Extra: El teatro de las sombras III

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Tercera escena

Adrien todavía se encuentra desmayado en el oscuro escenario, pero no está solo. Un hombre alto, bien vestido, de buen parecer y cuya presencia jamás pasaría desapercibida, lo espera en la primera fila.

ADRIEN. —¿Dónde estoy? ¿Por qué escucho mi nombre?

LUCIFER. —Señor, tuve que esperarlo por un largo rato.

ADRIEN. —Me parece que no contestó mi primera pregunta, pero ahora tengo otra, ¿quién es usted? La oscuridad no me permite distinguir bien sus facciones, únicamente puedo divisar su dentadura blanca y sus ojos... ¿rojizos? ¿Estoy en medio de una pesadilla?

LUCIFER. —¿Pesadilla? Yo no diría que es una pesadilla, en lugar de eso, es su más afortunada noche. Por cierto, usted todavía está en el escenario, sufrió de un desmayo. Ah, y casi lo olvido, yo soy Luci... Lucio, mucho gusto.

ADRIEN. —¿Y qué hace usted por aquí, señor Lucio? Bueno, si se puede saber? (Toma asiento)

LUCIFER. —¿Yo? Solamente estoy de visita por el pueblo; no obstante, sentí cierta curiosidad por su espectáculo y vine a verlo.

ADRIEN. —Pero, ¡qué vergüenza! No puede ser que tan noble hombre haya presenciado mi infortunio, pensará usted que soy un completo desastre y mi show tan malo como yo. Tal y como los demás, seguramente me ve como un inútil y fracasado

LUCIFER. —Tampoco diría que sus shows son malos y mucho menos usted un fracasado. Simplemente, nadie sabe apreciar la magia, su magia; son todos ellos ignorantes, desconocen el verdadero talento. Además, usted no ha topado con la suerte de encontrar un lugar en el que realmente lo valoren. Fuera de este humilde teatro, habrán personas que verdaderamente serán capaces de aplaudirle.

ADRIEN. —(Entusiasmado) ¿Verdad que sí? Estaba seguro de que no era yo quien estaba mal. Claramente, algunas veces cometemos errores y tenemos días desafortunados, pero esos no son para siempre. Durante muchos años he sentido que esto es lo mío, que nací para cosas grandes y algún día tendré mis bolsillos llenos de dinero y no de conejos.

LUCIFER. —¡Su pasión demuestra su vocación! Estoy completamente seguro de ello, usted nació para más. Incluso, opino que usted debe servirle a un rey y no a un montón de hombres incapaces de ver su talento, todo su esmero y el amor con el que usted planea cada uno de sus actos es admirable.

ADRIEN. —Justo cuando creí que hoy era el peor día de mi vida, me encuentro con usted, alguien que finalmente parece comprenderme y aprecia lo que hago. Estoy muy agradecido con usted, Señor Lucio.

LUCIFER. —(Sonríe) Pero, soy yo quien se siente afortunado. Por fin pude conocerlo... Es decir, escuché a alguien del pueblo hablar sobre sus shows y por eso tenía curiosidad. Además, también estoy agradecido por tan agradable tiempo.

ADRIEN. —Sin embargo, hay algo que todavía no comprendo, ¿por qué me esperó?

LUCIFER. —Tal y como anteriormente lo indiqué, lo considero un hombre talentoso, usted es claramente diferente a los demás. Parece que tan siquiera ha llegado a los 30 años de edad, todavía tiene muchísima energía por gastar y un largo camino a recorrer. Es un botón de rosa, la cual ayudaré a florecer.

ADRIEN. —¿Me ayudará? ¿A mí? ¡Dios mío! Finalmente has dejado caer la gracia sobre mí, esto no puede ser otra cosa aparte de un milagro.

LUCIFER. —Solamente ese dios no hace milagros.

Play with me // Jimin // En ediciónМесто, где живут истории. Откройте их для себя