The M.I.L.F. [Peterick/Frerard/Brallon/Jalex]

92

Pete se despertó de golpe por sentir repentinamente un peso encima y lamidas en la cara.

—¡Mh! Patrick, tu perro...

—Qué tiene... —Patrick escondió la cara en la almohada y escuchó como el Juan Carlos olía justo en su oreja—. Ah... Juan Carlos, ya...

Patrick lo tomó en brazos y Pete se rió.

—Se me olvida que lo tienes.

—Agh, a mí no. ¿Quien caga y come todo el día? ¿Quién es el perro más obeso del mundo? Si está tan grande, mi bebé. Pero no tengo como para aprender que el pipí se hace en el patio y no en los muebles. Guatón feo.

Pete se rió.

—Aw.

—Buenos días.

—Buenos días, bebé. ¿Como amaneciste?

—Bien... ¿como dormiste?

—Ojalá pudiera dormir así todos los días...

—¡Juan Carlos! ¿Qué tienes en la boca? —Patrick se levantó y le abrió el hocico—. ¡Cochino de mierda! ¡Caca eso, caca!

—¿Qué tenía?

—El condón de anoche.

—Iugh.

—Ya sé. Te dije que lo tiraras.

—Sí lo tiré.

—Ay, ajá. —Patrick se volvió a meter a la cama.

—Sí lo hice.

—Ya... ¿quieres desayunar?

—Te voy a desayunar.

—Bueno.

Patrick se acurrucó al lado de Pete.

—Ay, bebé. Te pones tan tierno a veces.

—Eres muy abrazable.

—Tú más. —Pete comenzó a morder la mejilla de Patrick.

Patrick se estiró como gusano partido a la mitad y se levantó.

—¿Cuando es eso que me dijiste? Lo de los carritos de supermercado.

—Hoy.

—¡¿Hoy?!

—Sí.

—Ah... ya.

El día pasó bastante rápido, porque Patrick no quería hacer la competencia esa. Pero ahí estaba, mirando esa cuesta desde el carro.

—Corre tú, tienes las piernas más largas. —dijo Hayley.

—No, yo quiero ir arriba del carro. Peso más que tú, nos hará ir más rápido.

—Ni cagando pesas más que yo.

—Soy mucho más alta, tú prácticamente no vas a tener que correr.

—Ya, bueno. Vamos. —Hayley dejó que Meagan se subiera al carro.

Estaban todos ahí, todos. Frank corría con Gerard, Pete corría con Patrick, Hayley con Meagan, Josh con Andy, Jack con Alex, Dallon (aunque nadie lo quería ahí) con Brendon, Ray con Elisa, Joe con Mikey, Vic con Kellin, Tyler con Bob, Jenna con Sarah, Spencer con Debbie.

—¿Listos?

—N-no.—dijo Patrick agarrándose con fuerza de las orillas del carrito de supermercado.

—Tranquilo, Patito. No dejaré que te pase nada.

—Yo tampoco estoy muy seguro...—dijo Brendon.