Amor en notas musicales (#1 Saga Amor entre acordes) EDITANDO

Capítulo 54

—Tienes que irte—dice ella entre lágrimas—tienen que irse o todos van a morir

La miré confusa, ¿por qué no gritó apenas me vio?

—¿Qué?

—Te tengo celos, pero no al grado de querer asesinarlo ni mucho menos hacerles daño a otras personas, no me perdonaría si muertes caen sobre mi conciencia, tienes que irte, tú y todos los que vengan contigo

—¿Y tú? Tienes qu-

—¡Solo vete! —grita en voz baja—Lo siento, lo siento mucho... yo no quería esto, no es como quería esto

—Dayana, no tienes q-

—Hay una bomba, hay hombres armados en el último piso... tienes que irte, tienen que irse o van a morir

—¿Qué pasa con esos hombres?

—No puedo explicarte más, solo vete

Intenté retenerla, pero de inmediato huyó hacia las escaleras. ¿Y ahora qué? Si subo sin algún tipo de protección probablemente moriré junto con Chris.

—¿Qué hacemos entonces? —pregunta Chris angustiado

—Es que no entendí, ¿se refiere a que hay más hombres arriba o a los hombres que sujetaban a Alexander?

—Yo tampoco entendí... solo sé que debemos parar el helicóptero y la bomba

—Demonios... —caminé en círculos nerviosa y forzándome a pensar en alguna solución inmediata

Yerik debe estar en la azotea, Annie y Dayana van para allá junto a dos hombres reteniendo a Alexander, en total hay cuatro chicos malos allá abajo y seis oficiales que vienen hacia acá y eso incluye a Mike.

—Es seguro ¿no? —digo y volteo a ver a Chris—si hubiese más hombres entonces bajarían en oleada para retener a los policías y quiero creer que solo son esos porque no contaban con que vendríamos ¿sí me explico?

—Eres una genio, es verdad... ellos no contaban con que vendríamos

—No tuvieron tiempo de llamar a más refuerzos y por eso planearon colocar una bomba, para no ser aprehendidos así que, por el momento subamos hasta el siguiente piso... esperemos a que llegue Mike junto a los otros ¿de acuerdo?

—Te sigo entonces

***

Tuvimos que mantener una cierta distancia entre las voces de Annie y el resto con las de nosotros. Mike y el resto de oficiales estaban tardando más de lo planeado, espero que no haya pasado nada grave con los maleantes de abajo.

—Me estoy impacientando—digo jugando con los pulgares, recargada en una pared. Solo estamos a pasos de las últimas escaleras

—Ya sé, ya ha pasado un buen rato y no he escuchado ningún disparo o señal de vida por parte de alguien

—No puedo seguir así, no sabiendo qu-

—Solo aguarda un poco, no tenemos nada con que protegernos, será peligroso si solo subimos así porque s-

—¡Listo! —exclama un hombre desde arriba—¡Debemos marcharnos de inmediato!

—¿Qué? —digo mirando hacia el techo, separándome de la pared—¿Marcharse?

—Evangeline...

—Tenemos que seguir

—Pero no tenemos nada co-

Sin pensarlo avancé hacia las escaleras, Chris corrió tras de mí con la intensión de retenerme, sujetó de mi brazo cuando estuve a nada de llegar a la azotea.