Capitulo 22

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Antes de ir a la carrera, llamé a Allison por como iban las cosas. Sabía que esa mañana era la ceremonia de enterramiento y Allison no estaba animada para nada.

No obstante, cuando le dije lo que iba a hacer esa noche ella aceptó sin pensarlo dos veces y quedamos en que iría a buscarla e iríamos juntas.

Justin se encargaba de ir con la moto de Caden y con él. Quien lo iba a decir, dos enemigos en el asfalto yendo en la misma moto. Mítico.

Cuando llegamos allí me encontré con toda aquella gente que se había enterado de la carrera de los hermanos Wells, creían que esa podía ser la vuelta de dos grandes.

A Megan, no la vi por ninguna parte y mucho mejor no hacerlo. Por que si no, iba a sacar mi arma y dispararle para terminar todo antes.

Y a Jake lo llamaba todo el tiempo para que me dijese que tal estaba. Quería saber que él seguía con Sam hasta que yo terminase con la carrera.

-¿Ocurre algo? No has parado de llamar a Sam para saber como estaba Jake - preguntó Justin apareciendo de alguna parte.

-No, estoy preocupada por él - contesté de lo más tranquila.

Miré atentamente a Justin, lo estudié como si esa fuese la ultima vez que lo viese. Y es que no estaba segura que iba a volver a verlo.

Había perdido tanto tiempo en esperarme y creer que yo podía seguir sin Justin.

Él me hizo creer en el destino que tanto había estado evitando. Y en que no todas las segundas oportunidades que yo daba podían hacerme daño.

Tenía tanto miedo de que me hiciesen de nuevo ese daño y volver al dolor que tuve en un principio que no me daba cuenta que la que se estaba dañando era yo y aquello salpicaba a todo quien se pusiese delante de mi.

-¿Preparada para la carrera? Quedan diez minutos, Kate si ves que no puedes, puedo hacerlo por ti - dejó caer.

Estaba claro que él ya había corrido la noche anterior y estaba preocupado por mi.

Estaba segura de correr, el temor - y lo llamo así porque no se me ocurre otro sinónimo - que tenía en mi cuerpo era el después de la carrera, lo que nadie sabia y sabrían más adelante.

-Estoy bien, nerviosa, excitada, ya sabes. Hace mucho que no estoy montada en una moto - le contesté hundiendo mis hombros.

-Lo harás bien - se acercó a mi y me abrazó.

Ese abrazo lo recibí de la mejor manera que pude. Hundí mi rostro en su pecho emanándome de ese aroma tan característico que él tenía.

-Gracias - susurré para mi, él no lo escuchó.

Nos quedamos unos cuantos minutos así, abrazados, en silencio - si no contábamos con el ruido de fondo del polígono industrial -.

Tenerlo así me hacia sentir más segura y que debía luchar. Por el amor, esas luchas tan románticas y por mi hijo. Tenía a dos personas que quería y necesitaba recuperar ese tiempo que perdí.

Necesitaba volver a sentir el amor que tanto había estado reteniendo. El hecho de estar enamorada, de quererlo más que a nada, de no poder respirar sin él.

Y yo tenía a dos personas que me controlaban, dos que tomaban cada latido de mi corazón. Ellos eran los causantes de mi respiración y que cada día al levantarme fuese otro, vivirlo.

Ser feliz.

-Todavía te queda el ultimo beso y cuando me lo des, serás tú quien decidirás. Tu serás quien diga si quieres seguir o quieres que me aleje de tu vida. Y lo haré, por mucho que me duela, haré lo que hayas decidido. Te quiero tanto, que todo lo que tu desees voy a dártelo.

Vuela Libre #2 (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora