Capítulo 88:

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El tiempo continuó su curso, Mariana terminó de cursar, rindió la mayoría de sus finales y comenzó sus merecidas vacaciones. Navidad y año nuevo lo pasaron ambos en Chile, festejando juntos en una cena tranquila y agradable, seguida por una salida con los amigos de Mariana, con quienes Peter se llevaba bastante bien, y finalizando la noche juntos.

No es que hubiera pasado mucho tiempo desde que se reencontraron, aunque habían dado grandes pasos en este corto periodo, pero pese a considerar la posibilidad de regresar a Argentina y pasar las fiestas con sus familiares, decidieron que querían pasarlo en Chile, disfrutar un poco más de la tranquilidad y felicidad que estaban compartiendo, de su pequeña burbuja. Querían estar seguros de donde se encontraban, de su relación, de lo que harían de ahora en más antes de tener que responder a otros.

Y no es que no se encontraban seguros, al menos mayormente pero como dije preferían continuar en su burbuja, al menos un poco más.

Con la llegada del mes de Febrero decidieron que era momento de visitar a su familia. Una buena razón (si fuera necesario, aunque no era el caso) era la llegada del cumpleaños número veinticinco de Victorio. Manteniendo el viaje en secreto, de sus familiares y amigos, sacaron sus pasajes y el jueves a la madrugada se encontraban bajando del taxi que los llevó hasta el aeropuerto.

Lali: tengo mucho sueño ¿por qué viajamos tan temprano? –preguntó apoyada sobre el hombre de su novio, luego de hacer todos los trámites y encontrándose listos para abordar, a la espera de ser llamados-

Peter: querías caer de sorpresa el día exacto del cumpleaños de tu hermano

Lali: ¿por qué me dejaste tener una justificación tan estúpida?

Peter: te dije cuando sacamos el pasaje pero estabas demasiado arriba ese día

Lali: nunca más

Peter sonrió y no dijo nada. Le ofreció acostarse sobre sus piernas, una vez así le acarició el pelo y la dejo descansar un poco más. Él se encontraba igual de cansado pero ambos dormidos sería igual a perder el vuelo, casi seguro. Y pese a necesitar cafeína no quería molestarla, por lo que permaneció esperando y entreteniéndose con su celular por al menos sesenta minutos más. Cuando ya no soportaba más la situación y decidió que tendría que despertarla, porque necesitaba un café o algo que lo ayudara a mantenerse alerta, por los altavoces comenzaron a llamarlos para abordar su vuelo. Gracias a dios.

lali: si algún día tenemos un hijo y comienza a comportarse una quinta parte de lo insoportable que era ese mocoso lo doy en adopción. –comento enojada de camino a la casa de sus padres, una vez de regreso a su país.-

Peter: claramente no vas a ser psicóloga infantil –se burló- aunque me gusta que nos proyectes con hijos, los nuestros serán más educados.

Lali: espero que no sigan tu repertorio juvenil

Peter: ni en chiste, ellos no necesitaran recurrir a eso –dijo serio- la falta de descanso te vuelve bastante gruñona –comentó aunque ambos ya lo sabían, lo cual no explicaba porque ambos aceptaron viajar tan temprano sabiendo lo poco que descansarían-

Lali: te dije que había que acostarse temprano

Peter: teníamos que disfrutar nuestro último tiempo totalmente solos –sonrió pícaro recordando como despidieron Chile- y no te oí quejarte tampoco

Lali: solo me quejo porque tengo sueño

Peter: pero valió la pena

Lali: mmm pudo ser mejor

Ciegamente EnamoradosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora