Capítulo 73:

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Emilia: no puedo creer que al fin estés comiendo mi amor, no sabes lo contenta que me pone –dijo con una radiante sonrisa mientras miraba a su hija alimentarse-

Lali: no exageres, estaba comiendo –contestó sin emoción mientras se llevaba el tenedor a la boca-

Emilia: no como deberías y tú lo sabes- su hija no contestó- igual no quiero pelear ni tampoco retarte. ¿Qué quieres hacer?

Lali: estoy comiendo mamá

Emilia: -suspiró resignada, no podía esperar que cambiara totalmente la actitud de un día para otro- mmm ¿por qué este cambio de actitud hija?

Lali: ¿preferís que coma como antes?

Emilia: solo estoy tratando de entenderte...

Lali: no es necesario

Emilia: tal vez alguien tuvo que ver –dijo con una sonrisa-

Lali: se me cerro el estómago –dijo corriendo la bandeja- tengo sueño, buenas noches –contestó cortante, como durante todo el tiempo que llevaban conversando-

Emilia: que lastima que no seas capaz de ver que no sos la única que sufre, que te comportes de esta manera todo el tiempo, entiendo que la más perjudicada sos vos, que tenes todo el derecho de estar así pero no vas a lograr nada encerrándote estamos todos acá para vos pero si no colaboras vas a estar cada vez peor. ¿Sabes qué? Mejor te dejo "dormir", seguir encerrándote en vos misma o lo que se te cante ya tuve un día bastante duro como para terminarlo así. –enojada se levante y se dirigió a la puerta-

Lali: para... yo –suspiró- perdón- dijo con los ojos llenos de lágrimas-

Emilia: -tomo aire- perdóname vos mi amor, no quería hablarte así- contestó acercándose y corriéndole el pelo de la cara, cuidadosamente con miedo a que se corra-

Lali: no quiero hacerlos pasar por esto...

Emilia: no es algo que vos decidas hija, es lo que nos toca, te paso esto y todos nosotros decidimos estar con vos pero la frustración no es buena consejera y uno termina desbordándose, perdoname .

Lali: -tomo aire y se limpió los ojos. No quería llorar-

Emilia: hija, llorar te va a ser bien

Lali: no, no quiero llorar. –no voy a darle ese gusto, pensó-


Ese día la conversación quedó ahí, Emilia puso la tele, le contaba las noticias y nuevos chismes que salían pero rápidamente la apagó porque estaban dando nuevos informes sobre su caso y no necesitaban escuchar lo que se decía.


Los días fueron pasando, Lali se alimentaba bien, hablaba un poco más y solo en algunas ocasiones se dejaba tocar pero solo unos segundos.


Euge: es un desubicado ¿o no La? –preguntó sonriendo-

Vico: basta, deja de decir cosas malas sobre mí- su novia le saco la lengua- ya vas a ver vos

Cande: bueno, ya sabemos que están hasta las manos no necesitan andar contando estas cosas. Voy por una bebida ¿alguien quiere algo? ¿La?

Lali: no gracias –contentó con una sonrisa que venía sosteniendo hace unos cuantos minutos y que todos sabían era falsa-

Emilia: ¿cómo están chicos? –Preguntó al entrar en la habitación- me alegro –contestó ante la respuesta general de bien- no quiero echarlos pero en diez minutos es la sesión con la psicóloga asique vayan despidiéndose.

Ciegamente EnamoradosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora