Cap 57. Kraken Vs Cisne ❄ (Parte 1)

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Hyoga había llegado al Pilar del Océano Ártico, cuando estaba en el lugar sintió un frío y un cosmos que jamás creyó volver a sentir.

— ¿Quien eres? ¡Muéstrate! — Exigió Hyoga al sentir ese cosmos.

— Hyoga no pensaba que te volvería a ver jamás, la armadura de cisne te queda bien — Dijo una voz entre las sombras.

— ¿Como dices? — Hyoga se asombró de que él supiera su nombre —  ¿Quien diablos eres? — Preguntó cuando al fin vió al sujeto mostrarse.

El marino se quitó su casco mostrando su verdadera identidad ante a los ojos de Hyoga.

— ¡Eres...Isaak! — Exclamó sorprendido — ¿¡De verdad estas vivo!?

— Te prometo que no soy un fantasma — Dijo el peliverde.

— Isaak Jamás olvidaré lo que hiciste por mi — Dijo Hyoga arrepentido — ¿Podrás perdonarme algún día lo que paso?

Hyoga al igual que Isaac recordaron lo que paso ese dia. Cuando Hyoga solo acepto ser caballero para ver a su madre y cuando Tsume destruyó esa pared de hielo junto con el enorme hielo del centro dejando ver el barco, la primera vez que Hyoga entró por poco muere al intentar ver a su madre pero Isaak se había sacrificado por él para salvarle la vida.

Pero en ese momento Isaac se puso frente a Hyoga y le dió una fuerte patada haciendo que cayera al suelo.

— Este no es un mundo perfecto Hyoga, el Isaak que tienes en frente el es General Protector del Pilar del Océano Ártico, Isaak de Kraken — Dijo con frialdad en sus palabras.

— ¿Un General? — Dijo Hyoga — ¡Imposible Isaak! Tú eras un hombre íntegro y justo, eras el mas indicado para portar esta armadura de cisne — Se puso de pie — ¡¿Por que te has convertido en un general?! — Exclamó confundido y enojado — ¡Dime el por qué!...y esa cicatriz en tu ojo es...

— Así es, de la vez que te salve la vida, por arriesgar la mía — Respondió Isaak.

— Y todo por mi culpa — Dijo Hyoga triste — Anda, no tengas piedad de mi, por mi culpa perdí a un gran amigo que pensé que había muerto.

Y hay fue cuando Isaak lo atacó lastimándole su ojo izquierdo igual que el que Isaak no tenía.

— Esta es una herida superficial — Dijo Hyoga — Atacame con lo que tengas...o por lo menos dime que fue lo que te paso aquel día.

— Te lo diré — Dijo el marino de Kraken — ¿Recuerdas cuando te conté la leyenda del Kraken? — Hyoga asintió — Bueno, ese monstruo atacaba sin previo aviso a las embarcaciones más grandes devorando a todos sus pasajeros, hasta el día de hoy le temen a esa leyenda, sin embargo el Kraken perdonaba a los inocentes y en cambio devoraba a todos los hombres malvados no tenía ningún tipo de piedad contra el mal, pero...— Dijo Isaak haciendo una pausa recordando ese día — Ese día cuando te salvé, pensé que era mi fin pero vi al kraken frente a mí — El recuerdo de ese día paso por su memoria — Pensé que solo era una ilusión pero después vi a una mujer que fue la que me salvó.

Al mencionar a una mujer, Hyoga se sorprendió y Isaak continuó con su relato.

— Lo curioso es que esa mujer se parecía a esa chica que fue a Siberia con el amigo del maestro Camus — Dijo Isaak recordando perfectamente a una mujer de cabellos rojos intensos en risos, rostro maduro de una mujer joven pero vestía como una reina del mar.

— ¿Tsume? — Exclamó Hyoga confundido y asombrado.

— Exacto, podrías decir que se parecían un poco, ella fue quien me trajo al reino de Poseidón junto con alguien más — Dijo el peliverde refiriéndose a Patroclo — Dijo que era quien se encargaba del lugar en la ausencia de Poseidón, quien dijo que debía portar esta escama de Kraken y aparte cuando me enteré que tú te convertiste en caballero de Athena y sobre lo que le paso al maestro Camus y también sobre mentir de mi existencia — Dijo con enojo eso último.

— ¿A que te refieres? — Preguntó sin recordar lo último.

— Hablado de Tsume — Dijo Isaak mirando en otra dirección—  Justo la vi por estos lugares, se que ella había preguntado por mi y le dijiste mentiras.

— No quería decirle que estabas muerto cuando lo creía no como ahora — Dijo Hyoga.

— Y le debo la vida a esa mujer Nereida — Dijo refiriéndose así a la Diosa Tetis — Por salvarme y le jure lealtad a ella y a Poseidón quien a resucitado en su reencarnación para purificar el mundo como era antes de ser corrompido.

— Eso es imposible, no todos los humanos han sido corrompidos.

— Serán comida para el kraken, él no perdonará a los malvados y si te preocupan los inocentes ellos se salvaran con el cargo de sus conciencias, tal vez Poseidón los perdone al mostrar respeto hacia él.

— No lo permitiré, si eso lleva a acabar con la vida de los demás y de Athena — Dijo Hyoga negándose.

— ¡No tendré piedad de ti Hyoga! ¡Aurora Boreal! — Isaak atacó a Hyoga con su técnica.

Hyoga intento seguir la pelea atacado a Isaak pero el Kraken logró dejar mal herido a Hyoga pero de pronto había llegado Kiki con la armadura dorada de Libra.

— ¡Hyoga! — Exclamó Kiki al ver herido al cisne en el suelo.

— ¿Tú que haces aquí? — Le preguntó el marino de Kraken — Y con la armadura dorada, así que, así es como lograron destruir los pilares, no permitiré que destruyan los demás — Isaak iba a atacar a Kiki pero un cosmos poderoso se hizo presente atacado a Isaak.

Él supo de quien era de inmediato ya que una vez sintió ese cosmos cuando estuvo en Siberia al ser ella que destruyo la pared de hielo y también sintió su cosmos al pelear con Io de Escila.

— No te permitiré que le pongas una mano encima a mi amigo Kiki ni a la armadura dorada — Dijo Tsume apareciendo en el lugar.

— ¡Tsume! — Exclamó Kiki felíz.

— ¿T-Tsume? — Dijo Hyoga débilmente en el suelo.

— Tsume no pensé que tendría el honor de verte otra vez — El marino de Kraken por extraña razón sonreí al verla.

— ¿Isaak? — Ella lo reconoció al verlo — ¿Hyoga por que me mentiste?

— Yo no quería que supieras que por mi culpa Isaac había muerto y por culpa de haber querido ver a mi madre — Dijo Hyoga poniéndose de pie — Tuviste razón siempre, debía dejarla y continuar con mi vida pero no puedo — Dijo el cisne con tristeza esas palabras.

— Si puedes, nos tienes a nosotros y tú mismo me dijiste que tenías un nuevo propósito y es proteger a Athena — Le dijo Tsume con palabras firmes mirando al cisne que la observó sorprendido.

— Tsume siempre tuvo pensamientos de un verdadero caballero — Dijo Isaak — Eso lo admiro pero lo que no sabia es que eres una nereida aparte de la reencarnación de Aquiles.

Dijo el Kraken a lo que Tsume le sorprendía que el peliverde lo supiera, tal vez era por qué él sabía cosas que Tsume no.

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