—No molestes—frunce el ceño, haciéndose el indignado

Yo permanecí en silencio con una sonrisa al ver como ambos discutían. Pronto muchas personas se encontraban conversando dentro del lujoso teatro. El día de la conferencia solo estaban periodistas y uno que otro estudiante de la academia, pero hoy no luce nada igual como aquella vez, los estudiantes se sentaban en la planta baja mientras que los visitantes y ancianos ricos se situaban en la parte de arriba. Con la clásica apariencia de las películas, sosteniendo binoculares refinados y sonriéndose unos a otros dejando ver sus expresiones arrugadas pero sofisticadas.

Seguía jugando con mis pulgares, esperando el momento en el que él saliera, quise desearle suerte antes del evento, pero no contestó ninguna de mis llamadas. Apenas giro mi vista hacia mi izquierda, puedo ver a Dayana junto a Annie sentándose en la primera fila con enormes aires de grandeza. De verdad que podía esperar todo de la perra de Dayana, pero de Annie jamás y menos si en un principio fue ella quien me llevó a conocer directamente a Chris y a Alexander, además de la primera que me brindó una sonrisa cuando llegué aquí.

Los segundos se hacen minutos y los minutos se vuelven horas, no sé si llegué muy temprano o son solo ideas mías por los nervios.

Es entonces cuando las luces se enfocan hacia las enormes cortinas rojas y pronto las demás luces se apagan con delicadeza. Incluso Charlie llega de inmediato y se sitúa junto a mí sin percatarse de que soy yo.

—¿Charlie?

—¿Eh? —gira su vista, mirándome sorprendido—¿Señorita Price?

—Sí, ¡hola!

—¡Volvió! ¡Lo sabía! ¡Sabía que usted y el joven Melenkov-

—¡Shhh! —interrumpe un chico de atrás, Charlie se limita a sonreír

—Me alegro mucho de que esté de vuelta—murmura—de verdad, él la necesitaba como loco

Antes de que pueda decir algo, la gente guarda silencio al instante, me sorprendo más cuando veo de lejos a las chicas que me encontré en un principio en el restaurante la primera vez que salí con Alexander y que por cierto defendí cuando estaban con un chico odioso. Una vez que todos esperan pacientes, él sale al escenario y todo el mundo aplaude como si contemplara una reliquia preciosa, no lo niego, yo hago lo mismo solo que las palmadas que yo doy son apenas entendibles entre la multitud, es como si fuera una habitación vacía propinando ecos en todas partes.

Luce elegante como de costumbre, gabardina negra junto a un par de brillosos y negros zapatos color carbón y ni hablar de su corbata bien acomodada, además de su atractiva camisa blanca que siempre me ha fascinado, lo miro y digo ¡Ese es mi chico! Ganas tremendas me dan de pararme frente a él y desprender su ropa para besarle esa hermosa piel pálida y aromática, dejar marcas en su cuello con mi labial llamativo. Lo admito, él es mi manzana de la discordia y es por eso que su cuerpo se me hace tan adictivo como el mismo vino hecho perfectamente por manos de expertos. Ese tipo de vestimenta siempre me ha atraído como loca, además de las extensas chamarras de un chico malo, pero el caso es que, verlo tan elegante, sonriendo al público y marcando esos hoyuelos en sus mejillas me hacen querer verle más de cerca solo para sentir el olor de su fragancia.

—Buenas noches, damas y caballeros—dice la presentadora extremadamente guapa junto a él, con el escote un tanto descubierto y el vestido color sangre que resalta su figura. Además de su larga cabellera negra y ondulada, cayendo sobre sus hombros. —Para mí es un honor presentar a un chico tan talentoso frente a ustedes, por supuesto que para formar la misma obra de perfección en persona siempre tuvo que haber un buen par de alfareros para esculpir majestuosamente dicha escultura. Bienvenidos sean Eveshka Lorak Ivanov y Gregori Volkov Belyaev—extiende la palma de su mano hacia su izquierda, presentándolos conforme ellos avanzan hacia el escenario y la gente aplaude—Aludidos sean, es una fortuna tener a dos maestros excepcionales en cuanto a danza y música, no me sorprende que el fruto de ambos sea inigualable

Amor en notas musicales (#1 Saga Amor entre acordes) EDITANDOWhere stories live. Discover now