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Patrick se tiró de cara a la cama y se empezó a quedar dormido así.

—Patrick, al menos ponte pijama. —se rió Alex.

—Yo... —Patrick eructó—, tengo que dejar de beber.

—Sí, como digas. —Alex se sentó a su lado y lo miró.

—Dije que debería, no que lo iba a hacer.  ¡Alexito! Toda mi vida he querido apretarte la cara. Lo haría pero no me gusta tocar a la gente.

—Ah...

—Me dieron ganas de un Shawarma. Oye, ¿crees que Pete me pueda embarazar? O sea, no de dejarme en vergüenza, le corto la verga, pero con su verga, o sea, de bebé, ¿me entiendes?

—Bueno, si es que comes muchas verduras, puede que sí.

—Quiero un homúnculo de Pete.

—Comete tus verduras y lo tendrás.

—Gracias, duende mágico. Yo pensaba que los europeos no tenían alma.

Patrick se movió y se cayó de la cama jarcor.

—¡Pero Patrick, tu cabeza!

—¡Mi cabeza está bien, me pegué en el cráneo!

Alex soltó una carcajada.

—Toma, ponte pijama —Alex lo sacó de bajo de la almohada de Patrick y lo dejó sobre la cama—. Voy al baño.

—Salúdame a la anaconda.

Alex negó con la cabeza y fue al baño a mear. Cuando se lavó las manos, aprovechó de lavarse la cara y mirarse al espejo.

—¿Por qué eres así? —dijo.

Salió del baño y Patrick tenía medio pijama puesto, ya estaba dormido y estaba doblado como si fuera de plástico.

Alex lo ayudó a meterse a la cama para que no le doliera la espalda al día siguiente.

Frank entró en la habitación evitando contacto visual. Nadie habló, Alex quiso dormir en seguida también.

Al día siguiente, tenían la mañana libre hasta después de almuerzo.

Vic se fue al cuarto de Hayley, Meagan y Sarah, pero Sarah no estaba.

—Chicas, debo hablar con ustedes...

—Qué quieres. —le dijo Hayley.

—No puedo seguir tapando esto...

—Por qué no, o sea, Vic, nadie termina conmigo. —le dijo Meagan.

—No estamos juntos. En serio, no quiero, es que... ya sé que les dije que lo más probable era que iba a estar soltero, pero bueno. Al parecer los milagros existen...

—Puta, Vic, nos cagaste. —le dijo Meagan.

—Mija, la mayoría de este instituto es gay, no entiendo por qué no quieres salir del closet.

—Tengo una reputación que mantener.

—Se avergüenza de mí. —dijo Hayley.

—Reputa-ción. Sabes, que la gente crea que te gusta la concha te va a traer más beneficios que contras. Además no hay diferencia. Querida, a nadie le importa, es la verdad. Sabes que los rumores aquí vienen con la pizza.

—Te odio. Si preguntan, yo terminé contigo.

—A nadie le importa.

Vic salió de la habitación.

The M.I.L.F.  [Peterick/Frerard/Brallon/Jalex]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora