Capítulo 48

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Ya se había vuelto tarde, nos despedimos de ambos y agradecimos por su ayuda. Quizá papá se espante por el gasto que hice, pero bueno, es de mis quincenas ahorradas en los tiempos que trabajé en Londres. Al llegar la noche le llamé a Chris tal como me pidió que hiciera, Dasha lucía preciosa con un vestido color vino, ajustado a su figura y corto, además del perfecto maquillaje que la hacen lucir más preciosa. En cambio, yo uso un vestido descubierto de la espalda, largo hasta los tobillos, pero que descubre mi pierna izquierda, fue sugerencia por parte de James y la verdad es que estoy satisfecha. Mi cabello ondulado cae con gracia en mi hombro izquierdo, Jeannette se esforzó mucho en mi maquillaje pese a que le dije que no deseaba usar demasiado.

—Wow—dice Chris boquiabierto, me ruborizo un poco por la pena, en cambio Dasha se luce con movimientos muy femeninos

—¡Me siento diva! —exclama ella—¡Vamos Evy! ¡Tú hombre te espera!

—¿Crees que le guste?

—Eh, ¿hola? ¡Obvio no le vas a gustar! ¡Le vas a encantar! Y no solo a él—se acerca para murmurarme en el oído—incluso los demás chicos, incluyendo a Chris Anderson... —se separa con una sonrisa en sus labios—Quiero ver la cara de Max cuando me vea luciendo así

—Seguro se desmaya—esbocé una sonrisa y me encaminé junto con ella al coche de los hermanos Anderson —¿No se fue a París nuestro estimado Max?

—No, planea irse hasta vacaciones de navidad —ella sonríe plenamente —si las cosas marchan bien entonces planearé una salida con él para conocer a su familia

—Qué lindo —le devuelvo la sonrisa y ella simplemente camina con gracia mientras me platica de su adorado Max en voz baja

Sin embargo para cuando miro de reojo a los hermanos Anderson, una sonrisa se forma en mis labios de manera divertida... Mike no quita la mirada de Dasha, ¡wow! Travieso, parece que las morenas lo vuelven loco, caso contrario de Chris ya que, cada vez que lo miro por el retrovisor, él desvía la mirada cuando nuestros ojos se cruzan. Escuchamos música y jugué con mis pulgares, aunque no lo parezca estoy realmente nerviosa y deseosa de ver a Alexander, los nervios son por él, pero principalmente por Eveshka y su peculiar manera de mirarme el día de ayer. Espero que él no se haya metido en problemas por mí culpa.

Suspiré constantemente, tratando de calmarme hasta que llegamos al dichoso teatro Bolshoi.

—¿Vienes hermano? —dice Chris

—Estacionaré el auto y en un momento voy con ustedes, mamá y papá no tardan en llegar

—¿Por qué no vinieron con ustedes? —pregunto

—Les dijimos que pasaríamos a recogerlas y no quisieron ser inoportunos así que vendrán con unos conocidos suyos, pero anden, diviértanse

—Bueno, ¡gracias! —dice Dasha animada, se despide con una sonrisa y Mike solo asiente

—¿Te gustó? —hago una mirada pícara

—Adiós niña—saca la lengua y solo puedo limitarme a soltar carcajadas

—Realmente se ven muy bien ambas...—apenas es entendible la voz de Chris por lo bajo que habla—quiero decir, em... eh, p-pues no es como que se vean mal, siempre se ven bien, pero es que... um... ya saben

Dasha empezó a reír.

—No tienes que sentirte nervioso amiguito, no es como que hayamos cambiado de cara, solo nos arreglamos y ya

—No estoy nervioso—desvía la mirada

—Claro—responde con sarcasmo—y yo nací ayer ¡Ja, ja, ja!

Amor en notas musicales (#1 Saga Amor entre acordes) EDITANDOWhere stories live. Discover now