67

732 114 375
                                    

Llegaron al museo. Nadie quería ir, aunque en realidad no fuera tan aburrido, solo pensaban en volver a la playa.

—Qué lindo museo... —dijo Alex.

—Sí... pero quiero ir a la playa, es nuestro último día de playa...

—Sí... pero tenemos playa allá.

—Pero no es lo mismo que la playa de Roma. Es otro océano.

—Ah... bueno, sí.

—Quiero morir.

—Vamos a superarlo... —Alex le pasó una mano por los hombros y entraron al museo con el resto de la multitud.

—No hables de superar, Alex...

—¿Superar qué, bebé? —Pete se puso junto a Patrick y le tomó la mano.

Patrick lo miró. Se dio cuenta de cuanto Pete lo amaba al ver la situación desde afuera y de lo difícil que se le hacía llevar bien esa relación. Recordó ese capítulo de Glee en el que todos terminaban y era la cosa más deprimente del mundo. Sentía que estaba viviendo eso por un simple beso que no estaba equilibrado para nada.

—Te suda la mano. —dijo Patrick.

—A ti te suda. Pero no me importa.

Pensó en lo que le cuesta a la persona que quiera tomar tu mano aunque esté sudada.

Las cosas por fuera se ven exageradas siempre, pero por dentro muchas veces parece el fin del mundo.

Patrick ve muchas películas. Sabía que guardarse las cosas y ocultarlas jamás traía cosas buenas, pero ahora entendía el miedo que se siente al imaginarse lo peor, el miedo a la reacción de la otra persona, un miedo que desde afuera parece tonto, sabiendo cómo han sido las cosas, como es la relación, como son las personas.

Pero al tener ese miedo, nos damos cuenta que las personas no son solo carne y hueso, sino que son un mundo entero, lleno de sentimientos y emociones, recuerdos y experiencia, gracias a cierta parte del cerebro.

Patrick se dio cuenta de lo melodramático que estaba siendo, pero también recordaba el beso y recordaba a Pete y que jamás se había sentido así.

También se dio cuenta de que es muy bipolar, pero pensó que la bipolaridad es algo muy serio y no podía decir que es bipolar, porque se volvería único y diferente.

Aunque admitía ser posser de Harley Quinn, aunque desde pequeño le gustaba Batman, y aunque había visto el trailer de Suicide Squad muchísimo antes de que saliera la película. Decidamos ignorar el fallo de la realidad con respecto a Jared Leto.

—¿En qué piensas? Te quedaste mirando el suelo como por 15 minutos... parecías la tipa de Actividad Paranormal —se rió Pete—. Ah, recuerdo lo que me dijiste. ¿Pensabas en porno gay?

—¿Ah? No, no...

Pete se volvió a reír.

—Te adoro.

—Necesito sentarme con desesperación. Esto se está poniendo muy aburrido...

—Ánimo. Ja, mira, un otaku estaba triste y lo animé.

The M.I.L.F.  [Peterick/Frerard/Brallon/Jalex]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora