Capítulo 17

19 1 0
                                    

Narra Lauren:

Esta vez mi tío se sentó en el asiento de copiloto junto a Mark y me dejaron a mi sola atrás. Apoyé la cabeza en la ventana y ví como todo pasaba muy rápido. Nueva York era mças bonito de lo que pensaba. Cerré los ojos y ví a mis padres. Sonreí y ellos a mi. Iban vestidos de blanco y estaban tomados de la mano.

-Mi amor se valiente y no te dejes engañar -me dijo mi madre pasándome el pelo por detrás de la oreja.

-No te escondas de lo que quieres, nosotros siempre te apoyaremos -le continuó mi padre.

-Que quereis decir?-les pregunté frunciendo el ceño y ellos solo sonrieron y su imagen empezó a desvanecerse. 

-Te queremos -dijeron y ya no estaban, todo lo que veía era negro.

-Papá, mamá! Donde estais? Papá os necesito por favor venir mamá! -empecé a dar vueltas en el negro espacio y no les encontraba. No paré, seguí moviendo los brazos y corriendo intentando encontrarlos hasta que no pude más.

-Os necesito! -grité sollozando y me tiré de rodillas al suelo.-Yo también os quiero -sorbí la nariz y seguí llorando.

-Lauren, Lauren ya esta, ya esta...despierta, ya hemos llegado no estas sola -una voz sonó al fondo y ví una luz entre toda esa oscuridad. Corrí hacia ella y cada vez se acercaba más.

Me froté los ojos los cuales tenía llenos de lágrimas y me encontré a Mark abrazándome.

-Ya esta Lauren -me sonrió. Su sonrisa me confortaba, sentía como si fuera un padre para mí y le sonreí tambien.

-Déjala ya, que llore, que es lo que necesita y entrar ya -oí a mi tío gruñir. Estiré la cabeza por en cima del hombro de Mark. Mi tío estaba esperando delante de una puerta fuera del coche. Elevé la mirada y observé sorprendida la casa....mansión...castillo que se erguía ante mi boquiabierta.

Tragué saliva y salí del coche y me dirigí a la entrada de ese lugar.

'Donde estamos? -pregunté confundida. 

-En tu nueva casa -me dijo Mark el cual estaba cargado de maletas a mi lado y entró a la casa -no tengas miedo entra con migo -me dijo alto para que le oyera. Dudosa dí un paso hacia dentro. Era impresionante pero no me dió mucho tiempo a mentalizarme de lo que estaba viendo cuando una señora me abrazó.

-Tu debes de ser Lauren -me dijo. Era de la edad de mi tío y de Mark mas o menos y en su rostro había dibujado una gran sonrisa.

-Ui lo siento que desconsiderada te abre asustado -rió al ver mi cara de confusión. -Soy Sara, la que cocina y limpia la casa.

-Encantada -le devolví la sonrisa y empecé a ponerme nerviosa. No sabía que tenía que hacer y me quedé quieta observando todo como un niño pequeño observando su nuevo juguete.

-Impresiona verdad?  Bueno y asusta. Te trataremos lo mejor que podamos Lauren, serás como mi hija -me dijo Sara que estaba viendo junto a mí todo lo que nos rodeaba. Eso me tranquilizaba bastante, necesitaba a alguien, una madre, que, aun que nunca fuera a ocupar el sitio que ocupan mis padres, cumpla alguna de sus funciones. Le regalé una gran sonrisa y suspiré.

-Bueno Sara me la tengo que llevar a su nueva habitación -interrumpió Mark.

Sara se puso roja y asintió y salió prácticamente corriendo a lo que yo reí. Mark tambien se había puesto como un tomate y simplemente me hizo un gesto para que le siguiera.

Subimos unas grandes escaleras. Sentía que me faltaba el aliento a mitad de ellas y casi me da algo al pensar que ese camino lo tendría que hacer todos los días. Me apuntaré en cosas que hacer ya el ejercicio. Cuando llegué arriba parecía un mar de sudor. De fijo había perdido 4 kilos. 

Ante mí se extendía un largo pasillo. Mark estaba esperandome impaciente.

-Haber si nos movemos un poco mas vaguita y vamos más rapido -se quejó. Le saqué la lengua y le dejé atrás y empecé a recorrer el pasillo.

-No sabes por donde es! -me grito cuando ya estaba lejos y retrocedí con los mofletes hinchados. Tenía razón. Él rió y cuando estuve a su lado empezó a andar.

-Es en serio Mark? Me vas a hacer recorrer todo otra vez? No podrías haberte movido tú? =le gruñi y le seguí prácticamente corriendo. Sus piernas son largas y sus pasos también.

-Lo hago por tu bien, ves como te estas moviendo vaguita? -rió.

-A si? Pues te chinchas voy a ir a mi paso -dije haciéndome la enfadada.

-Como quieras la última a la derecha te espero allí -y siguió por delante.

Esto era aburrida se me hacía eterno pero llegue. Abrí la puerta y se me calló la cara al suelo. Era enorme, es más parecía mi casa de Londres entera metida en una habitación.

-Hey vaguita se te cae la baba -me dijo Mark, el cual, estaba sentando en la gran cama. Te hago una visita guiada por esta ciudad? -rió.

Las paredes eran blancas, la cama, que era enorme, estaba en el centro de la habitación. Había una puerta de la que supuse que era el baño, había una gran estantería, y una puerta que no se a donde llegaría. El suelo estaba cubierto por una alfombra rosa y puse una mueca.

-Rosa? -resople.

-Es en serio? Te quejas por el suelo? Te has dado cuenta de que tienes prácticamente una casa para ti sola? -dijo Mark con los ojos muy abiertos. 

A mi lado las cajas se amontonaban junto a la puerta. Cogí una y me dirigí a la cama. Solté todos mis peluches.

-Como pueden observar esta ciudad tiene habitantes principalmente de algodón y muy achuchables -rió Mark al ver como sacaba todos mis peluches.

Sará llegó justo y me preguntó que si quería que me ayudara a colocar todo. Le dije que sí y convencí a Mark de que el también nos ayudara. Puse música de mi móvil y empecé a cantar la canción y a bailar mientras abría cajas ante la mirada divertida de Sara y Mark.

Fué muy rápido y divertido. No paraba de reirme ante las miles de escenas de enamorados de esos dos, sobre todo cuando Mark le dijo a Sara que si quería bailar con ella y ella se puso re roja y aceptó. Aun que estaba claro que no entendían de música moderna ya que me dijeron canciones para que pudieran bailar como ellos sabían y pude comprobar que era del 1990.

Cuando terminamos, Sara se bajó a hacer la cena y Mark a no se donde.

Me tumbé en la cama y empecé a pensar que nada podía ser tan malo como creía. Estaría con Mark y Sara a los cuales les había cogido cariño muy rápido y simplemente evitaría a mi tío.

Pero no sabía el infierno que estaba a punto de llegarme. 

No me dejes caerDove le storie prendono vita. Scoprilo ora