Capítulo 44

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—¿Bueno? ¿Mike? ¿Ya vienes? —dice Chris aún herido por las palabras de Alexander

Después de lo que él gritó, los chicos y Fredek me ayudaron a sostener a Alexander que seguía sin poder mantenerse en pie, de hecho, ya nadie mencionó nada del tema hasta que lo sacamos del bar y esperamos a que llegara el lujoso carro de Mike. Los hijos de Fredek lo sujetaron con cuidado, Fredek se situó junto a mí, un poco cabizbajo.

—Señorita Price—dice él—¿Puede cuidar a mi hijo? Digo, biológicamente no es mío, pero... creció conmigo durante cinco años y... verlo así me parte el alma

—Pues... recorrí 250,334 kilómetros para venir a verlo, por supuesto que lo cuidaré y créame, aunque haya gritado todo lo que dijo espero cambiar todo eso

—Me alegra saberlo... —contesta con una tímida sonrisa

El sonido del claxon retumbó mis oídos, al fin había llegado Mike con una burlona sonrisa mientras miraba a su hermano.

—¡Eres un hijo de...! —dice Chris—Casi nos acusan de un delito que no cometimos

—¿Qué tiene? Fue divertido, tenía que reír después de tantos traumas, anda, sube a tus amigos

Chris giró su vista hacia nosotros, los chicos ayudaron a introducir torpemente a Alexander en el coche, me despedí formalmente de cada uno de ellos y le prometí a Fredek que alzaría los ánimos de Alexander, costara lo que costara. Me subí al coche, en la parte trasera con Alexander a mí lado, durmiendo o eso parecía.

—Dios, tu amigo sí que se ve del asco—dice Mike mirando por el retrovisor

—Cuida tus palabras, puede que se vea... pero no lo es

Mike condujo el coche de manera tranquila, había un poco de música que nos acompañaba en este bochornoso ambiente.

—Solo procura que no se vomite, papá me va a matar si ve una mancha en su Mustang

—Exageras...

Pasó por un tope que sacudió el coche de manera estrepitosa, Alexander que estaba recostado del lado de la ventanilla cayó sobre mi hombro y se frotó sobre él.

—Ten cuidado idiota—alega Chris enojado

—No lo vi... ahora dime ¿dónde lo dejamos?

—Supongo que con sus tíos

—N-no—dice Alexander entre quejidos, es como si estuviera intentando recuperar la conciencia—no con ellos...

—¿Entonces? —dice Mike, mirándolo por el retrovisor

—Hotel, lejos...

—Pero, Chris y yo debemos regresar con nuestros papás, sabes bien que nos autorizaron antes de la media noche—voltea a ver a su pelirrojo hermano

—Ya sé, ya sé... tampoco puedo llevarlo conmigo puesto que es una reunión familiar—dirige su mirada hacia mí—¿Te quedarías con él en el hotel hasta mañana?

—¿Q-Qué?

—Oh yeah—responde con picardía Mike

—Cerdo—Chris le da un golpe en el hombro

—¿Qué? Solo lo dije como un simple comentario, no te esponjes...

—Ajá...—gira los ojos como canicas y vuelve a mirarme—pagaremos la habitación y vendremos por ustedes en la mañana... dime que sí, porque no se me ocurre a quién más decirle

—¿Estará bien?

—Por supuesto, pasaré con mi hermano mañana temprano, solo asegúrate de que no intente escaparse otra vez

Amor en notas musicales (#1 Saga Amor entre acordes) EDITANDOWhere stories live. Discover now