-Todos tenemos una vida complicada y la tuya fue desde el primer momento, ¿me importó? No lo hará. Lo que me importa, la necesidad que tengo es saber que estás protegida. Y si hay un niño de por medio, no importa. Por que lo querré igual que te quiero a ti.
Ahí me tenía cogida. Ahí me había vuelto a enamorar más de lo que ya estaba. Y era posible, era posible enamorarse cada día más de Justin.
-Yo también te quiero Justin, con todo aquello que haya pasado y lo que venga. Con o sin dinero - le dije con voz risueña.
-¿Y sigues teniendo miedo a que te deje de nuevo? ¿Por qué no intentarlo de nuevo? - preguntó.
-Todas mis segundas oportunidades se fueron al garete y eres demasiado valioso para mi como para que tu te marches. No lo entiendes, es sólo que... No sería capaz de volver a perderte, por que no sería capaz de volver a vivir sin ti ni un jodido segundo.
Comimos tranquilos en la mesa de madera importada de España gracias a Reyes - es así como se llamaba la mueblería del pueblo -.
No había tenido oportunidad de poder preguntarle a Sam si había visto el mensaje y menos saber por las caras de Caden. Él estaba echando humo por varias razones.
La primera, tenía a su ex cuñado que rompió una vez el corazón de su hermana pequeña y le abandonó en su casa comiendo; la segunda, que Caden y yo íbamos a concursar esa misma noche en las carreras sin saber que nos deparaba en ellas; la tercera, Caden todavía no era capaz de entender lo que estaba pasando con Megan - y nadie podía hacerlo salvo ella -. Y no sabía si había cuarta o no, Sam le había contado que me había estado ayudando por meses y meses, por no hablar que tuvo varios encuentros con Liam.
A la hora del café, nos fuimos todos al jardín mientras los pequeños jugaban con todos aquellos objetos que tenían y nosotros cuatro en la mesa de terraza que había comprado Caden años atrás.
-Sam, ¿me acompañas a buscar leche fría? - pregunté.
Esa era mi manera de poder estar a solas con Sam y preguntarle sobre lo de Caden. Conocía lo suficiente a mi hermano, él ya estaba tenso por nuestra conversación pendiente que no podía adivinar si Sam ya se lo habría contado.
Sam asintió con la cabeza y las dos nos dirigimos a la cocina en completo silencio.
Cuando llegamos a la cocina me miró.
-¿Ocurre algo? - preguntó - ¿algo nuevo?
-¿No has visto el jodido mensaje? - le pregunté alzando las cejas.
-¿Qué mensaje? - frunció su ceño y rebuscó su móvil - no lo tengo - comenzó a ponerse nerviosa.
-Caden lo sabe todo, vamos a hablar de ello, creía que lo habías visto y le habías dicho que me estabas ayudando - le expliqué.
-Mierda, Caden va a matarme - cerró sus ojos esperando la discusión que iban a tener justo cuando Justin y yo nos fuésemos.
-Vale, creo que deberíamos volver y hablarlo - dije - creo que lo mejor sería poner las cartas en la mesa.
-Va a matarme, Kate. Va a querer el divorcio y me va a dejar, soy una completa idiota - esta se paseó por la cocina.
-Sam, ¿quieres tranquilizarte? - la sujeté de los hombros para que parase y me me mirase - no sólo estabas mintiendo tú. No te va a dejar por ello, vamos y lo hablamos.
Por mucho que Sam quisiese mostrar tranquilidad y su nerviosismo no se viese, no lo estaba consiguiendo. La leche fría en sus manos temblaba.
Los dos hombres nos miraron y sonreí a Justin. Aun que Sam nos delatase.
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Vuela Libre #2 (EDITANDO)
Teen FictionDespués de que Katherine terminase de asimilar las dos pérdidas de dos personas que tanto amaba cree que lo mejor es seguir adelante como cualquier persona de veintitrés años. Ella ya no es aquella adolescente que le gustaban las motos, ella ha crec...
Capitulo 21
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