Capítulo 19

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Desde temprano, cuatro policías habían llegado al castillo con una orden de inspeccionar el lugar, aunque en algunos casos Jimin se negaba a abrir algunas de las habitaciones y hacía berrinche como un niño pequeño.

Durante la madrugada Nini había limpiado todo aquello relacionado a Taehyung y Jimin lo había ocultado en uno de los cuartos secretos del castillo.

—Señorita...

—Rose —intervino inmediatamente Nini en cuanto uno de los policías se dirigió a mí.

—Ya veo —mencionó pensativo, más para sí mismo, pero sin dejar de verme, —Es que se me hace un poco conocida.

—No lo creo, es mi sobrina. Estuvo estudiando en el extranjero, pero ya regresó —agregó nuevamente Nini, y lo agradecí porque me sentía demasiado nerviosa en ese momento.

—Este lugar parece no tener fin —interrumpió uno de los policías, mientras hacía una mueca.

—Por eso les dije que debería irse, no hay nadie más aquí —Jimin se encontraba serio, lucía incómodo y algo tenso.

—Si no hay nadie no encuentro motivo para ponerse tenso, ¿no crees? —le respondió desafiante.

—Como quieras, lo digo porque es una búsqueda en vano.

—Eso está por verse. Abre esta puerta.

Jimin sacó de su bolsillo el inmenso juego de llaves e introdujo la número 46 en el cerrojo, siendo este el mismo número que se encontraba en una pequeña placa al lado de la puerta.

Los policías ingresaron a la habitación completamente blanca, incluso las bolsas que cubrían algunos objetos eran de ese color.

—Se van a molestar —susurró Jimin, y aparentemente fui la única que lo escuchó, porque todavía no habíamos ingresado.

Removieron algunas de las bolsas, dejando a la vista algunas muñecas y muñecos de tamaño humano, aunque algunos parecían no ser finalizados.

—¿Para qué son? —se giró uno para ver a Jimin.

—El teatro.

—Eso es increíble, hay de todo en este lugar —sonrió otro, —¿Se encuentra por aquí?

—No, está en otra de las puertas del pasillo.

—Aquí la madera no suena igual, ¿hay algo abajo?

Jimin pareció dudarlo por un momento, pero terminó asintiendo. Se dirigió hacia el policía y removió la alfombra que había bajo sus pies, dejando ver una pequeña puerta, quitó el cerrojo y la abrió, dejando a la vista unas oscuras escaleras.

—No hay luz.

Los policías asintieron y sacaron sus celulares para activar las linternas y lograr bajar.

Jimin me sonrió y me tomó de la mano, para después bajar detrás de ellos, y en cuanto llegamos abajo, solo había más muñecas y partes de sus cuerpos, era más bien como un taller.

—¿Quién las hace?

—Yo —respondió con simpleza, y no puedo evitar observarlo con algo de sorpresa, buscando alguna explicación, —No las toques, no les gusta que nadie lo haga, solo yo —movió la mano de uno de los policías, pero otro ya lo había hecho y Jimin lo vio mal.

Pronto escuché que algo se cayó en el suelo, uno de los policías iluminó, se trataba de uno de los ojos de muñeca, pero este no fue el único, pronto comenzaron a caerse los demás, junto a otros objetos, y en lugar de salir del lugar, los policías decidieron adentrarse más, mientras que yo retrocedí junto a Jimin.

Play with me // Jimin // En ediciónWhere stories live. Discover now