Capitulo 7

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Narra Marina

Un día después...

Me puse un vestido negro lentamente. En mis 12 años de vida nunca he conseguido averiguar como a un entierro se va de negro. Lo más normal sería ir de blanco porque es el color del cielo, y el negro, simboliza más, para mi gusto el infierno. Pero no paré a pensar mucho en eso. Me dirigí lentamente al espejo.

Parecía un zombie, literalmente. Tenía la cara y la nariz rojísimas y los ojos hinchados de tanto llorar. Se me veía debilucha, pero,como para no estarlo. Mi pelo creo que era lo único normal, rubio anaranjado y liso por debajo de los hombros.

Me giré y lo primero que ví fue la foto que tenía al lado de mi cama. Estaban mis padres, con migo y Daniel. No pude contener un sollozo. No es fácil superar algo así. Aunque Lauren diga que va a estar todo bien, yo se que esta destrozada y solo intenta consolarnos y hacernoslo más fácil. Se lo agradezco, sobre todo la paciencia que tiene con Daniel. Desde que le dijo eso a Lauren, no le habla y esta muy bruto.

-Marina, nos vamos ya -me dijo Daniel desde la puerta y después se fue.

Salí de mi cuarto y pasé delante de la habitación de Lauren. La puerta estaba entornada. La abrí, Lauren estaba sentada es su cama, con una foto de mamá en las manos.

Cuando se dió cuenta de mi presencia, se giró secándose las lágrimas. Sedirigió hacia mí.Si no fuera un entierro, y no tuviera la cara como la tiene, etaría preciosa. Llevaba un vestido negro a medio muslo, de vuelo. Un collar de mamá, y su largo pelo castaño chocolate suelto. Y aunque sus ojos estuvieran llorosos, estaban preciosos. Eran como los míos,verdes. Pero los suyos más intensos.

-Marina...nos vamos? -me preguntó tendiéndome la mano.

Así, de la mano, bajamos. Ya nos estaban esperando la tía y Daniel.

-Estais preciosas -nos dijo la tía.

Daniel simplemente se giró y se subió al coche. Ahí hicimos todos. Durante el viaje, de unos 10 minutos, no hubo nada más que silencio. Cuando llegamos, se me encogió el corazón al ver a tanta gente vestida de negro.

Salimos del coche y tanto yo como Daniel nos pegamos a Lauren. Ella miró todo con los ojos como platos, muy asustada. Nosotros teníamos el mismo rostro.

-Mis niños! Lo siento mucho, diosito ayuda a estos niños que han perdido todo -exclamó la abuela abrazándonos uno a uno como siempre tan optimista. Mi George....aún recuerdo cuando tenía vuestra edad...-comenzó a darnos uno de sus tantos discursos. Pero por suerte, alguna vez nos tenía que servir lo poco que se cortaba Daniel.

-Mira, abuela, e queremos, pero estamos en el entierro de nuestros padres y hermano y no queremos que nos deprimas más con una de tus historias -le soltó antes de que continuara.

Y dicho esto Lauren le mostró una sonrisa de disculpa y nos llevó lentamente hacia la Iglesia. Pero antes tuvimos que saludar a todos. Ninguno de los tres conocía ni a 3/4 de esa gente.

Cuando llegamos al primer banco y nos sentamos le susurré a Lauren.

-Oye, y si no les conocemos porqué saludamos?

-Pos no se la verdad -me respondió encogiéndose de hombros. Me giré para ver a Daniel, que estaba a mi lado. Estaba mirando algo fijamente. Seguí el camino de su mirada.

Como no, los tres ataúdes. Se me encogió el corazón. Pronto pasó el cura y le hizo un gesto a Lauren. Esta se levantó, se dirigió a los tres ataúdes y fué abriéndolos uno a uno. Se podía ver como le temblaban las manos, y sus lágrimas caer. Se quedó un tiempo mirando uno en concreto, pero alcanzaba a ver cual era. Después lentamente se dirigió al altar y comenzó su discurso.

Yo, soy Lauren. Soy la hija de....mis padres obiamente, y mis padres son lo-los fallecidos y mi hermano el otro. Tengo 15 años, acabo de comenzar a vivir. Y hasta ayer mi vida era casi perfecta. No tenía razones suficientes ni para soltar una sola lágrima. Pero mi vida a dado un cambio enorme. Han muerto 3 de las 5 personas que más quiero en el mundo. Mi corazón se rompió en pedazos en unas simples horas. Que decir de mis padres... pues mi madre era la persona mas hermosa que he conocido nunca interiormente. Y es increíble que con tan solo 15 años ya mehaya arrepentido de todas esas veces que me negué a un abrazo suyo. Ella me enseñó todo sobre la vida. Era mi mejor amiga. Y tengo grabada en mi cabeza, la frase que me decía de pequeña antes de dormir : "Lauren, pase lo que pase, sen miles o millones las razones por las que no quieras vivir, siempre va a haber una, una pequeña luz por la que digas, yo me merezco vivir, y continuar mi camino. Haya los baches que haya". Como ya sabeis ayer se fueron hacia Roma y una de nuestras últimas cosas que le dije fue que porque se preocupaba tanto, que ni que se fuera a estrellar el avión. Y ya veis, los giros que da la vida. Mi padre...era muy parecido a mi. Los dos somos las personas más despistadas del mundo. Recuerdo cuando me decía princesa, muñeca...yo le quería muchísimo y ahora.. no va a estar ahí para decírmelo. Y por último mi hermano. De pequeños estábamos muy unidos, nada nos separaba, el era mi todo, y verlo como lo ví....cuando se fué de casa para meterse en el mundo en el que se metió me hice pedazos. Le intenté ayudar todo lo que pude, o eso creía yo, pero es cuando no esta la gente cuando te das cuenta de todo lo que podrías haber hecho. De pequeños me prometió que nunca me dejaría, que el siempre estaría ahí con migo, en las buenas y en las malas, pasara lo que pasara y me mintió cuando se fue de mi lado. Pensé que yaq no me quería y me he ido con la duda. Pero aunque se metiera ahí, o hiciera lo que hiciera...yo siempre le voy a querer. Y mi mundo está hecho una mierda, pero yo no me doy por vencida, yo buscaré esa luz para vivir, yo quiero estar con mis hermanos, y pasar página. Siempre les recordaré como lo mejor que me ha podido pasar, nunca les dejaré. Rezaré a Dios que esten bien, y dicho esto, yo me levanto de este bache, me levanto de este suelo, y tiro la piedra que me ha tirado.

No pude contener las lágrimas, y al parecer nadie de la Iglesia pudo. Después del discurso Lauren se dirigió a Daniel y a mí. Daniel le abrazó a modo de disculpa, y lentamente los tres nos dirigimos a los ataudes. No puedo negar que ver a mis padres así....me dolió muchísimo. Les deje una rosa a cada uno.

Y este fué el paso a nuestra nueva vida.

No me dejes caerWhere stories live. Discover now