Capítulo 6 / Editado

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Los días pasaban y la ansiedad comenzaba a invadirme. Le sonreía a Jimin cuando hablaba, pero ni siquiera tenía idea de lo que me decía. Estaba tan perdida en mis pensamientos que no era capaz de aterrizar en la realidad.

Lo que me había dicho Nini daba vueltas y más vueltas en mi cabeza, pero lo cierto era que quería salir de ahí. Deseaba desde lo más profundo de mi alma regresar a mi casa, retomar mis clases de ballet, ver a mi tía y decirle que no se preocupara más porque estaba devuelta, e incluso ir a mi cita pendiente con Jungkook, aunque no tenía mucho tiempo de conocerlo. Me preguntaba si mis padres estaban angustiados por mi desaparición, o quizás ni tenían idea de ella.

El simple hecho de pensar en Jungkook me partía el corazón, aunque al mismo tiempo era mi única esperanza para ser encontrada, porque creo que fue capaz de observar mi secuestro. Igualmente, me sentía culpable, probablemente le causé una especie de trauma. Bueno, si lo pensaba bien, aquel suceso no fue mi culpa, más bien me trataba de la víctima. También tenía la esperanza de que mi familia estuviera preocupada buscándome y se arrepintiera de la manera en la que me maltrataron por años.

Nada estaba bien, Jimin podía ir a prisión si me encontraban. Y sí, después de compartir un tiempo con él comencé a sentir lástima al notar que no estaba cuerdo. Claro, nada justificaba que me haya secuestrado y me retuviera en su casa contra mi voluntad, pero era evidente que necesitaba ayuda profesional urgentemente.

Jimin insistió hasta el cansancio con que me vistiera como una "muñeca", terminé accediendo porque su insistencia me estaba causando una terrible migraña. Eligió un vestido azul para que hiciera juego con su traje y luego hizo que me sentara en el banquito frente a la cómoda para cepillarme el cabello.

—Últimamente te encuentras más callada de lo usual— observó mi expresión en el espejo.

No creí haber sido tan evidente. Últimamente me refugié en mis pensamientos y recuerdos en un intento de escapar de mis circunstancias.

—Extraño a mis seres queridos— solté, él asintió y guardó silencio.

—Estás algo pálida— acarició mi mejilla, —Tal vez deberíamos asolearnos un poco afuera.

Asentí sin mucha fuerza de voluntad y lo tomé del brazo como me indicó que lo hiciera.

Lo único que venía a mi mente en ese momento era la posibilidad de escapar de ahí. Ideé diferentes estrategias para llevar a cabo mi escape, pero cada una de ellas fue opacada con un escenario negativo donde me atrapaban. Todo parecía apuntar a que mi secuestrador en realidad era inofensivo, aunque todavía no estaba completamente segura de ello. Parecía guardar tantos secretos, que me inquietaba. Además, a pesar de no conocer tan bien el lugar, estaba consciente de que deshacerse de mí y ocultarme sería tarea sencilla, porque nadie se daría cuenta.

Nos sentamos en una banquita del jardín. Cerré mis ojos y comencé nuevamente a pensar en el tiempo que había compartido con mi familia, pero todo esto se vio interrumpido en cuanto Jimin tocó mi nariz e inmediatamente abrí los ojos.

Rio con ternura. Parecía un niño pequeño, su risa era demasiado infantil.

— ¿Quieres algo de beber?

—Sí, hace mucho calor —aproveché la oportunidad.

—Iré por algo, regresaré pronto.

En cuanto lo vi adentrarse en el castillo, no dudé en ponerme de pie y comenzar a correr hacia el bosque. En ese instante todos mis planes se borraron. Sentía como si mi vida dependiera completamente de mis piernas. No pensé en lo mucho que mis pies dolerían, o si iba a cansarme, simplemente corrí como si no hubiese un mañana, incluso mi respiración agitada no logró frenarme.

Play with me // Jimin // En ediciónWhere stories live. Discover now