Capítulo 12:

3.1K 125 0
                                    


-hacen muy linda pareja –le dijo la señora que los había llevado, a Lali cuando Peter fue a comprarle algo para tomar al kiosco-

Lali sonrió

Lali: no es mi novio

Señora: ah cierto que ahora ya no se ponen de novios, ¿entonces salen o algo así? -preguntó la mujer sin preocuparse por meterse en cosas ajenas –

Lali: no, apenas nos conocemos, creo que somos algo así como amigos pero nada más.

Señora: ¿con derechos?

Lali rió.

Lo chismosa que era la mujer en lugar de irritarla como a la mayoría a ella le daba gracia

Lali: no, solo hace unos días que nos conocemos. No somos nada –volvió aclarar-

Señora: con razón, solo les falta un poco de tiempo y terminaran juntos, es evidente la atracción.

Lali: se equivoca

Señora: claro que no niña, nunca me equivoco en esas cosas. Ya verás que tengo razón

Lali sonreía sin darse cuenta, pensando en ella y Peter como pareja.

Él se hacía ver rebelde, mal humorado, desinteresado por todo pero en realidad, y ella lo sabía, era una persona muy dulce, que sufría y se había equivocado en sus elecciones. Sus amistades no ayudaban, se había desviado pero en el fondo seguía siendo una buena persona.

Pero ella no quería una pareja, ella no iba a estar con nadie nunca. Al menos que alguna operación o tratamiento diera resultado y su vista regresara, en esas condiciones tal vez saldría con alguien pero ciega no, no quería dar lastima, no quería depender de alguien, no quería que alguien tuviera que hacerse cargo de ella como si fuera un bebé en vez de su pareja.

No, prefería estar sola, compartir tiempo con sus amigos y familia.

Nadie se enamoraría de ella, Lali lo sabía. Pero aunque eso sucediera ella no lo obligaría a aguantarla y hacerse cargo de ella. Sabía que era una carga para todos por eso siempre intentaba ser lo más independiente posible, evitando molestias a los demás. Aunque a veces eso fuera muy difícil, porque todos necesitamos la ayuda de los demás en ocasiones.

Peter: toma La –dijo cuando regresó-

Ella estiro su mano, Peter se agacho frente a ella y puso entre sus manos una botella de sprite.

Lali sonrió

Lali: gracias Lanzani

Peter: de nada Esposito

Peter se sentó a un lado y se la quedó mirando

Lali: otra vez observándome como si fuera un unicornio multicolor venido de Narnia Lanzani?

Peter rio

Peter: Alguna día me vas a tener que explicar cómo haces eso!

Lali: ni loca! A demás es una cuestión de desarrollar otros sentidos, el ser ciega tiene...

Señora: ¿sos ciega? –preguntó interrumpiéndola-

Lali asintió

Señora: te manejas demasiado bien

Lali: es cuestión de acostumbrarse, no es tan difícil

Señora: ¿y por qué perdiste la vista?

Peter inmediatamente le lanzó una mirada que haría callar a cualquiera, no creía que a Lali le hiciera bien hablar sobre eso en estos momentos

Señora: lo siento, no me contestes. Lamento ser tan metida, es algo que no controlo.

Lali: no se preocupe, no es nada –le sonrió- y Peter no puedes mirar así a la gente por favor! ¿Qué te pasa?

Peter: tú eres una maldita bruja ¿lo sabes no?

Lali rió pero fue Interrumpida por Sebastián, el veterinario que se estaba encargando de Zeus.

Lali: ¿y cómo está? –Preguntó ni bien escuchó que la llamaba-

Sebastián: mejor, ya le curamos las heridas, le hicimos estudios y por suerte no tiene nada. Eso sí va a ver que limpiarle las heridas una o dos veces por día para que no se infecten y se curen rápido. No son tan profundas asique en una semana o un poco más ya estará perfectamente, cualquier cosa lo volves a traer y listo

Lali suspiró aliviada

Lali: menos mal, gracias Seba –dijo totalmente en confianza ya que, como ella había dicho, siempre llevaba a Zeus allí y conocía perfectamente a la gente que trabajaba en ese lugar.

Sebastián: ¿queres pasar con él? –dijo estirando su mano y poniéndola delante de ella para que se agarre-

Lali: si por favor –dijo agarrándose y caminando juntos, abrazados y riendo, hacia donde se encontraba Zeus-

Por otro lado Peter se quedó mirando esa situación con cara de pocos amigos, sin saber por qué o sin querer aceptar el por qué de su mal humor repentino, se sentó y saco su celular para ver si tenía alguna llamada o algo, aunque ya sabía que en realidad no tendría nada nuevo. Solo quería ocupar su tiempo, no pensar en Lali con ese pibe, que era demasiado joven para ser veterinario, debería ser un ayudante o algo por el estilo pensó.

Señora: linda tu novia eh! Muy simpática –dijo de repente sonriéndole-

Peter: no es mi novia

Señora: ¿enserio? Bueno entonces son tipo amigos con derechos o algo así ¿no? Se nota la química entre ustedes

Peter se la quedó mirando

Peter: apenas nos conocemos, no somos nada y no tenemos química, no llevamos bien nada más

Señora: que negador que son los chicos de ahora

Peter: ¿perdón? –Preguntó indignado frente al atrevimiento que se tomaba la mujer-

Señora: te perdono joven, a veces es difícil aceptar las cosas pese a lo obvias que son, nos pasa a todos no te preocupes


Ciegamente EnamoradosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora