Capítulo trece. [Parte dos]

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La vida es extraña y rara, a veces puedes encontrarte en lo más alto y en otro momento en lo más bajo de toda tu existencia. Conocer personas que cambian toda la perspectiva de tu vida, todo se hace más relajado y menos preocupante, donde sólo te puedes centrar en ti mismo.

El chico de mi costado, fuma un cigarro con toda la tranquilidad del mundo, y eso me fascina. Jamás pude estar así de aliviada. Siempre tuve la presión de todas las personas sobre mí, queriendo que haga cosas que nunca me han gustado, imponiéndome sus reglas y normas, tratando de controlar mi futuro, y decidiendo por mí.

Ella quiere que sea doctora, y que dejara de hacer toda esa ridiculez de escribir y tocar. Por ello, había dejado de tocar mi saxofón, y de componer. Dice que me aleje de Adriana, que ella sólo me convertirá en "alguien como esas". Mi madre me conoce bien, ¿por qué demonios desconfía de mí?

Han pasado seis años desde que soy amiga de Adriana y jamás he sido como ella la describe, ¡no es nadie para que pueda criticarla!

Las olas de mar y la calma al sentir las brisas son una de las mejores formas de pasar en estos sitios, luego de la horrible tormenta que atacó en el año 1983. Algunos de los sitios aledaños, siguen medios destruidos. Durante los meses de julio, se realizan conciertos para volver a construir este hermoso sitio, el Twilight Dance Series. Las personas aún vienen a la playa, por lo que veo a mi alrededor, es bastante concurrido. Hace algunos años, había una pista hermosa de baile llamada La Monica Ballroom, ¡era hermosísima! Por lo que me cuenta mi amiga, era uno de los lugares más visitados y en las noches se llenaba de glamour con los bailes maravillosos que se desarrollaron ahí.

Los ojos del moreno brillan con intensidad al ver nuestras manos unidas en esa tarde. Señalamos algunos paisajes y reímos con las cosas que nos decimos. Es maravilloso encontrar una persona que te entienda y comprenda totalmente.

Caminamos por las orillas, pensando en lo que deseamos en el futuro, y lo más inesperado es saber que deseamos lo mismo. Un lazo único nos une, mientras el sol se esconde, y los latidos de nuestros corazones anuncian el nacimiento de una sonada, llamada ilusión.

De regreso a la ciudad, las sonrisas cómplices no se borran de nuestra mente. Sé en el fondo que esta tarde, jamás podrá salir de mi memoria. Todo está marcado para mí.

—¡Una carrera hasta el Troubadour! —me detengo y lo miro desafiante esperando una respuesta suya. Su sonrisa cambia por una de lado, pasa menos de unos segundos y sale disparado frente a mí—. ¡Tramposo! —vocifero lo más fuerte posible, mientras trato de alcanzarlo.

—Te escuché, linda —su voz es gruesa, con sus ojos aún mantenidos en el camino. Una sonrisa sale a flote en mis labios al escuchar lo último—. ¡Este tramposo también ganará tu corazón!

Lo ha dicho tan bajo que mi respiración se hace tensa al escucharlo, capaz he oído mal. Escuchar aquello, hace que tomara más impulso y lo alcanzara. Su cara al ver que le he ganado, es única.

Las risas por parte de nosotros son tan melodiosas. Hay unas abuelitas mirándonos desde la otra pista. Se susurran cosas entre sí, y una de ellas se digna a hablar: "Son una tierna pareja, espero pronto la boda, chicos".

Las ancianitas se alejan, y nosotros nos miramos entre sí en un silencio lleno de nerviosismo. Una fugaz ráfaga de ilusiones hace que nuestro momento se hiciera más tenso. Toma mi mano y entramos a aquel local, los chicos nos esperan adentro y la mirada de aquel pelirrojo no se hace de esperar. Adriana y Steven se ven muy contentos por todo esto.

Y yo no dejo de pensar en el momento más irreal de toda mi vida. Solo somos amigos, y esto se vuelve más mágico.

Una última mirada nos dimos, y una sonrisa compartida hace que aquella tarde esté guardada para siempre.

Dentro de tus ojos. |Axl Rose, Slash|Where stories live. Discover now