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—Podría irme para siempre...

—No exageres, entremos.

—Agh...

—¡Hola, chicos! Era hoy el día en el que venían nuestros padres, ¿no?

—Sí, era hoy.

—¡Qué bien! Siempre me equivoco. En mi antiguo instituto teníamos que usar uniforme, y cuando habían días de ropa de calle, yo iba con esa ropa el día equivocado o iba con uniforme ese día. —dijo Alex.

—Lol. —dijo Brendon.

—¿El juego?

—No, la expresión.

—Ah...

—Bueno, vamos a entrar. —dijo Patrick mirando el instituto.

Los tres entraron encabezados por Patrick, entonces empezaron las miradas, las risas, los comentarios de odio, comenzaron a lanzarles huevos, los del club Glee a lanzarles batidos, les pegaron carteles de "patéame", entonces las animadoras los empezaron a patear, los emos les lanzaron navajas y tristeza con dolor que solo ellos podían entender, los deportistas les lanzaron pelotas y las únicas y detergentes los amenazaron con matarlos mientras dormían porque son psicopatas suicidas, bipolares y raras. Finalmente, acabaron en el suelo por las caricaturas que san epilepsia de los otakus.

—¿Qué fue eso...?

—Nuestra bienvenida... es cosa de todos los días. Por lo menos nos dan atención. —dijo Patrick.

—¡No es cierto! —le gritaron.

—Mucha atención.

—Vámonos a clases antes de que alguien nos encuentre. Pero antes debo pasar a mi casillero.

—Sí...

—Y bien, chicos. ¿Qué hicieron el fin de semana?

—Me la pasé afuera de tu ventana bajo la lluvia gritando tu nombre, rogando por tu amor mientras escribía una canción llamada "estoy locamente enamorado" y la grabé es este disco... —dijo Brendon pasándole la caja del disco a Patrick que decía "por favor cásate conmigo, se el padre de mis hijos, ÁMAME POR FAVOR"

—Oh, ¿para mí? Qué lindo. —Patrick lo tiró dentro de su casillero junto a varios discos más que claramente se los había dado Brendon.

—Yo fui a la casa de mi abuela —dijo Alex—. ¿Y tú, Patrick?

—Acompañé a mi mamá al centro comercial, dormí en la casa de mis abuelos y luego la acompañé a hacerse un tatuaje.

—Tu mamá suena cool.

—No lo es. Como sea... vámonos de aquí.

Patrick cerró su casillero y los tres fueron al salón.

—Odio matemáticas.

—Nos toca filosofía.

—Da igual qué nos toque, lo odio.

—Miren, chicos. En mi asiento hay una chaqueta de futbolista, ¿será una indirecta? —Dijo Alex.

—¡No la toques, es...!

Alex la tomó y sintió una respiración en su cuello.

—¿Que haces tocando mi chaqueta? —Alex se giró—. Cara de rata.

—Hola, me llamo Alex. Estaba en mi puesto, así que...

—¡Lo siente mucho! —dijo Patrick apartando a Alex—. No nos mates, Jack, por favor, piedad.

The M.I.L.F.  [Peterick/Frerard/Brallon/Jalex]Where stories live. Discover now