Capítulo 23:

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De repente Lali comenzó a reír sobre los labios de Peter. Este se alejó y la observó intrigado

Peter: ¿qué te causa tanta gracia?

Lali: me imaginé que mi hermano abría la puerta y nos encontraba así –se tentó aún más- yo creo que se le separa la cabeza del cuerpo y le sale humo por las orejas como en los dibujitos

Ella seguía riéndose y Peter tan solo la miraba, con una sonrisa en su rostro.

Peter: ¿eso quiere decir que cuándo me besas pensas en tu hermano? –Preguntó con cara rara-

Lali: no

Peter: ¿y cómo terminaste pensando en eso entonces?

Ella había comenzado a pensar en cómo continuarían, que cosas podrían pasar entre ellos de ahora en más.

Se imaginó la reacción de su familia, el conocer la de él, eso sí le sonaba un fastidio. Si eran como Peter los describía ya le caían terriblemente mal. Ella no era de juzgar a la gente sin conocer pero confiaba en lo que Peter le contaba y además el hecho de que no le hayan permitido a su hijo ser libre, la falta de apoyo en sus propias elecciones y la falta de amor entre otras cosas les quitaba todas las ganas de conocerlos.

Y terminó imaginándose a su hermano, entrando en la habitación, encontrándolos uno sobre otros con sus bocas unidas, sin espacio entre sus cuerpos. Claramente eso no iba acabar bien si llegaba a suceder.

Lali: no importa, no me hagas caso –contestó con una sonrisa. No pensaba decirle hasta donde volaban sus pensamientos y cuanto deseaba que al menos la mínima parte sucediera.

No quería que solo fueran unos besos y nada más.

Pero había que ir despacio

Peter: como te gusta dejar a la gente con la duda eh!

Lali: me encanta –dijo con una gran sonrisa-

Peter: a mí me encantas vos

Lali: lo eh escuchado antes

Peter: acostúmbrate porque estoy seguro de que lo vas a escuchar bastante seguido

Sin más nada que decir, volvió a besarla.

Pasaron la tarde hablando, riéndose, escuchando música y también besándose, claro está.

Peter se encargó de cuidarla, le daba los medicamentos a la hora adecuada, la obligaba a comer cuando ella no quería y se quedó con ella toda la noche.

Durmieron abrazados, soñando uno con el otro, en paz y felicidad.

Los días pasaron, Nico, Gas, Rochi, Euge y Cande fueron prácticamente todos los días a visitar a Lali. La cuidaron, charlaron, rieron y la distrajeron un poco. Ella rápidamente estaba mejorando, sobre todo gracias a las visitas y cuidados de Peter, quien todos los días después del colegio iba a su casa hasta que los amigos de ella le avisan que estaban llegando y él se iba para volver más tarde hasta la madruga.

A veces entraba por su ventana, intentando de no resultar tan obvio ni llamar la atención. Pero luego Emi, Nico e incluso Vico, aunque costó, se acostumbraron a su presencia ahí. Asique entraba por la puerta como una persona normal.

Lali les prohibió hacer preguntas, pero ambos sabían que ellos se morían por sacarse las dudas.

Igualmente no perdían oportunidad de tirar indirectas, pero ellos trataban de ignorarlas y de zafar.

Ya era normal tenerlo en su casa, a su lado, asiéndole compañía, cuidando y también besándola.

Su humor últimamente era muchísimo mejor que lo normal. Y eso ya era bastante.

En cambio el buen humor de Peter era bastante notable, sobre todo para Julia. Quien sonreía a verlo finalmente tan feliz, igualmente él continuaba evitando sus preguntas, todavía no estaba tan seguro como para contarle sobre Lali.

Prefería esperar.

El viernes llegó, Lali ya se encontraba muchísimo mejor asique decidió ir al colegio.

Lali: el mundo no gira alrededor tuyo, te informo por si se olvidaron de avisarte –dijo enojada-

Peter: yo que vos callaría a tu amiguita antes de que se meta en problemas –le habló a Candela-

Lali: Uff qué miedo! Vamos Cande, estoy harta de escuchar a este idiota –se dio la vuelta y empezó a caminar-

Peter: no eres tan valiente al final

Lali: estúpido! –su voz era bastante audible asique él y los demás alumnos sin vida que no podían hacer nada mejor que callarse y prestar atención a su conversación la habían escuchado-

Enojada caminó rápidamente por el pasillo hasta el su salón. Se chocó con medio mundo, la gran mayoría le gritó pero no le importó ella siguió caminando y hasta no llegar a su banco, no paró.

Cande: no le des bola La! Es un estúpido

Lali: no te imaginas

Cande: no entiendo porque un día te trata bien y al otro mal. Ese chico está muy mal de la cabeza.

Lali solo suspiró, la profesora de historia entró al salón y les dio un par de preguntas para responder.

Cande: ¿A dónde vas La? –preguntó cuándo esta se paró-

Lali: necesito despejarme, con este mal humor estoy imbancable

Cande: no te enrosques con él.

Lali: -suspiró- lo sé, lo voy a intentar. ¿Profe puedo ir al baño?

Profesora: acaba de entrar Esposito

Lali: por favor, no me siento bien

Nico: profe, estuvo enferma y todavía no se recuperó bien. Déjela –intervino-

Profesora: está bien Esposito pero que no se haga costumbre

Lali: gracias –dicho esto salió del salón-

Comenzó a caminar lentamente hasta que alguien la agarró de la cintura y los encerró en un algún lugar.

El miedo de que fuera Maxi, o peor aún, Agustín la invadió. Peter la había prevenido tanto de ellos que ya les tenía terror.

- ¿por qué tan nerviosa linda? –susurró en su oído-

Lali: sos TAN estúpido, me asustaste –le pegó-

Él rió

Peter: bueno che, un poco de humor

Lali: ¿humor? Me vivís llenando la cabeza con Maxi y sobretodo con Agustín y pretendes que no me asuste

Peter: bueno, si tienes razón

Lali: obviamente que sí –dijo cruzada de brazos-

Peter: sos demasiado linda enojada. Las ganas de partirte la boca que tenía cuando me estabas gritando hace un rato...

Lali: ¿muchas? –preguntó acercándose seductoramente a él-

Peter: no vas a terminar bien si vas por la vida seduciendo a los chicos así. Ni yo tampoco

Lali rió

Lali: no aguantas nada Lanzani

Peter: ¿queres ver cómo aguanto? –Preguntó presionándola contra la puerta-

Ella sonrió y comenzó a reír suavemente. Eso bastó para que él acortara la distancia y comenzará a besarla como tanto ansiaba.

Lali: buen día – le dijo cuándo se separaron un poco sus bocas, aun sonriendo-

Peter: ahora si puedo comenzar bien el día –sonrió y volvió a besarla-

Ciegamente EnamoradosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora