The M.I.L.F. [Peterick/Frerard/Brallon/Jalex]

95

—¡Vamos, Pete, diviértete! —le dijo Andy—. Jack, tú también.

—Pete está medio muerto. —dijo Jack.

—¿Qué le pasó?

—¡Estoy bien!

—Bebió un poco, pero está aburrido porque no vino Patrick y le da miedo que lo castren si baila.

—Ay, nada que ver. Patrick confía en mí. Además yo no le tengo miedo, imposible tenerle miedo a esa cosita tan adorable. ¡Wah, me está llamando! —Pete agarró el celular y salió a contestar.

—No puedo creer que aún se emociona cuando le habla o cuando lo ve. —dijo Andy.

Pete se alejó lo más posible del ruido.

—Hola, mi amor... ¿como estás?

—Soy yo.

—Ah. ¿Qué pasa? ¿Por qué tienes el celular de Patrick?

—Es que... mh... ¿te contó algo de unos diarios?

—Ah, sí... le dije que los dejara...

—Pues los terminó... y... está bastante... horrible. Dice que a parte de eso hay más cosas, pero no quiere hablar. Ahora está dormido, pero quizá sería lindo que vinieras y lo abrazaras un rato. No sé si se la chupas muy bien o algo, pero después de pasar un rato contigo como que se renueva. Eso...

—Voy en seguida. Llego en 10 minutos.

Pete volvió a entrar y agarró sus cosas para irse. Al llegar a la casa de Patrick, saludó a su madre, a Brendon y luego subió en silencio. Con cuidado abrió la puerta de su cuarto, y al entrar la cerró. Se fue a sentar a los pies de la cama de Patrick y procurando no hacer ruido, se quitó los zapatos, los pantalones, apagó la tele, la luz y se metió de a poco en la cama de Patrick que estaba durmiendo muy profundamente. Él siempre había tenido el sueño muy pesado.

Se notaba mucho que había estado llorando, pero se veía tan tranquilo durmiendo. Pete adoraba mirarlo, despierto o dormido, para él siempre se veía tierno, sobretodo cuando lo miraba asesinamente, aunque igual le daba algo de cosa, era imposible no querer apretarle los cachetes.

Le dio un beso en la sien y se quedó a su lado hasta dormirse. Al otro día también fue el primero en despertar. Patrick seguía dormido, pero tenía un mal sueño ya que estaba llorando.

Pete le dio un beso y comenzó a acariciar su mejilla en un intento de que se calmara. Se quedó mirando como de a poco se calmaba y fruncía el ceño.

Patrick abrió los ojos de golpe, pegando un salto y los volvió a cerrar frunciendo más el entrecejo.

—¿Qué haces aquí...?

—¿Te asusté?

—Un poco...—Patrick pegó la cara al torso de Pete.

—¿Tan feo soy...?

—No... ¿cuando llegaste?

—Anoche... un pajarito me contó que estabas un poquito triste y quise venir a abrazarte.

—Te dijo el hocico suelto de Brendon, ¿no?

—Sí...

Patrick lo abrazó.

—Gracias por venir.

—Cuando quieras...

—Pete... ¿por qué estás conmigo?

—Porque te amo como a nadie.

—Pero... ¿por qué? Digo... es que... no soy agradable, ni gracioso... no soy lindo... pues... soy un... "niño gordo que demanda y no da nada a cambio".