Ciegamente Enamorados

Capítulo 27:

Lali: hoy te comportaste como si fueras otra persona, es muy raro escucharte reír y comportarte como un nene. Me gusta –dijo con una sonrisa luego de unos segundos mientras salían del parque de diversiones -

Peter: si, bueno todo lo que pasó hoy tiene que quedar en secreto

Lali: claro, perderías tu status de chico malo y sexy –un suave, casi imperceptible suspiro acompañó su frase-

Peter: solo lo digo para que Maxi ni Agustín se enteren

Lali: no entiendo cuál es su problema conmigo -dijo enojada-

Peter: me estas alejando de su grupo, ellos lo saben y eso les molesta. A demás podría haberte contado cosas que los pusieran en aprietos, pero retomando lo anterior ¿Cómo es eso de que soy sexy?

Lali: es lo que todas dicen, no te hagas ilusiones porque no puede verte asique no sé si realmente eres, aunque sea, mínimamente sexy

Peter: yo creo que podríamos repetir lo que hiciste en el parque para conocer mi cara pero esta vez con mi cuerpo

Lali: no te zarpes Lanzani

Peter: como digas Esposito, yo sé que internamente lo deseas por eso la oferta sigue en pie hasta que decidas tomarla.

Lali: sentate y espera tranquilo –contestó con una sonrisa-

Peter: yo sé que un día lo vas hacer, no lo dudo.

Lali: para ser un chico malo sueñas demasiado despierto

Peter: lo último que se pierden son las esperanzas

Lali: supongo

Peter: pero por ahora con un beso me conformo –segundos después la tenía entre sus brazos y sus labios estaban unidos- o tal vez dos – beso- o tres –beso –o...

Lali: ya cállate y bésame Lanzani –lo interrumpió-

Él no se hizo rogar y la beso. Siguieron así hasta que ella comenzó a temblar mínimamente, pero eso bastó para que Peter se separa y le prestara su campera.

Peter: busquemos un taxi y volvamos

Lali: no quiero ir a casa todavía –le respondió hundiéndose en su pecho-

Peter: ¿y qué queres hacer? –preguntó abrazándola-

Lali: ni idea, solo no quiero separarme de ti

Una sonrisa enorme surgió en el rostro de él

Peter: está bien, entonces vamos por un taxi –ella se alejó y frunció el ceño- confía en mí no vamos a tu casa

Lali: lo haces sonar como si en mi casa me maltrataran –dijo ella con una pequeña sonrisa-

Peter: ay dios, sos cambiante eh! Mejor vamos –dijo empujándola suavemente para que caminara-

Lali: no pienso subirme a eso eh!

Peter: ¿cómo qué no?

Lali: ni loca

Peter: Ni siquiera sabes cómo es!

Lali: justamente por eso!

Peter: te subiste a las montañas rusas como unas 15 veces y ¿no sos capaz de subirte a una moto?

Lali: no es lo mismo, no quiero. –Dijo sentándose en el pasto y apoyando la cabeza en sus piernas-

Peter: ¿por qué? –preguntó acercándose a ella-

Lali: no me hacen sentir segura

Peter: ¿alguna vez te subiste?

Lali: de pequeña, mi tío tenía una moto y yo siempre le pedía que me llevara para todos lados en ella –le contó con una sonrisa triste-

Peter: ¿y qué pasó?

Lali: -suspiró profundamente- un día yo quería ir al cine, estaba encaprichada con una película pero mis papás estaban trabajando, Vico estaba con su novia y nadie podía llevarme. Mi tío siempre me concedía lo que yo le pedía asique me aproveche de eso y le rogué que me llevará. El acepto enseguida, me abrigo excesivamente porque era un día horrible y partimos en su moto hacia el cine. A mitad de camino se largó a llover, el camino se volvió resbaloso y poco seguro, un auto se desvió del camino y mi tío al querer esquivarlo termino perdiendo el control de la moto. –las lágrimas caían sin parar de sus ojos- no sé como pero yo me caí de la moto apenas perdió el control, caí cerca de la vereda y me quebré el brazo porque caí mal. El no tuvo tanto suerte –snif- terminó debajo de un camión que venía de frente –Peter la abrazaba fuertemente mientras ella lloraba sin parar- yo quedé inconsciente pero antes lo vi –snif- yo vi todo ¿entendes? fue horrible Pitt, todavía puedo verlo ahí debajo, desangrándose mientras yo no podía hacer nada para evitarlo y todo por un estúpido capricho –comenzó a llorar más fuerte si eso era posible- fue mi culpa

Peter: no lo fue La, fue un accidente

Lali: pero si yo no hubiera insistido...

Peter: son cosas que pasan nadie puede evitarlo tal vez si no hubiera sido esa vez era otra, nadie lo sabe.

Lali: lo sé, pero no puedo evitar sentir que es mi culpa, todos dicen que no lo es pero no estuvieron en mi lugar, no vieron lo que yo, ni sienten como yo, ni saben cómo fueron las cosas exactamente. Yo estaba allí, yo le dije de ir, yo me aproveché de su debilidad hacia mí, me siento tan mal por hacerlo.

Él la abrazo, sabiendo que las palabras no servirían de nada en eso momentos.

Peter: necesitas quitarte ese peso de encima La, no sé cómo, no tengo la menor idea pero sé que no fue tu culpa, son cosas que pasan y no puedes vivir con esa sensación de que eres culpable. –habló minutos después-

Lali: lo sé, es horrible. Fui al psicólogo hace unos años pero luego pasó lo de mi pérdida de visión y las sesiones se dirigieron a ese tema –suspiro al recordarlo-

Peter: tal vez deberías ir de nuevo, retomar este tema. Una nueva psicóloga tal vez te ayude, no creo que todas sean iguales.

Lali: puede ser, no sé –dijo dudosa.

Peter: fue una simple idea La, no me hagas caso.

Lali: - sonrió un poco- gracias por escucharme y preocuparte

Peter: ¿cómo no me voy a preocupar hermosa? –Dulcemente le acariciaba su mejilla- ¿queres ir a casa ahora?

Lali: no –contestó rápido- después de un día tan lindo yo me pongo a llorar y a contarte esto no da, perdón.

Peter: me encanta que confíes en mi chiquita – aún continuaba acariciando su rostro- no pidas perdón, enserio.

Ella simplemente sonrió

Peter: tomemos un taxi entonces, después vengo a buscar la moto –dijo mientras se paraba y la agarraba de la mano para ayudarla a levantarse-

Lali: no

Peter: ¿entonces qué queres hacer La? Hace frío ya, te vas a enfermar –preguntó mientras le acariciaba los brazos dándole calor-

Lali: vamos en la moto –dijo suspirando para alejar sus nervios e intentando sonreír-

Peter: no Lali, te trae feos recuerdos, te acabas de poner mal, no.

Lali: lo peor ya pasó, además necesito enfrentar mis miedos ¿no? Y además contigo me siento segura, sé que no nos pasará nada –dijo elevando las comisuras de sus labios-

Él sonrió

Peter: ¿segura?