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Alguna vez se han preguntado... ¿cuantas personas están siendo golpeadas en este momento?

Pues una de ellas es Pete. Solo bastó un "no vale la pena discutir contigo, es como hablar con un ladrillo" para que Gerard se saliera de sí y se le lanzara encima para pegarle.

No sabemos si era suerte que Patrick haya salido para darle las llaves a Pete, que se le habían quedado, o si era mala suerte, ya que era bastante probable que Patrick saliera herido también.

Lo único que se le ocurrió fue mojarlos a ambos con la manguera.

—¡NO EN MI JARDÍN! ¡MI MAMÁ ACABA DE PLANTAR EL ORÉGANO!

Gerard miró con furia a Patrick.

—¡Qué te pasa! —se iba a acercar para pegarle, pero Patrick lo apuntó con la manguera directo a la cara.

Pete soltó una carcajada mirando como Gerard casi se ahogaba.

—¡Mañana voy a matarte!

—Oh, atrévete. —le dijo Pete.

Gerard no dijo nada y se marchó. Patrick apagó la manguera y le fue a pasar a Pete sus llaves.

—Se te quedaron...

—Aw, gracias... sabes, me has salvado más veces de las que yo te he salvado a ti.

—No soy ninguna damisela en apuros...

—Eres un patito bebé que debe ser protegido.

—Bueno... ahora estás empapado. ¿Quieres que seque tu ropa?

—Si eso significa que me veas sin camisa, pues sí.

—Idiota, ya pasa. Otra vez.

Pete entró de nuevo a la casa de Patrick y subieron a su cuarto.

—Tal vez mi ropa te quede pequeña... o quizá no... toma, quizá esto te quede.

Patrick le dio una camisa azul bastante simple y su pantalón de pijama de Batman.

—Huelen a ti.

—Pero claro, son míos.

Pete se quitó la camisa y miró a Patrick.

—¿Quieres divertirte coloreando mis tatuajes?

—Eh... ya, pero dame tu ropa para ir a secarla...

—Bueno.

Pete se quitó los pantalones y le dio todo a Patrick. Él bajó y fue a poner todo en la secadora. Al subir, se encontró con Pete en su cama, sin que se haya puesto nada aún.

—¿Podrías ponerte algo...? V-va a llegar mi mamá y...

—Pues si llega, me pongo algo.

—Agh...

Patrick sacó una caja llena de sharpies de colores y se sentó al lado de Pete.

—A ver... —Patrick se sentó tras él y coloreó de rojo la parte de atrás de su tatuaje del cuello y el resto lo pintó de colores pastel.

—¿Como me queda?

—Se ve raro, pero es divertido. ¿Qué otro te pinto?

—El del murciélago.

Patrick se sonrojó un poco por el lugar en el que se encontraba.

—¿De qué color?

—Del color que quieras.

The M.I.L.F.  [Peterick/Frerard/Brallon/Jalex]Where stories live. Discover now