Amor en notas musicales (#1 Saga Amor entre acordes) EDITANDO

Capítulo 36

Desperté muy temprano y no sé el porqué, bien podría seguir dormida, pero una vez que me levanto no puedo conciliar de nuevo el sueño. Además, es mejor que me levante a estas horas antes de que esos odiosos rayos de luz me den en la cara y me dé migraña o algo similar. Fui a lavarme la cara y boca, hoy no tengo ganas de entrar temprano a clases así que planeo entrar hasta la tercera clase, decidí bajar aún con pijama hacia el jardín.

Frotaba mi cabello mientras bostezaba y caminaba como zombie mugriento. El sol apenas era visible, los demás no suelen despertarse tan temprano, no como yo que ahora mismo podría seguir durmiendo.

—¡Oh Jesús! —alcé las manos—¡Ojalá pudiera yo dormir bajo tu más hermoso aposento! Allá donde no hay mal de amores ni lágrimas en vano

Pronto un sonido a mis espaldas me altera, haciendo que girara de inmediato.

—Ridícula

—¿Quién eres? —intento abrir bien los párpados, pero aún sigo somnolienta, froto un poco mis ojos y miro esa silueta frente a mí

Abro los ojos como platos.

—¿Y qué haces tú aquí? —exclamo

—¿Se te olvidó? —dice Alexander mientras arquea la ceja—La entrevista con Charlie es hoy

¿Hoy? Oh no, no, no...

—Ni siquiera te has cambiado, ¿Cómo se supone que pueda fiarme de ti? Y mira, hasta baba seca traes en los labios

Cubrí mi boca, mirándolo con enojo.

—Pues no iré —digo segura—Me la pasaré ocupada y no te acompañaré

—Me importa muy poco lo que hagas, el evento queda en pie y por ningún motivo removeré mi conferencia de prensa

—Pues, bien por ti—descubrí mi boca—puedes ir tú solo y yo iré a mi habitación... Además, ni siquiera sé porque estás aquí afuera

—Desperté temprano, me arreglé y salí por un café... No te hagas alucinaciones

—Ug, —giré los ojos como canicas—si me disculpas

Estaba por dar los primeros pasos hacia la residencia cuando él se interpuso en mi camino, con su semblante serio y a la vez molesto.

—¿Qué haces? Quítate

—¿Al menos tienes ropa decente para el evento?

Arqueé la ceja.

—¿Qué no ves? Esta es la ropa que planeo usar y mira mi sensual cabello, es inevitable que alguien no me mire

—Parece que dos gatos se pelearon encima de ti

—Envidioso, me pondré un abrigo y me iré al más oscuro rincón para que no te tomes la molestia de acercarte a mí, con permiso

Lo evadí y seguí con mi camino. Odio que su tan estrecho acercamiento me haga temblar y que con trabajo pueda sostener la mirada. Apresuraría el paso intentando correr, aunque sí lo hago se verá muy obvio que quiero escapar de él.

—Ni de loca se te ocurra ir al evento vestida así —dice él a mis espaldas, caminando detrás mío

—¿Qué? —lo miro de reojo—Conmigo no tengo vestidos, es obvio que jamás planeé un evento como este así que deja de seguirme, bien puedes invitar a alguien más

—Ah, ¿hola cerebro de Evangeline? La chica de los medios eres tú, no otra

—Bueno, entonces consíguete otra, no te es tan difícil ¿o sí? Dayana estará encantada de ir contigo