Capítulo 5

1.3K 103 5
                                    

Recorrí los pasillos, mi recibimiento fue muy... complicado, dije que sabía hablar un poco ruso, la directora se hizo cargo de mí y supo que yo era la nueva estudiante. Me llevó a mi dormitorio y me explicó en breve algunos datos, me tardé un buen rato en acomodar mis cosas y tuve el día libre porque recién acabo de llegar, pero después, no entendí nada de lo que me dijo ya que habló muy rápido. Mencionó a una tal Eveshka Lorak, aunque no entendí a qué se refería.

Ni siquiera pude conciliar de manera correcta el sueño debido a la emoción y preocupación de lo que sucedería, desperté muy temprano y nada cansada.

Amé que la directora me diera el cuarto para mí sola ya que así podía extender mis cosas y no debía preocuparme por molestar a una compañera de cuarto. Salí para dar un vistazo a los pasillos, de verdad que eran extensos, pienso que si un chico tuviese que entrar al dormitorio tendría que ser muy astuto para evitar a las chicas.

Llevaba mi mochila y estaba algo asustada porque sé que debo ir a clases, pero no sé a dónde ir. Pregunté a los chicos que me encontraba, sin embargo, o hablaban sin fluidez o simplemente no podían explicarse y no pude captar gran cosa de lo que me decían. Estoy harta, es desesperante y un poco humillante el hecho de no entender, tengo ganas de golpear un árbol para quitarme el estrés, excelente, el primer día y ya quería echarme por la ventana.

En medio del instituto hay un hermoso jardín, tiene un buen mantenimiento con las hojas verdes de los árboles, resultan bellísimas. Hace un poco de frío pero eso no quita en absoluto el lindo paisaje. Siempre me ha gustado contemplar este tipo de cosas pues, a mí me encanta dibujar y suelo estar de pie, contemplando lo que me rodea hasta grabarlo en mi cabeza para empezar a dibujarlo.

Pero hay un árbol que me parece interesante de ilustrar, tiene flores rojas y eso contrasta perfectamente con el clima y la cristalina escarcha de hielo sobre el pasto. Me acerqué un poco para mirarlo mejor, pero grande fue mi sorpresa al encontrar a un chico durmiendo bajo el. Tiene el cabello oscuro, un mechón le cubre el rostro, lleva un abrigo negro, su tez perfectamente blanca tal cual nieve, sus labios de un ligero tono rosado y además de un buen atractivo. Creo que bajo su brazo guarda con cautela un libro, pero me resulta difícil leer el título.

Una flor cayó en su rostro, soy bastante curiosa así que quise acercarme para quitársela, esperaba que no se levantara pues no quería que me escuchara o reclamara por acercarme demasiado. Una vez frente a él, me incliné poco a poco y sostuve la flor en mis manos.

—Kotik —dice el chico en medio de un suspiro

Siento un escalofrío recorriendo mi cuerpo, me alejo un poco para levantarme, sin embargo, mi corazón casi se detiene al ver que el chico toma de mi mano y me tira hacia su pecho con fuerza. Mis pupilas se dilatan, no sé cómo reaccionar. Él sigue durmiendo, quiero zafarme, no importaba como, pero quiero quitármelo de encima.

—O-oye... eh... a-amigo...

Mientras más hablo, más me acurruca en su pecho, no es normal ¡Para nada!

—Oye... ¡Oye! —grito nerviosa

Podía escuchar con exactitud los latidos de su corazón e incluso su respiración, era como una cuerda delgada de un violín. Serena, profunda y calmante. Poco a poco sentí que se despertaba, comenzó a relajar los brazos permitiendo zafarme de él ¿Qué acaba de ocurrir? No tengo idea, pero no fue agradable. Seguía somnoliento, con cautela comienza a recuperar la conciencia, abriendo los párpados lentamente, levantándose confundido.

No pude evitar mirarle a sus ojos al percatarme de que estos eran grises, un par de ojos plateados perfectos. Nunca me he detenido a elogiar los ojos de las personas, me da muy igual si son verdes, azules o marrones, pero esta es la primera vez que yo contemplo un par de ojos grisáceos. Son asombrosos, pues resaltan la profundidad de su iris y causan un ligero brillo similar a un arcoíris sobre agua crisálida. Vaya que son hermosos.

Amor en notas musicales (#1 Saga Amor entre acordes) EDITANDOWhere stories live. Discover now