Ciegamente Enamorados

Capítulo 74:

Lali: ¿cuándo me podré ir?

Nicolas: cuando el médico considere que estas mejor

Lali: estoy comiendo, estoy hablando con la psicóloga, mis heridas ya se curaron ¿qué más quieren de mí?

Emilia: hay ciertos temas que hay que solucionar antes hija

Lali: ¿cómo qué? –Preguntó cansada, pero se arrepintió al instante-

Emilia: -tomo aire- hija hay algo que necesitas saber...

Lali: si, y es cuando me voy a poder ir de acá, no pueden tenerme encerrada como si fuera una criminal cuando el verdadero criminal está dando vueltas por ahí-la interrumpió-

Nico: no es así hija, está detenido

Lali: uff porque eso hace tanto por mí, me hace sentir segura, me quita toda esta experiencia horrible de mi vida, me regresa a como era antes, nos proporciona justicia a todos, nos asegura que va a pagar y por muchos años, que él va a sufrir del mismo modo que tanta gente lo hizo por su culpa...

Emilia: basta hija no digas esas cosas, no nos hacen bien –dijo con los ojos llorosos-

Lali: ¿a quién no le hacen bien? ¿No querían que hable? Pues lo estoy haciendo, y me parece una mierda que ese hijo de puta este, si siquiera es así, en una celda porque la verdad seguro que cuenta con más comodidades que todos nosotros juntos, porque parece que la gente con poder lo puede todo, siempre gana, ¿sabían que no solo me violó a mi sino también a una nena de nueve años? Era una niña por dios y no creo que seamos solo dos, mato gente, robo, vendió droga, es un enfermo y se merece morir. No es justo que compartamos el mismo aire con un apersona tan hijo de puta, él...

Emilia: estas embaraza de ese hijo de puta –dijo llorando, al instante se tapó la boca, no sabía por qué se lo había dicho, justo en ese momento, de esa forma, no sabía que hacer- perdón, perdón se me escapo yo –decía mirando desesperada de su hija a su marido, sin saber que hacer-

Los minutos pasaban y nadie decía nada

Lali: ¿eso era lo que faltaba que me dijeran? ¿Ahora sí me puedo ir? – pese al dolor que sentía no iba a permitir derramar más lágrimas por ese pibe, solo quería irse-

Nico: hija tenemos que hablarlo, no puedes guardarte todo, ya no más. Otra persona depende de ti, lo quieras o no.

Lali: ¿pues sabes qué? No lo quiero, no lo pedí, no pedí que ese hijo de puta me violara, no pedí enamorarme de un idiota que se quería hacer el capo, que por vivir con una familia de mierda termino metido en más mierda y me involucro a mí en toda esa mierda. Pero claro ¿no? yo si tengo que ser responsable, yo si tengo que hacerme cargo de... ni siquiera son mis actos por Dios! ¿Acaso no puedo decidir?

Emilia: -las lágrimas caían a raudales- no... no tienes que hacerte cargo... no – no podía hablar, las lágrimas no se lo permitían-

Nico: podes abortar si así lo deseas- dijo con los ojos llenos de lágrimas, conteniéndose de romperse a llorar- es tu decisión aunque no... es el momento para que puedas decidir algo así, es un tema delicado y...

Lali: ¿me estas tratando de desequilibrada? ¿Loca? ¿O que es lo que queres decir?

Nico: hija cálmate por favor, vamos hablarlo con calma nadie va a juzgar tus decisiones

Lali: claro que sí, no me mientas y menos tan descaradamente, todo el mundo se cree con el derecho de opinar, de decirme que no tengo que guardarme las cosas porque me hacen mal como si supieran que provocaría en mí no hacerlo, es la única forma que consigo para despertarme día a día asique no quiero escucharlos hablar más, también dicen que no tengo que tratar mal a los demás porque también sufren ¿y qué? ¿Entonces yo debo sufrir menos, pensar en los demás porque si no soy una egoísta? ¿Y yo que? ¿Y mi dolor que? –cada vez levantaba más la voz, cada vez se ponía más nerviosa y la situación se iba de sus manos- o claro, ahora van a dormirme verdad? Como si yo fuera un objeto que pueden prender o apagar a su antojo –dijo al sentir como los médicos estaban cerca de ella, inyectándole un calmante- quieren que diga lo que tengo que decir y después no tienen los huevos para soportarlo, hipócritas.