Queja

3.4K 257 34
                                    

- No puedes. - Exclamé casi corriendo detrás de él.

- Claro que puedo. - Esa sonrisa estúpida no desaparecía de su rostro.

- Más bien, no debes. - Me coloqué frente a él, deteniendo sus pasos entre tanta gente.

- Oye, ya basta. - Sonrió y se quitó sus lentes, cerrando sus ojos por un instante. - Dije que tiene un cuerpo que... - Mordió su labio.

- Cuidado. - Lo señalé amenazante con mi dedo índice, él sólo rió, agachando su mirada.

- ¿Celosa? - Quité mis manos de su pecho, que sin querer había colocado.

Fue mi turno de reír.

- Entonces, ¿Qué es lo que te molesta?

- No me molesta nada, me preocupa que ella pueda hacerte daño. 

- Ahora estás alucinando. - Dijo, divertido, mientras abría su casillero.

- Te estoy hablando muy enserio, Rob. - Dije, más seria esta vez.

- No sabes como me enloqueces cuando me llamas Rob. - Apoyó un brazo en su casillero, como galán de película.

- ¿Ahora vas a jugar conmigo?

- No por nada te has sonrojado, Hayden. - Volvió a morderse el labio, no pude evitar seguir sus movimientos con cautela, debía de algún modo adivinar su siguiente movimiento.

Entonces pasé mi mano lentamente por sus rizos, despeinándolo un poco, cerró sus ojos al igual que un cachorro; Hamburguesa vino a mi mente al instante, también Andrew, quien me lo había dado, quien me ha evitado todo el día, la discusión de ayer...

- Hablando de jugar. - Abrió sus ojos lentamente.

- ¿Si?

- Espera. - Movió su cabeza para alejarse de mi toque, pero volví a hacerlo y él rió. - Basta, o me voy a desplomar. - Tomó mis muñecas entre sus manos y se acercó un poco a mi.

- No lo harás. - Reí junto con él.

- Es demasiado relajante. - Sonrió. - ¿Vendrás al juego de mañana, verdad?

- No sé por qué tendría que hacerlo. - Sonreí.

- Para verme jugar.

- A ti y a Alexey.

- A mi.

- Y a Alexey.

- ¿Y para qué quieres verlo a él? - Frunció el ceño, dándole un aspecto divertido.

- Es mi amigo.

- ¿Irás o no? - Rió. - No me cambies de tema.

- No lo sé, tal vez.

- Debes ir.

- Oblígame.

- Ven conmigo.

- ¿Ir contigo?

- Claro, ¿No quieres?

- No es como que tenga una lista de chicos que me inviten a ir al juego ¿No? - Rió ofendido, y lanzó su cabello hacia atrás.

- Vamos a ir, porque ahora has dañado mi honor.

- ¿Tu honor?

- Si, mi honor. - Giró conmigo y me colocó contra los casilleros mientras sus manos descendían a mi cintura, se agachó y sentí la humedad de sus labios contra los míos, llevó mis manos a su cuello y me acercó por mi cintura a él.

Señorita Inocencia [Andy Biersack y tu] (EDITANDO).Where stories live. Discover now