39

833 150 228
                                    

Patrick abrió los ojos de a poco viendo algo muy de cerca, sin procesar nada. Se alejó un poco para darse cuenta de que su cara estaba en todo el paquete de Pete, así que se alejó solo para darse cuenta (otra vez) de que la mano de Pete estaba dentro de su pantalón. Se quedó inmóvil pensando en qué hacer, si le decía, o si se apartaba... pero lo podía despertar, de todos modos iba a ser raro.

Se limpió la baba que le caía de la boca y se movió un poco. Después de pensar un poco, buscó su celular, con el pre infarto de que muy probablemente no lo iba a encontrar, aparte de que no se acordaba de nada.

Tenía como 56 llamadas perdidas de su mamá, pero no le dio miedo. La llamó de vuelta y esperó pacíficamente a que contestara.

—¡Patrick! ¡¿Dónde estás?!

Patrick suspiró.

—Me quedé en casa de Meagan...

—¡Pero avísame! ¡No puedes...!

Patrick fingió un sollozo.

—Perdón... es que era la fiesta de despedida de Pete y... se me olvidó avisarte... perdón...

Ella suspiró.

—Ay, Patrick... está bien... te espero aquí en la casa... pero tienes que avisarme para la otra...

—Sí, mami...

—Nos vemos...

Patrick colgó y dejó caer su brazo en el suelo. Le puso una mano en la cara a Pete y le tapó la nariz para despertarlo.

—Pete... despierta...

–Ah. Ay... qué.

—Que despiertes.

—Para qué...

—Me tengo que ir a mi casa.

Pete se incorporó y al no poder mover su mano, vio donde la tenía.

—Eh... mi mano está en tu...

—Ya sé. Quítala.

—¿Por qué?

—Pete, en en serio, ahora. ¡Quítala!

—¡Ya!

Pete movió la mano de a poco y cuando la sacó, la apoyó en el suelo.

—Gracias.

—¿Acaso me oriné? —dijo Pete mirando su pantalón.

—Qué sé yo...

Patrick se levantó y tomó agua como si hubiera estado 3 días sin tomar nada. Cuando acabó, se abrochó el pantalón y suspiró.

—¿Lo hicimos? —preguntó Pete.

—No me acuerdo, pero no creo...

—Ah... puta.

—Oye, de verdad debo irme. Si quieres puedes ir a mi casa mañana en la tarde... mi mamá va a hacer tacos.

—Está bien. Ahí te digo.

—Nos vemos.

Patrick le dio un beso en la frente y se fue lo más rápido que pudo.

Cuando iba llegando a su casa, vio a Gerard caminando en la misma acera. Por suerte, solo lo miró de arriba a abajo y siguió su camino.

Patrick tocó el timbre de su casa y su mamá le abrió en seguida con cara de preocupación.

—Ay, Patrick... hola... —ella lo abrazó—. Hueles a cerveza.

—Ya sé... voy a tomar una ducha... por cierto, puede que mañana venga Pete a almorzar.

The M.I.L.F.  [Peterick/Frerard/Brallon/Jalex]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora