Sola

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- ¿Qué hacemos aquí... - Las miré. - De nuevo?

- Compras Hayden, compras, el baile es el Sábado y nosotras tenemos que estar preciosas y con vestidos.

- Pero, ya compramos vestidos. - Todas se echaron a reír.

- Vamos Hayden, te gustará esta tienda. - Chloe entrelazó su brazo con el mío y entramos.

- Creo que este te queda precioso.

- No no, es delgada, ¿Para que ocultar su figura? Este negro está perfecto. - Dijo sacando un vestido que más bien parecía una blusa, demasiado corto.

- Creo que el negro será muy fuerte, además es un baile, no una fiesta.

- Un baile es una fiesta. ¡Oh mira, este vestido azul es perfecto para ella!

Y así fue como salí de aquella tienda con 10 vestidos nuevos, yo pagué tres, y ellas me pagaron el resto, ¿De dónde se sacan el dinero? Ellas llevaron incluso más vestidos, accesorios y zapatos que yo.

- Bueno chicas, suficiente por hoy. - Jennifer se estiró con las bolsas en mano.

- Por hoy, si. - Rieron, no puedo seguir gastando dinero en esto, es demasiado.

- Bueno, a casa, mañana es Jueves y hay que practicar la rutina y la presentación para el Festival de Clubes.

- Eres la mejor Hayden. - Sonrió Ashley.

- ¿Y si vamos a comer un helado para celebrar? - Celebró Nicky.

- Claro que no, no podemos subir de peso. - Le impuso Victoria.

- Es solo un helado Vicky... - Repuso Cassie y se miraron.

- Está bien, pero no me culpen cuando no quepan en sus uniformes. - Marcó el paso y todas rieron detrás de ella. 

(...)

- Gracias por traerme. - Le sonreí.

- No te preocupes. - Sonrió nostálgica. - Hace tiempo que no conduzco mi auto. - Acarició el asiento negro bajo ella y miró los espejos y el volante. - Lo extrañaba.

- ¿Has arreglado las cosas con Kyle? - Ella sonrió con amargura y negó con la cabeza, agachándola casi al instante. 

- No te preocupes... Cassie. - La abracé y ella me correspondió, con fuerza, realmente se aman, y tuvieron una pelea tan absurda, que no me lo creo.

- No importa. - Se separó de mi, secando delicadamente sus mejillas y las zonas debajo de sus ojos, yo me hubiera jalado la piel descuidadamente, es obvio que ella es más femenina y toda una dama.

- ¿Estarás bien?

- Siempre estoy bien. - Sonrió, con los ojos aún envueltos en lágrimas.

- Está bien. - Tomé las bolsas y bajé con algo de dificultad del auto. - Gracias por todo. - Dije una vez más por la ventana.

- No te preocupes, nos vemos mañana. - Encendió el auto y se fue, entonces caminé a la casa y entré, el silencio de siempre, lo mismo de siempre, sólo puedo escuchar a Hamburguesa. Al menos ya no estoy tan sola. 

Dejé las bolsas a un lado, cerré la puerta y me agaché para acariciarle las orejas.

- Ahora te tengo a ti... - Se sentó jadeando, mostrándome su lengua, como si estuviera sonriendo. - Ya no estaremos solos, ven, hay que dejar todo esto arriba. - Tomé las bolsas y él corrió antes que yo a la escalera, mientras subía uno a uno los escalones con algo de dificultad, pero, nada le impidió llegar arriba.

Señorita Inocencia [Andy Biersack y tu] (EDITANDO).Where stories live. Discover now