garras Infinitas✰ {Saint Seiya}

Cap 10. Descubrír, Comer y Conocer

Habían pasado un tiempo desde que Tsume siguió entrenando con su maestro Milo pero durante el entrenamiento Milo la atacó en su punto débil (El talón de Aquiles) ya que durante este tiempo averiguó algunas cosas de Tsume como eso de su punto débil era en su talón también iba a averiguar más ya que el patriarca también estaba enterado de ese detalle.

— Su santidad me dijo que quería ver a Tsume por alguna razón pero debe ser por que Tsume es una reencarnación y por lo que veo ya se quien se trata...— Pensó Milo mientras peleaba cuerpo a cuerpo contra  su discípula — De pronto noté que Tsume se desmayó ya que la ataque con aguja escarlata en su talón aunque tarde mucho ya que sus pies son rápidos pero ya se cual era su punto débil — Pensó Milo pero luego se preocupó al ver a Tsume inconsciente en el suelo — ¿¡Tsume!? ¿¡Estas Bien!? ¿¡Tsume!? — No recibió respuesta de ella.

Extrajo el veneno de la aguja escarlata pero cuando quitó las vendas de sus pies tenia un Kanji en su talón (アキレス) «Akiresu» (Aquiles) eso le sorprendió a Milo pero él ya lo sabía.

— Así que Tsume es la reencarnación del guerrero Aquiles tendré que informarse lo a su santidad — Pensó el caballero dorado.

Una vez que extrajo el veneno cargó a Tsume en sus brazos y la llevó al santuario a la casa de Escorpión para ser exactos, la dejó recostada en una cama que tenía en la casa y salió para hablar con su santidad sobre Tsume.

(...)

Cuando desperté la joven despertó notó que estaba en otro lugar, no estaba en la isla, miró a su alrededor y notó que estaba en un templo era muy hermoso por dentro, se levantó de la cama y fue a explorar el lugar.

Cuando miró por todas partes se di cuenta que era la casa de escorpion.

Habían un montón de templos más, era el santuario, el lugar le parecía familiar, tanto que sabía por donde caminar, de pronto siguió al instinto del olfato cuando olió un delicioso aroma a comida, bajó las escaleras en busca de dónde provenía ese olor, no le importó irse entre las rocas solo para bajar de la casa de Escorpion a Tauro.

Cuando entró encontró una enorme mesa con mucha comida deliciosa pero cuando quiso acercarse más, alguien apareció.

— ¿Tú que haces en la casa de Tauro? — Le habló una voz imponente y fuerte. Era un tipo muy alto, parecía un Titan, tenía una armadura dorada.

— ¿Que te pasa, niña? — Preguntó el caballero dorado de Tauro al ver que la niña estás asombrada por su presencia.

— ¡Eres muy alto! Tú eres el Caballero Dorado de Tauro — Afirmó ella al ver la armadura y la casa donde estaba.

— Veo que eres una niña lista, yo soy Aldebaran, Caballero Dorado de Tauro — Dijo de manera imponente y orgullo de su puesto.

Tsume estába sorprendida y feliz, el hombre de alta estatura se le hacía conocido, hasta el nombre pero la apariencia era un poco más distinta al que ella había visto en sus recuerdos.

— ¿Y que haces aquí? ¿Como es posible que Mū te dejará pasar? — Preguntó Aldebaran.

— ¿Mū? Yo vengo de la casa de Escorpión — Aclaró ella.  

— ¿Escorpión? ¿Oh, entonces tú eres la discípula de Milo?

—.Así es y usted...¿Era el que preparaba esa deliciosa comida que el maestro Milo me trae a la isla?

— Así es — Afirmó Aldebaran.

— ¡Tienes un excelente sazón, tu comida es deliciosa! — Dijo felíz.

— Me alegra que te guste mi comida y como ya que es la hora de la comida ¿No se si quieras acompañarme? — Al caballero le agradó la actitud de la pequeña pelirroja.

— ¡Yo encantada!

Mientras que Tsume acompañaba a Aldebaran a comer, Milo estaba con el Patriarca hablado de la misma.

— Y como verá Santidad, estoy seguro de que ella es la reencarnación del guerrero Aquiles...

— Hiciste bien en traerla al santuario, ansió conocerla en persona pero dejá que conozca el santuario por lo que me contaste ella es muy talentosa — Dijo Arles.

— Por algo soy su maestro.

— De acuerdo cuando despierte la traes ante mi, quiero conocer a la reencarnación de Aquiles.

— Así será su Santidad — Milo hizo una reverencia y se fue a la casa de Escorpión para ir por Tsume para ver si despertó, cuando vió que no estaba la busco por todas partes hasta que fue a la casa de Mū para ver si no la vió ya que en las demás casas (o templos) no había nadie pero aún no fue a la casa de Tauro.

— ¿Mū, no has visto a una niña pelirroja llamada Tsume? — Preguntó Milo.

— No, lo siento no la eh visto ¿Ya le preguntaste a los demás? — Dijo el caballero dorado de Aries.

— Ya la busque en las otras casas pero me faltó buscarla en la casa de Aldebaran.

— De seguro debe de estar ahí o en el campamento de Athenas — Fue las dos opciones que pensó Mū.

— Iré a buscarla en la casa de Tauro — Dijo el escorpión.

— Te acompaño, debo ir a ver a Aldebaran — Comentó Mū.

— De acuerdo — Ambos caballeros salieron de la casa de Aries para ir a la casa de Tauro.