Capítulo 31

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Narra Lauren:

Esa noche dormí fatal, enjugada en lágrimas, por mis padres, por mis hermanos, por mis amigos, por en la pesadilla en la que me había metido a  vivir, por que echaba de menos mi casa.

Me desperté como todos los días a las 7 cuando sonó mi alarma. Alargué la mano, lo cogí, y lo tiré a la mierda de la frustración. No quería salir de la cama, quería que me comiera, no quería tener que ver más como me evitaba, no quería tener que ver a mi tío.

Por desgracia no quería tener una tarde más como la de ayer, y mucho menos que alguien me volviese a pegar, así que arrastré mis piernas fuera de la cama, me puse de pié tambaleándome y me dirigí al baño.

Me miré al espejo, mis ojos estaban hinchados, ya tenía la piel normal, anoche tardó una hora en volver a su color natural, y aun así me seguía doliendo.

También tenía el pelo horrible, despeinados y varios nudos de extendían a lo largo. Abrí el cajón en busca de mi cepillo, el cual, estaba justo al lado de la cuchilla de afeitarse.

Y una imagen se extendió por mi mente, a lo mejor si...no. Cogí el cepillo y cerré de golpe el cajón, me extrañaba que ese maldito mueble no se hubiese roto ya.

No recordaba ninguna vez en la que peinarme me doliese tanto, mi frustración se manifestaba en darme unos tirones de muerte, cuando por fin conseguí deshacer todos los nudos, ignoré el hecho de lo despeinado que estaba mi desenredado pelo. Me cepillé los dientes y volví a mi habitación.

Sara había pasado por aquí, mi cama estaba hecha, y encima se encontraba mi uniforme bien doblado. 

Me vestí, esta ropa era lo más incómodo del universo. Confirmado, hoy era día de estar amargada. Suspiré, agarré todos los libros que anoche se quedaron esparcidos por mi suelo mientras hacía los deberes, o más bien maldecía a los deberes. Lo metí todo en la mochila, la cual ya estaba medio rota, no sabía como lo hacía, me la colgué en la espalda y me dispuse a salir de la habitación.

Cogí el picaporte, respiré hondo, asimilé el hecho de que a lo mejor volvía ha encontrarme con mi tío y abrí. Bajé silenciosamente las escaleras, con miedo de que alguien se percatase de mi presencia, por suerte, fue igual que ayer, no había ni una mosca por los pasillos. Cuando por fin llegué a la cocina suspiré aliviada.

Me senté en un taburete, observé las tortitas que Sara me había preparado y me plateé que haría con ellas. Finalmente tomé la decisión de dejarlas ahí, esperando que a alguien le diese hambre y se las comiese por mí.

-No tienes hambre Lauren? -preguntó alguien a mi espalda. Pegué un salto del susto, pero después me giré dejando ver mis pintas a Sara, la cual me miró perpleja. -Por dios, estar horrible.

-Gracias, me apoyas mucho -le sonreí sarcástica y luego cambié mi rostro al arrepentimiento-lo siento, no he tenido una buena noche. Sabes donde está mi tío?

-No, sinceramente no tengo ni idea de a donde se han ido de viaje. Pero Mark nos ha dejado un posit -me lo dejó en la encimera delante y se dirigió a mis tortitas.

-Nos vemos el viernes que viene mis chicas :)-

Sonreí inconscientemente, hoy era jueves, una semana tranquilamente en casa, y una fiesta sin un too en casa, me venía de perlas.

-Bueno te las vas a comer? -me pregunta Sara mirando nostálgica a las tortitas que sostiene en sus manos -si ayuda a convencerte, me gustaría añadir que les he puesto mucho cariño y amor.

-Entonces sería un placer para mí que las disfrutaras -dije con media sonrisa, y salí corriendo de la cocina antes de que pudiese convencerme. 

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⏰ Last updated: Mar 18, 2017 ⏰

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