Sempiterno

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Y aquí estamos. El día tan esperado llegó, me había quedado a dormir en casa de Ryan, huiríamos por la madrugada en uno de sus autos, e iríamos al aeropuerto, nadie dijo nada, él único que sabía sobre nuestra ida, era papá.

- Con cuidado. - Dijo cuando comenzamos a caminar por el pasillo, arrastrando las maletas, me había puesto la ropa que me regaló Andrew, en señal de despedida, en honor a todo lo que habíamos tenido, por ser en lo último que pensaba cuando dormía, y en lo primero, al despertar.

- ¿Tienes los boletos? - Susurré y él los sacó de su abrigo para mostrármelos.

Nuestra idea era no dormir, hicimos de todo, vimos películas, leímos, comimos, cocinamos, todo para poder dormir en el viaje, que según me dijo, sería largo, él ha viajado antes, yo no, así que debe tener razón.

Subimos a su auto, todo estaba oscuro aún, nuestro vuelo sale a las 9:00 am, pero nos dijeron que estemos antes, sin embargo... Él exageró.

El camino hacia el aeropuerto era largo, así que Ryan me dijo que podía dormir si quería y eso hice... Me dediqué a dormir.

- Hayden... - Su ronca voz me llamaba...

- ¿Eh? - Parecía haber un eco en su voz.

- Hayden... - De pronto todo se aclaró, tenía puesto mi uniforme y podía ver el salón con todos mis compañeros... La campana del receso sonó y todos se levantaron para salir.

- Señorita Hunter, ¿Podría quedarse un momento para hablar por favor? - ?Por qué volví al salón?, creo que...

- Oh, por supuesto... - Ah, ya entiendo, se trata de un sueño... - ¿Qué sucede?

- Hayden. - Aún puedo sentir el mismo cosquilleo que sentía cuando el decía mi nombre en ese entonces, temblé. - ¿Qué tiene? - Aún ahora, mi nombre en sus labios se siente demasiado bien.

Su sonrisa, inclusive antes ya me causaba lo que me causa ahora.

- Hunter... Hayden Hunter...

- ¿Eh? ¿Si?

- Podría explicarme, ¿Por qué se sonrojó cuando dije su nombre?

- E-Es es calor... Si... Eso es... - Lo primero que se me vino a la cabeza para ocultar lo que ni siquiera sabía que sentía por él.

- No lo creo... Hayden, ahora mismo estamos en Otoño, todos temblamos de frío.

- Me maquillé de más...

- Usted no usa maquillaje... - Me había estado observando. - ¿Por qué no admite... Que... Simplemente yo la pongo así...? - Y era una realidad que yo no estaba dispuesta a aceptar hasta que...

Me quedé allí parada para recibir lo que venía... Aquella acción que hizo que me diera cuenta de mis sentimientos y los asimilara, aquello que hizo que todo con Andrew comenzara a pasar.

- Sr. Biersack. - Ya me había acorralado contra la puerta.

- Ya le dije que me llame Andy... - Sus manos en mi cintura, se sentían como en nuestra despedida, hubiera preferido que se quedaran ahí por siempre; Y cuando estaba a punto, de que pasara lo inevitable... Algo detuvo el tiempo, todo se detuvo y la luz me hizo daño...

- Hayden... Hayden... - Tocó mi hombro con suavidad.

- ¿Eh? ¿Qué pasa?

- Ya llegamos...

Me acomodé en mi asiento y me estiré, definitivamente iba a dormir como un bebé en el avión...

Entramos, estaba... Completamente entusiasmada con la idea de New York, pero, ahora, esa idea estaba siendo restada por la idea de quedarme... La idea de quedarme con él. 

Llegamos y Ryan fue a preguntar por nuestro vuelo, al parecer, todo iba perfecto, de maravilla, no iba a haber ningún inconveniente...

Nadie lo sabía, nadie vendría a detenernos, nadie vendría a decirnos que nos equivocábamos, nadie vendría a pedirnos que nos quedemos...

Él no vendría para impedir que me fuera... Una lágrima pequeña rodó por mi mejilla y Ryan lo vio.

- ¿Estás bien?

- Si, todo está bien.

- ¿Segura?

- Si, sólo es... Nostalgia, ya sabes. - Sonreí.

- Oh, bueno, ¿Quieres algo de comer?

- ¿Puedes comprarme galletas o pastelillos?

- Claro. - Sonrió y se fue.

Agaché la cabeza... ¿En serio iba a dejar todo esto atrás? A Robert y a Isa... Bueno, ahora tenían a Adrianna, estoy segura de que Robert podría hacerle mucho bien, siento que él podría reparar lo que Andy dañó...

Alexey, tendría que darle una explicación, algún día... Si me decidía a volver... Al igual que a Kyle, Wendy, Parker, Cassie...

Cassie... Sonreí al recordar a esa lunática.

Ella fue quien, junto con Andy me cambiaron la vida.

Andy había hecho que mi mente se abra y Cassie me había introducido de lleno al mundo de la adolescencia, bueno, de la adolescencia común y silvestre...

Sin embargo... Al final se olvidó de mi, fui miles de veces a su casa, y ella simplemente le dijo a su mamá que no quería verme, algo como "Ella no me importa, sólo si es Amber o Kyle, déjalos pasar"...

Robert, mi mejor amigo, el que había estado ahí sin importar nada, también lo dejaría atrás, no es como si fuera una bruja sin sentimientos, me duele el pecho y me cuesta respirar, él ni siquiera lo sabe, espero que papá le entregue la carta, y que él no intente buscarme, aunque de seguro lo buscaría yo, de eso estaba segura, a pesar de todo lo que ha pasado entre nosotros, sea bueno o malo, él es simple y definitivamente de mi familia, él es mi hermano, y no lo voy a olvidar así como así...

Quería pensar en los demás, en todos realmente, pero no, mi mente se veía invadida por nada más y nada menos que Andrew Biersack, el amor de mi vida.

Y no es que esté exagerando, pero, lo más seguro es que no ame a nadie más en mi vida como lo amé a él... Cómo lo amo a él... Con tanta intensidad, sin miedos, sin límites... Cómo sólo él me enseñó a amar...

Nuestro avión llegó, a pesar de que traté de retrasarnos lo más posible, fui al baño, fui a comprar muchas cosas, y revisé miles de veces la lista.

Él no sabe que estoy aquí, no sabe que no volveré a verlo, no sabe que me iré... Pero, aún así esperaba que llegara de manera inesperada, cómo en las películas, o en los libros tal vez... Que llegara e hiciera que me quede, que no me deje ir a un futuro desconocido e incierto, en el que seguramente él no estaría... 

Ryan me dijo que teníamos que abordar, era la última llamada, el punto es ahora... Es ahora o nunca, el todo o nada, aún así cuando estuvimos a punto de subir volteé, con la esperanza de que llegara corriendo, gritando desesperado como el niño que era muy en el fondo y me amara, me amara como sólo el podía hacerlo... Con la belleza poética que él me había enseñado a ver, y me hiciera feliz, tan feliz como pudo hacerme desde el momento en que llegó a mi vida.

Y aunque no sea él, que llegara papá y me dijera que estaba equivocada, que aún no estaba lista, así al menos podría volver a verlo.

- ¿A quién quiero engañar? - Susurré para mi misma.

Él no llegaría... No volvería a verlo... Definitivamente lo perdí, era como perder un brazo o una pierna, es como si me estuvieran quitando el corazón, él es alguien sin el cuál no puedo vivir...

Pero ya es tarde para todo... Incluso para arrepentirme... Ya no había marcha atrás...

Subí al avión y miré una vez más mi vida pasar... Recordé la tarde de antes de ayer y una lágrima rodó por mi mejilla, repetí mis palabras entonces, mientras su rostro en mi mente aparecía de nuevo.

Suspiré y sonreí dejando caer una lágrima más.

- Andrew Biersack... Nos vemos en el mundo...

Señorita Inocencia [Andy Biersack y tu] (EDITANDO).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora