Amphitryon. BTS

Primer Error.

El viento soplaba con una fuerza impotente. El director Young Suk continuaba recibiendo a sus alumnas; NamJoon lo seguía de cerca, intentando respaldar al hombre. 

A lo lejos, llegaba una de las últimas limusinas. Se detuvo enfrente del edificio, mucho antes de entrar siquiera. Del lujoso auto, descendió una hermosa joven de piel pálida y cabello castaño. Suspiró al mirar el edificio y asomó su rostro por el espejo del vehículo. 

  — Necesito que lleves mis cosas a mi habitación, iré a saludar. — Dijo la joven, con  una sonrisa ladina dibujada en el rostro. 

Se separó del auto y miró a su alrededor. El viento revolvió su cabello ligeramente. 

  — ¡Hey! EunJae — Una chica alta de piel ligeramente bronceada se acercó a la joven y la abrazó con fuerza. 

EunJae correspondió el abrazo con verdadera felicidad. 

  — JeHwa ¿Cuanto tiempo sin vernos? Tengo tantas cosas que contarte. — Dijo la joven mirando a la segunda chica y sin poder borrar la sonrisa del rostro. 

JeHwa le prestaba atención a la castaña, sonriendo igualmente. El viento sopló una vez. 

Han EunJae era la primogénita de una de las más poderosas familias coreanas. Su padre había hecho una fortuna vendiendo cosméticos que él mismo había creado. Residían en  América, por lo que EunJae solamente viajaba a su país cuando se trataba de la escuela, pues su padre creía fervientemente  que la educación en Corea era mucho mejor que la de Estados Unidos. 

Por otro lado, JeHwa era una joven común que había obtenido una beca completa al internado a causa de su brillante cerebro. Su familia tenía una pequeña cafetería al norte de Daegu que la joven atendía en vacaciones. Era la segunda hija en un matrimonio con tres hijos. Y a pesar de ser tan diferentes ambas jóvenes habían logrado llevarse bien desde el primer momento. 

  — Por Dios ¿Ya viste al profesor Kim? Ese hombre no hace más que ponerse cada vez más follable. — JeHwa miró a NamJoon mordiéndose los labios.  

EunJae puso los ojos en blanco y sonrió. 

  — Está fuera de tu liga.  Escuche que una chica de tercero se le insinuó y este hizo que la expulsaran.  

JeHwa bufó. 

  — Debe de tener un punto débil. Lo encontraré y después dejaré que él encuentre mi  punto G. 

Ambas chicas comenzaron a reír divertidas. Caminaron directo a su habitación asegurándose de pasar justo enfrente del guapo profesor de inglés. JeRim sonrió ladina cuando NamJoon la miró. 

Al llegar a la habitación, EunJae se dirigió a la cama que tenía encima sus cosas. Arrojó todo al suelo y se recostó completamente agotada. Por su parte JeHwa tiró su maleta en la cama que se encontraba a un lado, la abrió y comenzó a desempacar. 

  — Deberías hacer lo mismo. — Dijo mirando a la castaña, divertida. 

  — Más tarde, más tarde. — Respondió la joven, manoteando el aire.  

  — Cómo siempre flojeando. — Una tercera chica entró a la habitación y arrojó su maleta en la tercera cama. 

— HyoNeul. — Dijo EunJae sentándose sobre la cama.  — ¿De nuevo aquí? 

  — Claro que sí, compartiremos la misma habitación por que le pedí a mi padre que hablará con el director. 

Park HyoNeul era la hija de uno de los Rectores más importantes de Corea, su padre se encargaba de manejar y administrar los colegios más prestigiosos en el país. Su influencia era demasiada y por tanto para el Director YoungSuk era un honor que dicho hombre eligiera su colegio para educar a su pequeña. HyoNeul era soberbia y un tanto  insoportable, pero por una extraña razón había logrado congeniar demasiado bien con EunJae y JeHwa. La joven era hermosa, con facciones poderosas, sus labios gruesos y perfecta figura hacían a más de uno caer a sus pies.