No me dejes caer

Capítulo 28

Narra Lauren:

Después de salir de la cafetería cogimos un taxi hacia mi casa.

El camino fue muy silencioso. Inés se apoyó en su ventanilla y yo repetí la acción.

No sabía lo que me pasaba, cada vez que la tocaba una corriente eléctrica me recorría, cada vez que Jackson la besaba la furia ocupaba mis pensamientos, cada vez que me hablaba miles de mariposas echaban a volar en mi estómago.

Y esto estaba mal, ella no podía darse cuenta. Tenía miedo, se reiría de mi, o peor, se alejaría de mí. Me tendría asco, y no estaba dispuesta a que eso pasara. La apreciaba demasiado, desde que soñé con ella sin ni si quiera conocerla. Algo fuerte nos unía, algo me susurraba cada vez que estábamos cerca que la besara, la abrazara y nunca la dejara ir, y esa parte de mi era muy fuerte, y ya no sabía como hacerle frente. Nunca había sentido esto por nadie...y mucho menos por una chica.

Pronto llegamos a la puerta de mi casa y me giré a mirar a Inés la que pareció darse cuenta también de que habíamos llegado.  Miraba la mansión de mi tío sorprendida, parecía que sus ojos se saldrían de sus cuencas y después me miro a mi.

Le sonreí apenada, no quería que pensara que era una niñata rica, yo nunca había sido así, y la verdad que no me gustaba demasiado.

-Wow -susurró.

-Ya...mi tío también es un gran empresario -no me atreví a volver a mirar su cara, seguro que ya no me miraría igual, ahora me miraría como la niña mimada. Me bajé rápidamente del taxi no sin antes darle un par de billetes al taxista. Ni siquiera me fijé en cuánto le debía.

Me quedé de pié en la acera, dándole la espalda al taxi. Un segundo después otra puerta del coche se cerró.

-Lauren -dijo Inés mientras me cogía de la mano y me daba la vuelta. Sin embargo algo hizo mal y quedamos demasiado juntas. 

A partir de ahí todo fue muy lento, la mano de Inés paso de estar agarrando a la mía a estar entrelazada a la mía.

Bajé la mirada a mirar nuestras manos unidas y después subí la mirada, su cara se había acercado mucho a la mía y empezó a girarla. No lo podía creer, de verdad iba a besarme?

Mil unicornios revolvieron mi estómago y empecé a temblar, pero cuando nuestros labios se rozaron ella cambió la dirección de su cara y me dio un beso en la mejilla.

-Diviértete esta tarde morena -me susurró al oído. Y sin decir nada más se giró y se volvió a meter al taxi que seguía ahí parado.

Vi como poco a poco se alejaba, no podía moverme. Esto era horrible, un poco más y habría destrozado nuestra amistad, no podía quererla, no podía...pero lo hacía.

Me giré lentamente y corrí hacia la puerta de casa. Necesitaba pensar, todo esto era demasiado. Pero cuando abrí la puerta Rose me estaba esperando sonriendo.

-Quien era esa joven? - me preguntó. Pero yo tenía la mente en otra parte y no le respondí. Pasé por al lado de ella para dirigirme a las escaleras pero Rose fue más rápida y me cogió del brazo.

-Lauren, no esta mal -le miré extrañada y sentí como una lágrima caía por mi mejilla. 

-Me voy a acostar -susurré, y subí corriendo a mi habitación. Y en cuento cerré la puerta me apoyé en ella y me deslicé lentamente hasta quedar sentada en el suelo. Y las lágrimas siguieron su curso.

Narra Inés:

Una punzada de dolor me atravesó. Sabía que había hecho lo debido, pero desde luego no lo querido.

Yo estoy con Jackson, yo quiero a Jackson. Pero Lauren...conseguía poner todo mi mundo patas arriba. Y cada vez que estaba con ella tenía ganas de tirar todo por la borda.

Desde luego mi tía se había dado cuenta de lo que sentía, pero como? Tanto se me notaba?

Esto no podía pasar, no era correcto, yo tenía novio, y además, seguro que Lauren me odiaría, y me rechazaría, yo no podría superarlo. 

Aun que me doliera tenía que hacerlo, teníamos que ser solo amigas.

El taxi no tardó demasiado. En realidad, nuestras casas estaban muy cerca, pero la diferencia era grande.

Era muy extraño, aun que se que lo de sus padres es mentira no conseguía entender como no se había dado cuenta del hecho de que supuesta mente sus padres le habían dejado con su tío por ser grandes empresarios...para que? para dejarle con otro empresario?

Sacudí la cabeza para deshacerme de mis pensamientos o se me quemaría el cerebro. Pagué al taxista.

No se como lo hice, pero de repente estaba dirigiéndome al centro comercial y llamando a Jackson.

-¿Diga? -respondió al otro lado de la línea.

-Jacks necesito verte -susurré. En realidad no se si le necesitaba a él o a alguien que realmente me hiciera olvidarme de ella.

-En el centro comercial en media hora -dijo, como si ya se lo supiera de memoria.

-Allí estaré.

-Hasta luego cariño, te quiero -se despidió. Pero fui incapaz de responder y presioné el botón que terminaba la llamada.

Me pasé las manos por el pelo, una lágrima calló por mi mejilla y en seguida me la sequé. ¿Por que esto tenía que pasarme a mi? Le di una patada a la lata.

-Maldita sea, por que te tengo que querer' -gruñí para mi, sabiendo perfectamente a quién me refería.