The M.I.L.F. [Peterick/Frerard/Brallon/Jalex]

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—No, pues... sí, la segunda de 50 sombras tiene muchísimo más sexo que la primera. No la vi en el cine, pero la vi por internet.

—Y para qué la viste, qué sida.

—Ya sé, fue por morbo.

—¿Y en esa muestran más? O...

—¿Es necesario hablar de sexo todo el tiempo? —dijo Patrick.

—Sí, es como si solo supieran hablar de eso... —dijo Alex.

—Uy, ¿y ustedes desde cuando son así?

—¿Así como?

—No somos de ninguna manera.

—Ajá... ¿y si vamos al cine?

—Uy, cita doble. ¿Qué dices, Patito? —dijo Pete.

—Eh... bueno... me da igual.

—¿Tú, Alex?

—Hum... ya...

El cine quedaba muy cerca así que llegaron rápido. Eligieron la película, fueron a comprar palomitas y papas, unas bebidas y esperaron a que fuera la hora de la película.

—Eh... oigan, nosotros vamos al baño. Pueden quedarse cuidando las cosas y los asientos, ¿sí? —dijo Jack.

—Mh... bueno...

Él se fue con Pete, dejando a Patrick con Alex solos.

—Así que... —Alex suspiró—. Hace calor.

—Mh... pero el cine tiene aire acondicionado... que es como ir al polo norte... 

—Sí... —Alex se rió—. ¿Lograste limpiar el desastre? 

—Sí... me gasté todo lo que había para limpiar. Lo más difícil fue la alfombra...

—Vaya.

—Espero que mi mamá... —Patrick suspiró—. Ah, da igual.

—Mh. ¿Y qué has hecho hoy?

—Fui a casa de Pete... ¿y tú?

—Fui a casa de Jack...

—Ah... traducción...

Alex se rió.

—No... seguimos en... ayuno...

—¿Por qué?

—Temas... es que no sé. Es raro. Como que sí, pero no.

—Ah...

—Entonces, ¿como te fue con Pete?

—Bien... compró juguetes... —Patrick comenzó a juguetear con su collar, el que le había regalado Pete.

—¿En serio? ¿Cuáles?

—Cosas muy extrañas... unas como cápsulas que vibran... y aceites, un anillo de no sé qué... vibradores, aceites... y unas esposas.

—Vaya. ¿Probaron algo?

—Sí... las esposas... un lubricante y esas cápsulas.

—¿Y quien usó qué?

—Pues... yo usé las esposas... el resto lo usamos... pues... ambos, ¿no?

—Interesante.

Se quedaron en silencio. Fue un silencio tan incómodo, dándose cuenta de que de igual forma acabaron hablando de sexo.

Patrick se cruzó de brazos y suspiró. El silencio era cada vez más incomodos, hasta que llegaron Pete y Jack.

—Hey, trajimos dulces. —Pete le dio unos M&M a Patrick, igual que Jack a Alex.