The M.I.L.F. [Peterick/Frerard/Brallon/Jalex]

51

—¿Qué haces?

Josh lo miró.

—Perder el tiempo.

—Vaya, qué raro de ti. —se rió.

—El profesor no vino. Vi que no me pusieran ausente y pues aquí es más tranquilo, la sala es un zoológico.

—Suele pasar. ¿Qué vas a hacer luego del entrenamiento?

—Pues... quedarme en mi casa contando nubes.

—Oh, ya tienes planes.

—No seas pendejo. No haré nada.

—Ah, en ese caso... ¿salimos?

—Okay. Ahí vemos donde.

—Sí. Ya me voy, nos vemos...

Josh le sonrío y Tyler salió de la biblioteca con lo que había ido a buscar. Se fue arrepintiéndose de no haberle dado un beso. Es que era muy idiota.

Se dio media vuelta pensando en devolverse, y se quedó mirando la biblioteca algo dudoso.

—Hey, ¿me puedes ayudar con esto? —le dijo Jenna cargando mil cajas.

—Eh... sí, sí... ¿vas a la biblioteca?

—Sí, debo dejar esto en la bodega.

—Bien...

Tyler tomó la mitad de las cajas y entraron a la bodega de la biblioteca.

—¿Qué llevas ahí?

—Archivos antiguos del periódico escolar.

—¿Hay un periódico escolar?

—Sí... no es muy popular.

—Ah, ¿y qué ponen?

—Cosas del instituto.

—¿Qué cosas?

—Lee el periódico para saberlo. —ella le sonrío y se fue de la biblioteca despidiéndose con la mano.

Luego de un rato, a la salida, se juntó con Meagan. Estaban caminando todas, cuando vio que estaba el grupo de Gerard, Vic y Hayley, entonces se las quedaron viendo (tal vez solo a Meagan).

—¿Hey, qué con Vic? —le dijo Jenna.

—¿Qué? Ah, no finjas que te importa.

—Ay, Meagan. Claro que sí. —le dijo Sarah.

—Tienes una obsesión con los enanos negros o qué.

—¡Cállate! No. No sean pendejas. Ustedes váyanse si quieren, tengo que hablar con alguien.

—¿Tu enano negro?

—No, otro enano. Como sea, bye.

Meagan se alejó y fue a buscar a Patrick a su casillero.

—Pete me dijo que te estabas poniendo algo celoso. —le dijo ella.

—Vaya, gracias por la información. Le voy a cortar el pene, a ver si ahí deja de pensar con él.

—Agh. Estoy con otra persona, ya no me interesa tu novio.

—Como se nota que lo superaste consiguiéndote otro enano negro.

—¡Ya! Por la mierda, supéralo, ni cagando Pete te engañaría, lo tienes completamente idiotizado. No sé ni para qué me molesto, muérete con tus celos estúpidos.

Ella se fue y Patrick rodó los ojos. Se fue rápido a su casa para arreglarse. Sabía que tenía bastante tiempo antes de que Pete fuera por él, pero igual necesitaba mucho rato para arreglarse.

De hecho, se demoró como una hora duchándose. Estuvo un buen rato eligiendo su ropa, con mucho cuidado, intentando verse casual, pero tampoco demasiado, un punto entre casual y elegante, pero ninguno al extremo.

—¿Vas a salir?

—¿Qué te importa?

—Qué carácter.

—Pues sí, lo sabes mejor que nadie, ¿no? ¿Quieres un poco de crack?

Brendon rodó los ojos.

—Había pensado en ver alguna película y pedir pizza.

—No abuses, primero, eres un invitado aquí. No, ni siquiera, solamente tengo algo de humanidad y no soy tan horrible como para dejarte en la puta calle, segundo, voy a salir con Pete y tercero, no veo una película contigo ni aunque me pagaran un millón de dólares.

Patrick salió de su cuarto y bajó con la intención de buscar alguna camisa más linda, pero se tropezó con la alfombra y rodó escalera abajo.

Brendon bajó corriendo a verlo.

—¿Estás bien?

—¡Sí! ¡No me toques!

Brendon no pudo aguantarse la risa.

—Hey, pero...

—¡No me toques! Ah...

Patrick se empezó a arrastrar.

—¿De verdad que estás bien?

—¡Que sí!

—¿Por qué te arrastras?

—¡Es más efectivo que caminar!

Patrick fue a buscar la camisa y acabó de arreglarse justo a la hora. Pete llegó a buscarlo y después de media hora de interrogación de parte de la mamá de Patrick, lograron salir.

—¿A donde vamos a ir?

—Pues... visto a que te vestiste tan lindi hoy, vayamos al Johnny Rockets.

—Jamás he ido.

—Te has perdido la mitad de tu vida.

—Ahora lo sabré.

Patrick comenzó a caminar a la parada de autobús, pero Pete lo agarró de la mano.

—¿A donde vas?

—A la parada...

—Nos vamos en auto.

—¿En auto?

—Sí, ven.

—Vaya, ¿cumplimos meses hoy?

—No, solo quería salir contigo. No tiene que ser una fecha especial para tener una cita.

—Ah...

Patrick se subió al auto con Pete.

—Bueno... la verdad es que aprovechando ahora, me gustaría hablar algo contigo.

OOOOOOOO

tengo mucho sueñoooooooo

Cacacacacaca

Eso po bai

Besos con sida<3