Capítulo 9 / Editado

21.1K 2.1K 759
                                    

A la mañana siguiente, Jimin me observó en la cocina con sus mejillas ruborizadas y permaneció en silencio. Cuando se atrevía a hablar, decía unas cuantas palabras con nerviosismo y esquivaba entrelazar su mirada con la mía. La noche anterior corrió a su habitación tras pronunciar sus últimas palabras.

Pensaba que solo se comportaría así durante un día, pero el tiempo pasaba y su actitud de evasión persistía. Por más que hice el intento de sacarle conversación, encontraba una salida para concluirla con rapidez y se excusaba con que debía hacer algo en la ciudad. Según una de las conversaciones que husmeé, se estaba reuniendo con un amigo, lo que me extrañó porque creía que Nam era el único de carne y hueso, los demás a quienes llamaba así eran peluches.

Según mis cálculos, tenía más de un mes de encontrarme encerrada, pero nunca había visto a Jimin salir hasta recientemente. Me resultó sorprendente mirarlo usar ropa más "normal". Agarró un abrigo del perchero ubicado en la entrada de su casa y pasó a mi lado sin despedirse. Ni siquiera se disculpó al chocar levemente su hombro contra mí, a pesar de ser la clase de persona que pedía perdón numerosas veces por el más mínimo error.

Aquella noche algo lo atormentaba. Suspiraba pesadamente mientras elevaba sus cejas y estiraba la comisura de sus labios hasta crear una línea recta, observaba su reloj una y otra vez con inquietud, no se colocó ninguna crema en su cabello ni lo arregló, simplemente dejó varios de sus mechones ahora rubios caer sobre su frente y cubrir un poco sus ojos.

El día anterior expresó su deseo de teñirse el cabello rubio porque estaba aburrido del rosa y quería un cambio.

—Jimin— lo llamé. Tomé una de las mangas de su abrigo para obtener su atención.

Él se detuvo y me observó expectante. Mi acción fue una simple excusa para que hablara. Tenía la corazonada de que algo no estaba bien, dicho sentimiento me estaba atormentando y necesitaba saber algo más para tranquilizarme.

—Yo... solo ten cuidado—tartamudeé.

Como respuesta asintió e hizo un intento de sonrisa, pero fue borrada en un abrir y cerrar de ojos. Nuevamente hizo el ademán de partir.

—No sé qué rayos está sucediendo. Al menos dime que estarás bien y regresarás pronto.

—Estaré bien y regresaré pronto —contestó de espaldas.

¡Qué literal! No era exactamente la respuesta que esperaba, aunque alivió un poco mi incertidumbre.

Corrí a mi habitación para verlo desde la ventana. Lo último que observé fue su silueta subirse en un auto y desaparecer poco a poco. Cerré la cortina y me coloqué una pijama, prontamente, me acosté en la cama para leer el libro que Nini me dio un par de días atrás, "Marianela". Leí hasta que mis párpados comenzaron a pesar y me resultó difícil enfocar las letras. Dejé el libro a un lado y me rendí ante el sueño.

Sentí unos brazos a mí alrededor e inmediatamente abrí mis ojos asustada. No recordaba haber dormido con nadie. Al ver a Jimin me tranquilicé, aunque la calma no duró mucho tiempo, ya que su cabello estaba mojado al igual que su ropa, sus ojos estaban llorosos y tenía marcado un puchero.

—Abrázame fuerte, Solo Min, por favor— suplicó con la voz un poco temblorosa y quebrada.

Lo rodeé con mis brazos por lo que parecieron infinitos minutos en un intento de reconfortarlo; sin embargo, se quebrantó y las lágrimas no cesaron el recorrido por sus mejillas. Acaricié su espalda con una de mis manos y susurré cerca de un oído un "Todo estará bien", como contestación se aferró más a mí. Sentí mi cuello humedecerse por sus lágrimas.

—¿Te pasó algo malo?

Él simplemente negó con su cabeza como lo había hecho en los últimos días, incluso pensé que no diría nada. De pronto levantó su cabeza y me observó con sus ojos cristalinos.

Play with me // Jimin // En ediciónNơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ