Capitulo 8

10 2 0
                                    


Narra Lauren:

Una semana después...

Me puse unos jeans, una camiseta de rayas mi gorro favorito unas converse y me miré al espejo. Ya no se me veía con los ojos hinchados, y la cara roja de llorar, pero se me veía cansada. Esta semana había sido horrible. Mis padres no habían hecho testamento, todo se lo quedó mi abuela hasta que yo sea mayor de edad, quelo heredaré todo. Pero ese no era el problema. Mi tía y un tío sepeleaban por nuestra custodia. Yo prefería estar con mi tía, ya que no tenía casi relación con mi tío, el que tenía una extraño deseo de ganar nuestra custodia el cual no entendía. Desgraciadamente mi tía llevaba las de perder ya que no se podía permitir mantener a tres niños y a un perro.

Hoy era el juicio donde se diría por fin con quien nos quedamos. Yo misma sabía que no iba bien vestida para un juicio, pero ya llevaba 3 juicios vistiéndome como una señora de 30 años y sinceramente, descubrí, que no hay nada como llevar jeans. Me peiné un poco mi largo pelo astaño, me giré, le dí un beso ala foto de mi madre (ya nunca salgo sin hacerlo) y bajé las escaleras. Allí estaban Daniel y Marina, sentados en el sillón. Mientras Daniel jugaba a la play Marina parecía un trapo tirado. Me daba pena. Daniel no era de los que expresaban sus sentimientos, como mi padre, pero en cambio, Maarina, era le polo opuesto. Estaba igual o peor que ese día.

Me dirigí a ella, le dí un beso, y después le susurre a Rose que estaba limpiando:

-Por favor intenta subirle el ánimo. A y que coma.

-Claro Lauren, que te vaya bien -me respondió con una sonrisa.

Después le hice un gesto a Daniel a modo de despedida y me dirigí a la puerta, donde ya había un taxi Le dí la dirección y para ya nos dirigimos.

Cuando llegamos le dí las gracias al taxista, le pagué y cuando se fué miré de arriba a abajo eledificio que tenía de lante y me dije para mis adentros:

"Muy bien Lauren, tu puedes, seguro que todo sale bien"

Después del juicio....

-Yo jueza de Londrés, doy esta sesión finalizada, y ordeno que la custodia de Lauren, Daniel y Marina será para el señor Hemmings" -pronunció la jueza mientras daba un golpe con el martillo.

Mi tía me abrazó, estaba paralizada, no podía hablar, todo lo que ví fue como mi tío lo celebraba con su abogado. Después este se dirigió a mí y me sonrió. Yo simplemente le miré sin sonrisa ni nada, y sin dirigirle la palabra, me levanté y me fuí, necesitaba aire. Cuando ya estaba fuera respiré profundo. No podía ser, si no le conocía! Bueno le conocía de vista ya que era mi tío pero, excepto en los juicios nunca había hablado con el. Y si era un pedofilo?

Seguía en mis pensamientos cuando noté una mano en mi hombro, me giré lentamente para encontrarme con mi tio.

-Bueno, supongo que ahora me podrás llamar papá -me dijo, más que con cachondeo y felicidad, con autoridad. Una autoridad que me dió miedo.

-Tu no eres mi padre! -le chillé con los ojos bien abiertos por el asombro que me había llevado del poco descaro que había tenido al decir esa frase.

Y dicho eso, bajé las escaleras que se encontraban para llegar a la calle pasando de los gritos que me daba. Creía que yamelibraría de elcuando llegué al último escalón, pero alguien me cogió muy fuerte del brazo, lo que hizo que me girara y pudiera observar a un hombre enorme, todo vestido de negro, casi clavarme las uñas. Mientras mi tío bajaba con una sonrisa de superioridad.

-Lauren,Lauren, Lauren...que te quede claro que ahora tu y tus hermanitos sois mi responsabilidad, y en sí míos así que tenéis que hacer todo lo que yo diga a partir de ahora, entendido? -me dijo con una sonrisa en su cara mientras me acariciaba el pelo.

Con un gesto brusco me aparte tanto de su "caricia" como del agarre del otro señor. De mala ganan tuve que preguntarle que ahora que pasaría.

-Pues ahora iremos a tu casa, y cuando estén tus hermanos ya lo explicaré.

Y dicho eso nos montamos en su coche, negro total, llenó de personas todas vestidas de negro parecidas al señor que me había cogido antes, que me intimidaban bastante.

El camino fué silencioso, menos por los intentos fallidos de mi tió de entablar una conversación con migo.

Cuando llegamos y abrí la puerta de casa en seguida aparecieron Marina y Daniel corriendo para saber las noticias nuevas, pero en cuanto vieron a mi tío y a sus "compañeros" me miraron con miedo.

-Quienes son estos Lauren? -me preguntó Marina con la voz temblorosa.

No me dejes caerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora