Lali: FAMILIA LLEGUÉ –gritó luego de cerrar la puerta y dejar la mochila a un lado-
Emi: Hola mi amor –se acercó a darle un beso- ¿cómo fue tu día?
Lali: bastante bien la verdad –sonrió recordando sus conversaciones con el extraño no tan extraño ya-
Emi: mmm ¿algo interesante? ¿Algún chico?
Lali: -su sonrisa se borró- no es lo que piensas, deja de soñar. –dijo mientras cuidadosamente y tocando todo a su paso, se dirigía a la cocina por algo de beber-
Emi: hija
Lali: no quiero hablar nuevamente de eso ¿sí? Respétame –dijo interrumpiendo a su madre-
Emi: solo me preocupo por ti
Lali: no tienes que hacerlo –comenzó a caminar nuevamente- hoy va a venir un compañero a hacer un trabajo practico
Emi: ¿alguno de los chicos?
Lali: no, no lo conoces.
Emi: ¿no vas a comer? –Dijo al ver que su hija se dirigía a su habitación-
Lali: ya no tengo hambre –dijo tan solo y continuó con su camino-
Osvaldo: ¿por qué la sonrisita? –Le preguntó su hermano al llegar a su casa-
Peter: -su sonrisa se esfumo- ¿desde cuándo te importa? –le contestó de mala manera-
Osvaldo: solo era una pregunta, tranquilo
Peter: pues guárdate tus preguntas para ti, a mí no me interesan –a continuación camino hasta su habitación pero alguien lo interrumpió-
Julia: ¿no pensas comer chiquitín?
Peter: se me fue el hambre
Julia: -comenzó acariciar el pelo del joven- ¿a qué se debía la sonrisa que tenías al entrar? Si se puede saber
Peter: -sonrió al recordar a Lali, sus respuestas, su sonrisa, dios que sonrisa. Sonriendo aún más negó con la cabeza ¿qué era lo que le pasaba? Se estaba volviendo loco- nada
Julia: mentiroso! –Le pegó en el hombro- agradece que respeto tu intimidad porque la intriga me carcome por dentro-
Peter: no seas violenta che! Y no pasa nada en especial
Julia: -sonrió- esa ni tú te la crees Juan
Peter: ¿por qué te gusta decirme Juan?
Julia: porque me gusta y punto. Ve a tu cuarto, dentro de un rato te llevo la comida
Peter: pero...
Julia: sshh camina! –Lo interrumpió y lo empujó hacia las escaleras-
Peter: vieja loca –susurró-
Julia: ojo con lo que decís Juan, acordate que yo cocino, no vaya a ser que termines envenenado
Peter: -se dio vuelta y la miro- tienes razón, perdóname vieja demente
Julia: Jovencito estúpido vete a la habitación
Peter: -sonrió- que no te escuche mi papá porque te hecha –dijo y a continuación siguió su camino, adoraba a esa mujer. Era la única en la casa con quien se llevaba bien y la única que se preocupaba por él-
Vico: permisoooo –dijo entrando al cuarto con una bandeja llena de comida-
Lali: no voy a comer
Vico: oh si lo harás –dijo mientras se sentaba en la cama al lado de su hermana-
Lali: -suspiro-
Vico: ¿Qué paso con mamá? –dijo mientras dejaba la bandeja sobre su hermana-
Lali: lo mismo de siempre –dijo comenzando a comer cuidadosamente-
Vico: La
Lali: no quiero hablar sobre eso, sabes lo que pienso. No voy a cambiar de opinión asique mejor cuéntame cómo fue tu mañana y olvídate del tema.
Vico: Tengo que hacer una trabajo en grupo con nuevos compañeros
Lali: yo también –sonrió-
Vico: Parece que te cayeron bien –sonrió también contento por su hermana-
Lali: en realidad nuestra tarea es en pareja, y es él bastante creído, soberbio, frio, pero en realidad yo creo que es todo un personaje que se armó.
Vico: ¿por qué?
Lali: no lo sé, pero ya lo averiguaré –sonrió nuevamente- ¿y tus compañeros? ¿Buena onda?
Vico: la mejor, encima me toco con una piba que se parte sola
Lali: VICTORIO!
Vico: ¿qué? –preguntó riéndose-
Lali: soy una hermana celosa y cuida, si no quieres que asesine a ese gato no me cuentes
Vico: ni la conoces –continuó riendo- ¿por qué supones que es un gato?
Lali: porque sé que solo la quieres para revolcarte un rato, si no fuera un mish no pensarías así, bueno no TAN así
Vico: te amo celosita –dijo aun riendo y abrazándola-
Lali: Salí, déjame comer
Vico: ¿no qué no ibas a comer?
Lali: sshh, cállate –dijo mientras continuaba comiendo-
Armando: ¿a dónde crees que vas? –Dijo al ver a su hijo abrir la puerta-
Peter: no te importa
Armando: sos mi hijo, sos menor y estas a MI cargo. Si me importa y sin mi permiso no podes salir
Peter: mira vos che, te aviso que salgo igual CON o SIN tu permiso –dicho esto salió y cerró la puerta tras de sí con un portazo-
Los gritos de su padre se hubieran escuchado por toda la ciudad si su madre no lo hubiera callado segundos después recordándole que los vecinos lo escucharían y pensarían mal de ellos.
Típico, pensar antes en los otros que en su familia.
Peter los ignoro, tomo su moto, su casco y comenzó a recorrer las calles de esa enorme ciudad a gran velocidad para despejar su mente y relejar su cuerpo.
Minutos después llegó a su destino, toco timbre y espero.
Lo primero que vio de quien le atendió la puerta fue su enorme y característica sonrisa, dios esta chica claramente iba a matarlo.
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Ciegamente Enamorados
FanfictionSus padres son los típicos millonarios obsesionados con lo que piensan los demás. Sus hermanos parecen ser perfectos y sus vidas aún más. Cansado de tantas comparaciones y exigencias comienza a rebelarse contra la idea que su familia tiene de la per...