Cap 16. Las Rosas Son Rojas 🌹 , El Cabello de Afrodita Es Azul ♓

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Al entrar a la casa de Piscis había un aroma dulce en el templo, habían rosales por donde pasaran, de diferentes colores.

Aioria le dijo a Tsume que tuviera cuidado con tocar alguna rosa ya que algunas eran peligrosas, eran venenosas y otras no tanto.

Pero la rosa más hermosa y venenosa apareció frente a ellos usando la armadura dorada de la constelación de Piscis, un cabello celeste y brillante, unas pestañas largas que le daban un encantador toque a sus ojos azules, miró a sus dos invitados que yacían en su templo.

— Oh, Aioria que agradable visita y que linda niña ¿Quién es? — Habló de manera suave y elegante.

— Ella es Tsume es la discípula de Milo — Dijo Aioria — Y ella va a ir a ver a su santidad.

— De acuerdo, Tsume mi nombre es Afrodita, caballero dorado de piscis — Afrodita le entregó una rosa roja a Tsume.

Lo curioso es que todos los caballeros dorados sintieron esa sensación de haber conocido a Tsume desde siempre haciendo que tuvieran la confianza de hablarle.

— Mucho gusto y gracias — Correspondió el saludo Tsume y dijo agradecida por la rosa.

— Eres muy linda ¿Como es que llegaste hasta esta casa? — Le preguntó Afrodita a Tsume, ya que no todos lograban llegar hasta ese punto de la cima de las doce casas.

— Pues Mū, Aldebaran y maestro Milo me dejaron pasar por sus casas, tuve que pelear contra Angelo de cáncer...— Comentó con algo de gracia.

— ¿Angelo? — Afrodita comenzó a reírse — ¿¡Espera!? ¿Luchaste con DeathMask? ¿Pero como es que estas viva? — Dejó de reír al preguntar eso, sabía las habilidades del caballero de cáncer pero no creyó que DeathMask sería capaz de dejar viva a Tsume.

— Angelo colmó mi paciencia pero no pasó a más esa pelea, no preocupes él aún esta vivo — Dijo confiada por aquella pelea de la que salió casi ilesa — Por ahora — Luego sonrió malvadamente ya que esperaba tener otro combate amistoso contra el cangrejo dorado.

Afrodita y Aioria miraron a Tsume confundidos por aquella reacción pero no le tomaron importancia.

— Tsume, oficialmente me agradas, querida — Dijo Afrodita después de escuchar aquello — Al fin alguien que le da su merecido a ese — Dijo bromeado ya que su relación con el caballero dorado de cáncer era algo extraña pero si Tsume logró pasar sobre él y sobrevivir, tenía todos sus respetos.

— Jejeje pero aun quiero la revancha con él — Dijo Tsume riendo un poco.

— No creo que sea buena idea — Pensó Aioria.

— Aww como me hubiera encantado verte pelear contra él — Dijo Afrodita.

— Ojala tenga otra oportunidad y ojala me veas pelear contra él — Tsume era una niña muy confiada en sí misma.

— Tsume tiene que ir a ver a su santidad — Comentó Aioria recordando el por qué estaban allí.

— Oh entiendo — Dijo Afrodita recordando de lo que se habló en la junta con el patriarca hace unas horas — Ojala conozcas a Izumi — Mencionó Afrodita.

— ¿Izumi? — Cuestionó Tsume.

— Ella está en el campamento de Athenas, una niña de cabello azul, seguro tú y ella se llevarán muy bien — Dijo Afrodita refiriéndose a la hija del patriarca. De hecho Izumi era de la misma edad de Aioria pero su apariencia era como de la edad de Tsume.

— Espero poder quedarme mas tiempo aquí en el santuario para conocerla — Dijo Tsume.

— Apuesto a que serían grandes amigas — Comentó el caballero de Piscis.

— ¿Izumi y Tsume? — Dijo Aioria — Por la personalidad de Izumi obvio que se llevaran bien.

— Bueno, no les quito más su tiempo pasen por la casa de Piscis para que vayan con el Patriarca — Les indicó donde estaba la salida del templo.

— Gracias Afrodita — Agradeció la pelirroja.

— De nada, espero verte otra vez querida Tsume.

Aioria y Tsume salieron de la casa de Piscis ya estaban subiendo los escalones pero Tsume se sintió peor de incomoda por el cosmos del Patriarca, sintió esa mala espina otra vez.

— ¿Tsume? — La llamó Aioria cuando vió que ella se detuvo a medio camino — ¿Estas bien?

— S-si...

— No te oyes muy convencida.

— Es que no se por que quiere conocerme — Dijo un poco preocupada, su instinto al sentir el cosmos del patriarca la puso nerviosa.

— No te preocupes...yo iré contigo — En ese momento Aioria la tomó de la mano y siguieron subiendo las escaleras.

— ¡Si estaba nerviosa ahora estoy peor, Aioria me esta llevando de la mano ni que fuera una niña de cinco años! — Pensó Tsume en sus adentros mientras era llevada por Aioria.

Ambos llegaron a las puertas las cuales detrás de ellas estaba el Patriarca.

— Es hora Tsume — Le dijo Aioria.

— Ok — Dijo Tsume tratando de calmarse mientras Aioria abrió la puerta y ambos entraron a los aposentos del patriarca.

✰Garras Infinitas✰ {Saint Seiya} Where stories live. Discover now