No me dejes caer

Capitulo 12

Narra Lauren:

Después de esa extraña noche, en la que al parecer, o por lo menos lo que yo e interpretado, vivi el accidente de avión que se llevo a mis padres, y después de despertarme con mi tío extrañamente abrazada a mi me fuí al baño. Me dí la ducha caliente que tanto necesitaba mientras me seguía rayando la cabeza con lo pasado.

Salí de mala gana del agua calentita y me sequé y desenrede mi largo pelo y rastoso moreno. Me enrollé una toalla y salí a mi habitación para ponerme cómoda para el largo viaje que me quedaba.

Sentado en mi cama, esperaba mi tío, que, su mirada, antes de dirigirme la palabra, se pegó un largo paseo por todo mi cuerpo.

-Cambiate rápido el avión sale ya -dijo de malas y se dirigió a la puerta, rozándome el brazo cuando pasó a mi lado. Tendría que acostumbrarme a que tuviera esa puta voz todo el día? Resoplé y me dirigí a mi armario, vacío, donde tan solo quedaba una blusa blanca, una gran sudadera, unos jeans y unas converse. Me vestí de mala gana, genial, otro día de mala leche por mi supuesto tío.

Vale, se que esto es raro, pero le dí un beso a cada mueble, apagué la luz y me quedé parada en medio de mi habitación.

Dí una vuelta de 180º, observando cada rincón iluminado únicamente por la luz de madrugada del sol. Enfoqué mi mirada en la cama, tantas personas habían pasado por ella, mis padres contándome cuentos, Lucas para dormir con migo cuando tenía miedo, Rebecca contándome todos sus ligues... Cerré los ojos fuertemente y dirigí mi mirada a otra parte. Me empecé a partir el culo cuando en mi se enfocó la estantería que se me calló en cima cuando Lucas me coló a Boo en la parte alta y yo muy lista, me subí en ella como un mono para recuperarlo.

Mire uno por uno cada milímetro que me rodeaba. Tantos recuerdos...que se van con esta casa. Noté como una lágrima me hacía un camino húmedo desde mi ojo hasta mi cuello. Pero rápidamente me la sequé y respiré hondo.

"Tu puedes superarlo Lauren somos fuertes, ademá, tdos mis bebos se vienen con migo" me dije en mi interior. Y salí de allí dando un portazo decidida a superar el siguiente bache que me pondría la vida y a olvidar los anteriores.

Daniel pasó como un rayo delante mío, tirándome al suelo.

-Veras como te coja jovencito! Que este trasero ya tiene sus años y no esta para golpearse! -me sobé el culo y dolorida bajé las escaleras.

Pero no me dió tiempo a que pisara el último escalon, ya que me tiré en cima de Rebeca y Scott, mis mejores amigos.

-Chicooooos!!!! Habéis venido frustrimbos! -nos caímos los tres al suelo abrazados.

-Esto no os recuerda a los gusanos? -dijo Scott, y como lo yolamos, empezamos a hacer el gusano en el suelo.

Cuando nos levantamos toda la clase estaba ahí mirándonos como WTF?

-Somos especiales vale? -pregunté roja y me lancé a por ellos.

Le dí un abrazo a cada persona que se encontraba en la puerta de mi casa. Había de todo, putas que me hacían la vida imposible, mongólicos amigos míos y gente que simplemente no sabía ni como se llamaban.

Pero en cuanto terminé alguien me cogió del brazo y tiró fuertemente de mi.

-LLegamos tarde -me gruñó mi tío al oído. Échales a todos YA! - vale creo que me a dejado sorda, bruto que es.

-Muchísimas gracias a todos de verdad os lo agradezco, pero mi avión esta apunto de salir y llegamos tarde. Espero que...pues no se que...sigáis siendo como hasta ahora, nunca cambieis people! Os amu! Bai y gracias! -les dí un abrazo a los primeros y rápidamente nos quedamos solos Scott, Rebeca, Marina, Daniel mi tió y yo.

-Frustrimbos os amo musho, en serio beibis, o me llamais o os castro -les miré amenazantes y me devolvieron la misma mirada.

Abrace a Scott y le dije al oido "ataca macho peludo, metesela hasta el fondo a Louis" le dí un beso en la mejilla y estaba rojito.

-Tu siempre tan discreta -suspiró. Llámame y me mandas foto de todo tio bueno de New York frustrimba -me sacudió el pelo y le hice un gesto de okey con la mano.

Abracé a Rebeca y se puso a llorar en mi hombro.

-Hey hey hey aquí de lágrimas una mierda -se las sequé y me sonrió. Siéntete privilegiada, me creo Skype solo por ti y para uso exclusivo para verte viejita. Te amu beibi, me llamas si? -rió y me abrazó otra vez.

-Claro beibi, y a mi también las fotitos -rió y seguido cogió a Scott del brazo y lo arrastró a la puerta, me hicieron un gesto con la mano, y así se despidieron dos grandes personas en mi corazón. Suspiré y me giré. Mi tío me miraba enfadado, cogiendoles fuertemente de la mano a Daniel y a Marina.

-No sabía que las adolescentes erais tan coñazo -simplemente le saqué el dedo más usado por el mundo y le quité a Daniel y Marina de las manos para salir con ellos de la casa sin esperar respuesta.

Justo había llegado un coche enorme y totalmente negro, el que abrí entes de que a un orangután de esos de mi tio le diera tiempo. Me subí con Marina y Daniel y apoyé la cabeza en la ventanilla.

Todo en ese coche era negro, casi no se veía, pero estaba segura de que estábamos rodeados de orangutanes.

-Ahora chicos solo nos queda el avión -reí malvada a Daniel y Marina.

-Y...? -preguntó extrañada Marina entornando sus ojitos verdes.

-Lo peor que nos puede pasar es que...-Daniel me miró cómplice y sonrió malvado.

-Solo que se acabe la gasolina, que haya un asesino dentro, que explote, que se choque con otro avión...y bueno la conclusión solo sería órganos de pasajeros por todas partes, cerebros, vísceras...todo muy normal no hay de que preocuparse -dije mirando a Marina.

-Bueno también puede ser que te violen y te maten en el mini baño, que el piloto sea un suicida, que las azafatas sean robots en modo autodestrucción...-me siguió el rollo Daniel.

-Y ahora quien os va a parar si no es mamá? -se quejó Marina tapándose los oídos.

Daniel y yo reimos y el resto de viaje, si ya habíamos arrancado, pero no sabía donde estaba mi tío, nos la pasamos molestando a Marina con las posibles muertes aéreas.