Capítulo catorce.

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Las luces de los postes iluminan las calles de la ciudad, el Troubadour está a unos minutos de abrir sus puertas, y hay un grupo de chicas que gritan por ver a los chicos. Son pocos, pero se siente la pasión de una banda naciente. Steven se ve completamente nervioso, Izzy fuma un cigarro mientras toca algo con su guitarra, están en sus mundos. Axl habla con Adriana, se ven muy amistosos. Son años que se conocen entre ellos. Slash ha ido a calmar a su mejor amigo, que se encuentra a punto de tomar una bebida.

—Es raro ver a una chica tranquila por aquí —el chico rubio que tiene una sonrisa grande en sus labios se acerca a mí. Tiene entre sus manos un bajo. Es demasiado alto, me siento enana al lado de él.

—No creo, Duff —trata de tocar algo, por lo que lo miro con curiosidad y prosigo con lo que voy a decir—. Ustedes están rodeados de mujeres todos los días, hasta tienen chicas hermosas como novias. Mira a Adriana —la señalo al lado del pelirrojo, y ella nos saluda con la mano—. Ella es una chica hermosísima, cualquier chico quisiera estar con ella. Es liberal y sexy como ustedes las piden. En cambio, yo soy una chica ridícula que se ha colado como invitada de ustedes, no creo que encaje al lado de ustedes, ¡son demasiado diferentes a mí! Soy aburrida y eso ven en mí como algo exótico.

—Estás mal —niega tempestivamente con la cabeza. Toma un poco de aire y sus cabellos se mueven un poco—. De los escasos días que te conozco, no eres así. No eres aburrida, eres demasiado interesante. Todos nosotros no hemos terminado la secundaria, a excepción de Izzy. Somos unos idiotas que tratan hacer música, mientras que tú eres una experta jazzista. Tocas demasiado bien, ¡tienes futuro! Tienes ese perfil de mujer ideal, que busca un futuro y no lo deja hasta encontrarlo. Ahora sé porque el moreno quedó deslumbrado contigo.

—Yo... Yo... —un nudo se forma en mi garganta. Él aún mantiene una sonrisa en el rostro—. Gracias en serio, Duff. Jamás pensé que alguien me ve así, ¡ustedes no se quedan atrás! Las personas los juzgan por vestirse así y hacer canciones, pero en realidad no saben, que son chicos normales... chicos que tienen sentimientos y que tratan de expresarse de la mejor manera.

—Sí... Eres demasiado madura para tu corta edad, enana —una sonrisa divertida se formó en sus labios.

En verdad, ¿ha dicho eso?

—¡Me dijiste enana, edificio! —bromeo con él. Su risa no se hace de esperar.

—¿Cuál es tu segundo nombre? —empieza a tocar algunas melodías. Lo miro tratando de descifrar si esto también es un tipo de broma—. Hablo en serio.

—Honey... —pensaba que le tomo el pelo por la forma en que me mira.

—Bonito nombre, son pocas veces que lo escucho en alguien —me siento desconcertada. Mi nombre, en realidad, lo eligió mi madre por mi abuela. Las tres llevamos ese nombre, y peculiarmente, las tres nos parecemos físicamente en algo, aunque siempre dice que tengo más rasgos de mi padre que de ella—. Honey... Hony... Holy... Holyanna... —lo miro totalmente confundida cuando me nombra y empieza a cambiar algunas letras de mi nombre, hasta convertirla en el título de una canción—. Holyanna... chica, ¿qué haces de mi? Holyanna, Holyanna, chica, tú eres el misterio ojimarrón —canta una parte de la canción de Toto, mientras toca con su bajo. Pensé que soy la única que conozco esa canción.

Nos reímos al término de esa estrofa, mientras los chicos se acercan hacia nosotros. Dentro de unos minutos, saldrán a tocar. Vienen tocando aquí desde junio del año pasado. Una chica rubia aparece corriendo y besa al rubio más alto cuando lo encuentra, es la novia de Duff. Se ven totalmente locos el uno con el otro.

Adriana se pone al lado mío y vemos a los chicos juntarse entre ellos. El moreno sostiene su guitarra; Steven, sus baquetas; Izzy, su guitarra rítmica y Duff, con su bajo. Su novia se acerca hacia nosotros, se ve realmente amigable. Cuando terminan de conversar hacen un grito entre ellos y salen efusivos. Adriana y la rubia se ven totalmente tensas cuando comienza la primera canción.

Dentro de tus ojos. |Axl Rose, Slash|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora