—Bien, ¿Mi cara? ¿por qué? Ah, una larga historia y ¿Qué tal tú?

—Oh, yo muy bien viendo películas y series en mi cuarto—sonríe—Oye, vi la foto que publicó Chris, mírate que traviesa saliste señorita Price, lo impactante no fue la foto sino el mensaje

—¿Mensaje?

—¿Qué no la viste?

—Yo no sigo a Chris... No me sé su usuario

—Entonces déjame mostrarte —saca su celular, desliza sus dedos sobre la pantalla y me muestra la foto de Chris dándome un beso en la mejilla.

"Usted y yo somos el resultado claro de lo que sucede cuando el amor y la locura cruzan sus caminos. Por ella me he enamorado de mis días, de la vida y de lo que hay en ella. Me cambia de humor con una sonrisa, la fortuna fue mía por conocerla. Estoy agradecido por esto, estoy agradecido por ella."

—Cuando vi la foto te juro que pensé ¡Cielos! Evangeline y Chris tienen una relación, y juro también que creí que lo que decían las chicas era cierto, habías terminado tu relación con Melenkov. Digo, él no es nada afectivo así que era creíble que Chris te conquistara con sus acciones, con un texto como este sumando la foto, cualquiera pensaría que están perdidamente enamorados ¿entonces cuando se te declaró Evy? ¿O cuando fue que empezaron su noviazgo?

—Nosotros no estamos saliendo—respondo nerviosa, aún atónita por el mensaje

—¿Qué? ¿¡En serio!?

—Es una larga historia Dasha...

—Pero... No lo entiendo, se les veía muy juntos estos últimos días y como Melenkov no ha venido pues, supuse... Bueno, que habían terminado... Además ya empezaron los rumores en los pasillos

¿Debería decirle? Si platico de esto con alguien que pueda escucharme frente a frente quizá pueda desahogarme un poco, claro, no contándole TODO, pero si lo necesario.

—Odio los rumores —expreso con furia—De verdad que los detesto...

Dasha me mira un poco apenada, creo que supone que estoy enojada con ella.

—Dasha—digo en un hilo de voz—es Alexander

—¿Melenkov? ¿Qué ocurre con él?

—Ayer, justo después de que Chris publicó esta foto Alexander fue a buscarme

Dasha me mira consternada.

—¿¡EN SERIO!?

—¡No grites! —respondo y ella esboza una sonrisa traviesa—Okay te contare algunas cosas, pero promete no decirle a nadie, tienes que jurarlo por lo que más quieras

—¡Lo juro! ¡Lo juro! ¡Dios esto es más emocionante que mi serie!

—Ah Dasha, pasa—giro la perilla invitándola a pasar a mi cuarto, como niña entusiasmada se sienta en la silla giratoria de mi pequeño escritorio y me mira emocionada, dando vueltas, mientras que yo me siento en la orilla de mi cama.

—¿Y bien? ¿Cómo está eso de que estás en medio de un triángulo amoroso? ¡Es cierto! ¡Qué emoción!

—No, no tan emocionante como yo quisiera

—¿Pero por qué lo dices? Tienes al cubo de hielo de Melenkov tras de ti y al temperamental de Chris también

—Dasha, ¿cómo eran ellos antes de que yo llegara? Quiero decir, Annie me decía que ambos eran un desastre, pero no es así, o al menos conmigo no son así

—Daaa, pues será porque les gustas, cuando un hombre oculta todas las fases desagradables de su persona con una chica es porque les gusta, Melenkov siempre estaba callado en todas las clases, se dormía e incluso faltaba a clases de baile, Eveshka siempre estaba de un lado a otro presionándolo para cada evento que había, básicamente Melenkov se hizo un robot a la hora de tocar, no lo hacía por gusto sino por obligación. Chris era más rebelde, quiero decir, más molesto cuando enfrentaba a los profesores, lo veías todas las tardes tocando guitarra en el aula de música, era igual de callado y solo estaba junto a Alexander, nunca se prestaron para conocer a más personas y yo siempre entendí que quizá ellos tendrían sus razones. A diferencia de las demás yo no me entusiasmaba con ellos por su físico o por su fama, solo nos tratamos por algunas tareas, pero hasta ahí.

Amor en notas musicales (#1 Saga Amor entre acordes) EDITANDOOnde histórias criam vida. Descubra agora