Capitulo 14

10 1 0
                                    

Narrador desconocido:

Levabamos solo dos horas. solo dos malditas horas y ya tenía la cabeza como una bomba a reloj, que si oía una sola palabra más de Jackson iba a explotar.

Había practicado y mi risa falsa ya salía bastante creíble. Llevabamos 30 segundo en silencio, después de la historia de como el profesor de historia le dió una matrícula de honor, Jackson se había girado hacia la ventana, y yo había aprovechado y había apoyado mi cabeza sobre el respaldo y cerrado los ojos. Intenté buscar algo, no se el que, supongo que algo así como que mi paz interior. Yo nunca había creído en nada de eso, pero Jackson podía desesperarme tanto como para llegar a pensar que los cerdos volaban.

Pero solo era eso, solo unos míseros 30 segundos en los que no me había dado tiempo ni a mentalizarme de mi busqueda de paz cuando Jackson volvió a girarse hacia mí.

Me sonrió y por un momento, un expléndido segundo, llegué a pensar que solo era eso, que se iba a limitar a sonreir y a mirarme, pero no. No tardo ni un segundo en hablar.

-Te he contado la vez que...-me intentó decir. Pero le interrumpí levantándome.

-Si seguramente, me has contado ya toda tu vida -vi una chispa de dolor en su rostro y hice una mueca. Lo siento amor yo te quiero -le dí un beso en los labios.  Voy al baño y cuando vuelvas me lo cuentas - el sonrió y yo me dirigí al baño.

Ya llevábamos juntos 1 año. Los primeros meses fueron perfectos. Era muy cariñoso con migo, se preocupaba por mi, y le quería muchísimo. Más tarde empezó a creérselo demasiado delante mío y a burlarse de otros, pero solo de vez en cuando y lo dejaba pasar. Pero los últimos meses había cambiado. Ya no era el Jackson que conocí y que me besaba con ternura, ahora era el Jackson que me besaba solo para intentar pasarse con migo, pero que no le dejaba, el Jackson que solo hablaba de sus logros y no se preocupaba por nadie que no fuera él. El amor que le tenía, el te quiero, creó se se ha esfumado. Es más, creo que se esfumó hace mucho tiempo, y más de una vez se me ha pasado por la cabeza dejarlo pero no llego ha hacerlo por miedo. En este viaje fué la gota que colmó el vaso. Cuando le dí una moneda a un necesitado que había en la calle me empezó a gritar como loco que no se lo merecía y que hiciera algo de provecho para poder comer.

Y yo como tonta me callé y le deje que me chillara para no montar un follón en medio de la calle, aun que de eso ya se encargó el solito. Aun que cuando fue consciente de el grupo de personas que había a su al rededor dejó de chillar y simplemente fuimos al hotel. Y no le reprimí nada, me quede callada, como si aceptara que lo que hizo estaba bien, y hice como si lo hubiera olvidado y seguí dándole besos y riéndome de sus historias como siempre.

Fuí por el pasillo lo más despacio que pude para disfrutar de mi soledad. Estoy segura de que la gente pensaría que estaba drogada al andar tan despacio con los ojos cerrados. Busqué mi paz interior, pero mi búsqueda fue interrumpida por una azafata, que por detrás mío, llevaba un carrito con comida para repartir.

-Puede andar más rápido señorita por favor? -resopló. Parece ser que ya llevaba un rato esperando poder avanzar.

Reaccioné todo lo rápido que pude y me senté en un asiento vacío que tenía al lado hasta que le azafata pudo pasar para seguir con su recorrido. Y antes de que me levantase sentí una mano en mi muslo. Desvié mi mirada y ví a un abuelo, seguramente pedófilo, mirándome con ojitos. 

Me asusté tanto y me dió tanto asco que me levanté de golpe y fui para atrás, hasta que sentí como chocaba con un asiento y como caía en cima de las piernas de alguien.

Una mujer me miraba mal y me empujó a lo que me caí y roja de vergüenza me levanté en seguida y prácticamente salí de allí corriendo, evitando la mirada con el pedófilo y cuando llegué al baño cerré de golpe y solté un suspiro.

Me apoyé en la puerta y me dejé escurrir, llegando al suelo. Me quedé sentada y cerré los ojos. 

No se cuanto tiempo pasó, pero encontré mi paz interior y me deje llevar por ella, hasta que sentí un leve empujón en la espalda. 

Alguien estaba intentando abrir. Me di una mirada rápida en el espejo, me puse todo lo bien que pude el pelo y me sacudí el culo. Miré mi reloj. Ya llevaba 20 minutos en el baño, que raro que nadie hubiera querido entrar antes.

Abrí la puerta y no se por qué me quede bastante sorprendida.

-Hola -le dije a la chica de pelo castaño oscuro, ojos verdes y pecosa que me miraba asustada y que posteriormente se metió en el baño sin decir una palabra.

Me quedé paralizada, pensando en lo que acababa de pasar. Esa chica....me sonaba de algo pero no sabía de que. Y sentía una extraña sensación en mi interior hacia ella. 

Y cuando reaccioné volví a mi sitio.

-Y esa sonrisa tan grande? Que ha pasado? -me preguntó Jackson cuando me senté en mi asiento.

Espera, estaba sonriendo?

No me dejes caerOù les histoires vivent. Découvrez maintenant