Capítulo 22

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Narra Lauren:

El señor García tosió para llamar mi atención y la de Inés (estábamos fijas al reloj de la clase)  justo cuando el timbre que indicaba el final de las clases sonó. Levanté la mirada, me encogí de hombros y le sonreí. Creo que sospechaba de que habíamos sido nosotras las fugitivas del comedor pero que no lo tenía claro, y por eso nos había llamado la atención 4 veces y regañado en solo una hora.

Parecía que quería acercarse ha hablar con nosotras, pero fui más rápida y cogí la mochila y salí corriendo, arrastrando con migo a unos dos compañeros que susurraron entre ellos:

-"Esa es la nueva verdad?"

-"Si, dicen que ha montado un espectáculo esta mañana en el pasillo y que ya la conoce la mitad del instituto, es una pena que todavía no hubiera llegado"

Pero no me dio tiempo a responderlos. Inés estaba en la puerta apoyada dando golpecitos nerviosos con los pies al suelo.

-Que pasa rubia? Novio lento verdad? -me reí y me apoyé junto a ella sin importarme que el señor García pudiera cogernos.

-Si, y no es por ser brusca, pero después de un año juntos me dan ganas de meterle un cohete en el culo -rió ella.

-Meterle un cohete a quien en el culo? Yo os puedo hacer ir a las estrellas de otro modo, ya sabéis -Luke apareció por la puerta  y apoyó una mano en la pared al lado de mi cara acorralándome con la pared.

-Si, y yo te puedo mandar a China, viaje gratis, que suerte tienes eh -le quité la mano de la pared y le dí un pequeño puñetazo en el hombro -hey déjalo en amigos si creidito?

-Tío llega un momento en el que hay que rendirse, bueno, aun que yo no conozco esa situación -Jackson ya estaba con nosotros y le hizo lo mismo a Inés que Luke a mi, solo que él le dio un beso y a ella no pareció molestarse. Desvié la mirada incómoda y la bajé al suelo.

-Bueno, me tengo que ir, me esperan -dije y salí de allí apresurada.

-Lauren! No quieres... bueno pues nada, adiós. Ha sido un placer volver a verte! -gritó Inés desde lejos al ver que no me giraba para volver a ver que era lo que quería decirme. Hice un gesto de despedida, pero al estar de espaldas no se si lo vieron.

Salí al aparcamiento, e Inés no se equivocaba, todos los grupos de chicos se arremolinaban en los coches más caros y miraban despectivamente a otros. Me pregunto cuanto costará este instituto que esta lleno de niños pijos, aun que, viendo todo lo que tiene mi tío, no me extrañaba mucho que lo pudiera pagar. 

Pasó un segundo en el que me pregunté como volvería a casa, pero no me lo tuve que pensar mucho cuando vi un taxi en la puerta.

No se por que, pero entré así sin más, sin ni si quiera pensarme si era para mi o no.  El conductor me miró por el espejo con mala cara.

-Lauren verdad?

-Exacto. Te diría la dirección pero me temo que no se, ya sabe soy nueva aquí y... -me descolgué la mochila que pesaba 5 kilos y la dejé en el asiento de al lado y el taxista me interrumpió.

-Ya la se yo, no necesito que me cuentes tu vida -pude ver su mueca de asco desde el espejo y decidí no discutir, me encogí de hombros y me recosté en el asiento. El coche olía a tabaco, bueno, obviamente iba a oler a tabaco cuando se veía un cenicero lleno de cigarros acabados. Pero, sin embargo, no parecía para nada sucio, es más, era de los más limpios que había visto.

El viaje no fue muy largo, y cuando llegamos y el taxista vio que le iba a decir que no tenía dinero para pagarle fue más rápido y me dijo que mi tío ya lo había pagado para después hacer un gesto con la cabeza de que saliera sin un adiós ni si quiera. Enfadada por lo borde que era le dí un portazo a su coche, me acerqué a su ventanilla y le saqué el dedo. Si, era impulsiva, pero coño, ya me había contenido demasiado, se merecía que le hubiera cantado las 40.

Toqué el timbre, y cuando me abrió Sara solté un gran suspiro al ver que era ella y no mi tío, realmente no quería verle.

Abracé a Sara y le di un beso en la mejilla. Al principio no me lo respondió por la sorpresa pero después se relajó y me lo devolvió.

-Que tal el primer día cariño? -tiré la mochila al lado de la puerta y me miró mal y después volvió a sonreír -tu tío quiere que vayas a verle a su despacho, la puerta de al lado del salón.

Después Sara desapareció por la cocina y yo me lancé a la búsqueda. En realidad, fue más fácil de lo que pensaba. Estaba segura que el salón era la habitación mas grande de toda la casa. Llegué a la puerta de al lado y me lo pensé varias veces antes de tocar la puerta.

-Adelante -se oyó desde dentro.

Abrí un poco y asomé la cabeza.

-Querías verme?

-Si pasa -hizo un gesto con la mano de que pasara y volvió a desviar la mirada a los miles de papeles que tenía sobre la mesa. Entré y me quedé quieta delante de la puerta sin moverme, pero el no pareció ni inmutarse.

-Que tal el primer día? -ni si quiera me miró, siguió concentrado con sus documentos, aun que lo prefería así, su mirada me intimidaba.

-Bien, creo que ya tengo varios amigos -lo dije muy poco convencida y frunciendo el ceño. Se considerarás amigos? Uno prácticamente me manda indirectas cada 2 segundos, a otro le odio por besar a Inés delante de mi cara cada minuto, con Amy casi no había hablado, y ya solo me quedaba Inés, supongo que ella si que se considera mi amiga.

-Me dan igual tus amigos, yo digo los estudios. No se llega a donde estoy yo teniendo amigos Lauren -gruñó y esta vez si que me miró.

-Ag, bueno lo siento tío -dije irónica y con una sonrisa falsa -pues muy bien, creo que llegare al 5 -levantó una ceja y en sus ojos apareció un brillo de enfado -hey era broma, bien bien. Es más me voy a hacer los deberes, claro, si me permites.

-Claro ve, por cierto, estas muy sexy con el uniforme -abrí los ojos como platos a lo que me dijo, pero el ya volvía a estar con sus papeles.

-Perdón? No te he oído -dije para ver si había oído bien.

-Vete a hacer los deberes -me quedé unos segundos mirándole incrédula, tal vez me lo había imaginado. Me giré y cerré la puerta, estaba claro que lo que si tenía claro era que intentaría llamar su atención lo menos posible.

Me fui a la cocina, Mark estaba sentado en la barra hablando con Sara. Supongo que tendría que acostumbrarme a verle allí. Cuando me oyó se giró y me sonrió.

-No tienes que trabajar? O tu trabajo es ligar? -cogí una manzana y me senté a su lado.

-Estoy en mi descanso. Y tu que? Que tal tu primer día? -no pareció importarle mi comentario y me sacudió el pelo a modo de saludo y rodé los ojos.

-De estudios? O a vosotros si que os interesa mi vida y os puedo contar que tal con mis nuevos amigos? -gruñí recordando la conversación de hacía unos minutos.

-No te enfades con el cariño, es así, quiere que seas trabajadora -Sara me miró compasiva.

-Si bueno, espero que mi trabajo haga que llame lo menos posible su atención. Me voy a hacer los deberes -volví a dejar la manzana en su sitio y me levanté. Fui a la entrada a por mi mochila pero ya no estaba ahí-

-Te la he subido! -gritó Sara desde la cocina.

-Gracias! -empecé a subir las escaleras, calculé unos tres minutos cuando llegué a mi habitación. Récord wow.

Saqué el móvil de la mochila y me tumbé en la cama.

-Hola morena! Por que te has ido tan rápido? Pensé que querrías venir a hacer los deberes :(- el mensaje se veía iluminado en mi pantalla. Venía de una tal "la rubia más sexy del mundo" y reí al comprender que era Inés y me tiré a los cojines a responderla.

No me dejes caerNơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ